1. Con una participación de más del 74 % en el referendo, Cuba dice “Sí” al Código de Familias que erosiona el patriarcado, incluye el matrimonio igualitario y la gestación subrogada
POR MARIELA CASTRO ESPÍN /
En más de 78 mil asambleas, desarrolladas en las calles de toda Cuba, se discutió el nuevo Código de Familias, antes de ser sometido a referendo el pasado 25 de septiembre, cuya realización arrojó los siguientes resultados:
De un total de 8.447.467 electores (de los 8,8 millones habilitados), ejercieron el derecho al voto 6.251.786, lo que representa una participación de un 74,01 %.
Se contabilizaron 5.892.705 boletas válidas. De ellas, 3.936.790 se decantaron por el ‘Sí’, lo que representa un 66,87 %; mientras que 1.950.090 (33,13 %) fueron por el ‘No’.
Concluye así un proceso de consulta y revisión convocado por el Estado cubano desde 2021, para incorporar a la legislación nacional temas como la sexodiversidad, el matrimonio igualitario y la adopción para parejas homosexuales, reconociendo así a las familias no tradicionales.
El texto representa un avance legislativo en temas muy diversos, que legaliza el matrimonio igualitario, la adopción entre personas del mismo sexo, la gestación subrogada, la protección de menores, castigo a la violencia machista y el respeto a la libre orientación sexual.
Además del matrimonio igualitario y la adopción para parejas homosexuales, el nuevo Código de Familias incluye asuntos como la maternidad o paternidad sentimental, lo que permite a un infante tener más de un padre y una madre, elimina etiquetas como madrastra y padrastro y habilita la gestación subrogada o “solidaria”, en referencia a la asistencia que puede prestar una mujer para gestar un bebé en su vientre si una pareja se lo solicita.
Este proceso de discusión democrática masiva es otro más de los varios realizados en Cuba en la última década. En 2011, la propuesta de transformaciones en el modelo económico del país se modificó en 160 mil asambleas, y en 2018, la nueva Constitución, en 130 mil.
Un Código para más justicia, más equidad, para reforzar la esencia del socialismo cubano
El respeto a la dignidad plena de todas las personas y la igualdad sin ningún tipo de discriminación son valores que caracterizan a la sociedad cubana, expresados en la voluntad política del Estado de crear y perfeccionar mecanismos institucionales y legales que contribuyan a disminuir las brechas de desigualdad, modificar las condiciones que las originan y garantizar la protección a los derechos de todas las personas sin excepción.
La interpretación de los principios de igualdad y equidad social exige un trabajo riguroso y sostenido de diálogo, educación y comunicación. Está relacionado con el desarrollo del conocimiento científico y su introducción en las prácticas sociales transformadoras, en la construcción de consensos y su influencia en las decisiones políticas que se toman en los contextos históricos concretos del proceso revolucionario.
El nuevo Código de las Familias, aprobado en el referendo del pasado 25 de septiembre, es la expresión de un proceso gradual de la madurez alcanzada por la Revolución en la implementación de su agenda de justicia social. Este Código de las familias viene a atender algunas de las contradicciones de este proceso, viene a garantizar derechos de grupos de personas cuyas realidades no fueron suficientemente comprendidas en los inicios del proceso revolucionario. Viene a blindar derechos de otros grupos poblacionales que sí han sido protegidos, viene a garantizar más justicia, más equidad, a reforzar la esencia del socialismo cubano cuando coloca a las personas y a las familias en el centro de sus bondades.
Este conjunto de normas jurídicas sí se parece a la sociedad en la que vivimos; una sociedad compleja, diversa y plural. Refleja con exactitud la sentencia de nuestro Comandante en Jefe, Fidel Castro, cuando apuntó que “la Revolución es, entre otras cosas, cambiar todo lo que debe ser cambiado”. Y no se trata de cambiar por modas como algunos han querido hacer ver, sino cambiar aquello que genera dolor, insatisfacciones, aquello que genera opresión y violencias, aquello que nos aparta de la máxima martiana que se ha convertido en mandato constitucional: “la construcción de una sociedad con todas las personas y para el bien de todas las personas”.
Estamos ante un código que no quita derechos a nadie, sino que amplía la garantía de los derechos para todas las personas sin distinción alguna. No pondera ni impone modelos familiares, sino que garantiza el mandato constitucional relacionado con la protección de todas las familias por igual sin que sea relevante la forma en la que se organiza.
Es un código emancipador que pretende elevar al mayor grado posible la felicidad, la paz y la armonía entre las personas en su vida familiar. Un código que contribuye a la erosión del patriarcado como dispositivo de opresión y dominación, a la democratización de las relaciones entre hombres y mujeres y entre las diferentes generaciones que integran los grupos familiares.
