No deja de denunciar la severa desigualdad económica y su efecto corruptor del poder, y regresa a sus propuestas, que incluyen un seguro de salud universal, universidad pública gratuita, fin de la deuda estudiantil, incremento del salario mínimo, fin del encarcelamiento masivo y racista, una reforma migratoria integral con acceso a la ciudadanía, defensa de los derechos de las mujeres...
La invitación de Sanders
David Brooks
▲ El socialista democrático Bernie Sanders, precandidato demócrata a la presidencia de Estados Unidos, tiene gran respaldo de los jóvenes en su lucha contra la desigualdad económica y su efecto corruptor en el poder. La imagen, en Iowa.Foto Afp
Si hay algo en el cosmos político estadunidense que resiste ser tragado por el hoyo negro de la era trumpiana es la luz que brilla de jóvenes indignados y viejos veteranos de luchas por la justicia social y los derechos humanos que se oponen al modelo neoliberal impuesto sobre este país.
Y es el socialista democrático Bernie Sanders quien está ganando –aún si pierde al final– la contienda electoral presidencial al haber definido un eje central de la pugna política del país a través de su llamado por una revolución política contra la clase multimillonaria en el poder.
El candidato más viejo cuenta con un amplio apoyo de los jóvenes –una generación cuya mayoría, según las encuestas, favorece al socialismo– y sigue encuadrando su campaña con la consigna de Ocupa Wall Street por un gobierno de, para y a favor del 99 por ciento contra el uno por ciento más rico. No podemos continuar con una clase multimillonaria cuya avaricia y corrupción ha estado en guerra contra las familias trabajadoras del país por 45 años, repite, mientras acude a las huelgas de maestros y otros sindicatos.
En un mitin reciente en Nueva York, preguntó si todos los presentes estaban dispuestos a luchar por los derechos y bienestar de personas que ni conocen como si fuera para sí mismos. Porque si están dispuestos a hacer eso, a amar, a luchar por un gobierno de compasión, justicia y decencia; si están dispuestos a repudiar el deseo de Trump de dividirnos, si están dispuestos a confrontar la avaricia y corrupción de la élite empresarial, si ustedes y millones de otros están preparados hacer eso, entonces no tengo duda de que no sólo ganaremos la elección, sino que juntos transformaremos a este país.
No deja de denunciar la severa desigualdad económica y su efecto corruptor del poder, y regresa a sus propuestas, que incluyen un seguro de salud universal, universidad pública gratuita, fin de la deuda estudiantil, incremento del salario mínimo, fin del encarcelamiento masivo y racista, una reforma migratoria integral con acceso a la ciudadanía, defensa de los derechos de las mujeres... (https://berniesanders.com/es/). Sanders, quien recientemente presentó un proyecto detallado para una economía verde, ha abordado el tema del cambio climático desde hace más de tres décadas (https://youtu.be/A_CHrx7PzYw).
En respuesta a algunos acontecimientos recientes en el exterior, Sanders ha comentado: Aplaudo los movimientos de base encabezados por indígenas de Ecuador, quienes se enfrentaron a la represión y bloquearon la agenda de austeridad del FMI. Las élites económicas siguen promoviendo la austeridad a nivel mundial, haciendo la vida intolerable para la gente trabajadora. Estados Unidos debería dejar de apoyar eso. En referencia a las protestas populares en Líbano e Irak, y en otras partes del mundo, declaró que si queremos un futuro progresista, necesitamos construir un movimiento global de y para la gente trabajadora.
A pesar de ser el precandidato presidencial demócrata con mayor recaudación de fondos y el primero en superar un millón de donantes individuales, realizar hace una semana el mitin electoral más grande de cualquier candidato en lo que va de esta contienda y que en las encuestas nacionales sigue entre los primeros 3 (de unos 21 precandidatos ahora) en las preferencias, los medios y expertos del establishment han hecho todo para descartarlo como un candidato viable, mientras la cúpula demócrata no oculta su desdén. Y es que esa cúpula democrata, igual que la republicana, están ligadas a la misma cúpula económica.
Robert Reich recientemente escribió que la disputa política aquí ya no es de demócratas contra republicanos, sino la democracia contra la oligarquía, y por ello Sanders, como en parte la otra precandidata progresista Elizabeth Warren, cuentan con tanto apoyo abajo y generan tanto temor en las cúpulas.
Sanders está convocando una respuesta a décadas de políticas neoliberales aplicadas dentro de Estados Unidos. Muchos esperan que lo que representa rescate a este país de sí mismo, ante el abismo obsceno y peligroso en que se encuentra.
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