Este documento, tal como está, es la expresión de los principios y valores refrendados en la Constitución. Sitúa a Cuba a la vanguardia internacional del derecho de las familias. Este ha sido un proceso que redundará en el enriquecimiento de la cultura humanista de nuestro pueblo y el fortalecimiento de la Revolución en su propósito de lograr la unidad de Cuba para garantizar todos los derechos de todas las personas y de todas las familias.
Nuestro pueblo es el protagonista principal de esta victoria y con él la vanguardia revolucionaria del Partido Comunista de Cuba.
Queda ratificada la voluntad del pueblo cubano de defender nuestro sistema político y la democracia socialista. Esta Revolución es tan grande como su pueblo que hace historia y siempre sorprende.
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2. Cuba dice 'sí' al Código de Familias que incluye el matrimonio igualitario y la gestación subrogada
Con una tendencia ya irreversible en los resultados, se han contabilizado 3.936.790 votos a favor del 'sí' y 1.950.090 por el 'no'.
Un hombre vota en el referéndum sobre el nuevo Código de Familias en La Habana, 25 de septiembre de 2022Foto: Yamil Lage / AFP
La mayoría de los cubanos decidió aprobar, en un histórico referendo celebrado el domingo, un innovador Código de Familias, según resultados preliminares informados por la presidenta del Consejo Electoral Nacional (CEN), Alina Balseiro, la mañana de este lunes.
El parte básico indica que, de un total de 8.447.467 electores (de los 8,8 millones habilitados), ejercieron el derecho al voto 6.251.786, lo que representa una participación de un 74,01 %.
Se contabilizaron 5.892.705 boletas válidas. De ellas, 3.936.790 se decantaron por el 'sí', lo que representa un 66,87 %; mientras que 1.950.090 (33,13 %) fueron por el 'no'.
Aunque son resultados preliminares, las autoridades electorales explicaron que ya es una tendencia irreversible.
Quedan pendientes por informar los resultados de 36 circunscripciones: 24 de Holguín, 11 de La Habana y una de Santiago de Cuba.
Reconocimiento a las familias no tradicionales
Concluye así un proceso de consulta y revisión convocado por el Estado cubano desde 2021, para incorporar a la legislación nacional temas como la sexodiversidad, el matrimonio igualitario y la adopción para parejas homosexuales, reconociendo así a las familias no tradicionales.
La versión final de la normativa, que se sometió a referendo, fue aprobada por el Parlamento cubano en julio pasado. El texto, que sustituye a la ley vigente desde 1975, contiene 471 artículos, donde se regulan los derechos y deberes en las relaciones interpersonales dentro del núcleo familiar.
Además del matrimonio igualitario y la adopción para parejas homosexuales, el nuevo Código de Familias incluye al concepto de familia asuntos como la maternidad o paternidad sentimental, lo que permite a un infante tener más de un padre y una madre, elimina etiquetas como madrastra y padrastro y habilita la gestación subrogada o "solidaria", en referencia a la asistencia que puede prestar una mujer para gestar un bebé en su vientre si una pareja se lo solicita.
El presidente celebra los resultados
Al escuchar el parte brindado por Balseiro, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, celebró los resultados a favor de la aprobación del Código de Familias.
El mandatario y otros funcionarios reunidos con él aplaudieron en la sala donde se encontraban, de acuerdo con un video publicado por la cuenta de la Presidencia de Cuba en Twitter.
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3. UNA PALABRA SOBRE EL CÓDIGO
DE LAS FAMILIAS
La realidad es que, la aprobación del discutido ampliamente, Código de Familias, debe
irrumpir a Cuba al siglo XXI
Este nuevo ordenamiento crea instituciones radicalmente opuestas a las concepciones y prácticas patriarcales y homofóbicas sobre la organización de la familia y la sociedad
prensa-latina.cu
En Cuba, se han celebrado dos referendos, al someter a consulta popular las Constituciones de 1976 y de 2019, ya que en este país hay una práctica tradicional de voto popular. El Código de las Familias, es la primera sistematización de esta naturaleza en el mundo, que se lleva a referendo, este próximo domingo 25 de septiembre 2022.
“El Nuevo Código de las Familias es uno de los documentos más revolucionarios e inclusivos en Latinoamérica, y alcanza la altura de norma legal, además de Constitucional”, como lo enfatiza el escritor Ramón Pedregal Casanova.
Es de destacar que el Código Familiar vigente en Cuba data de 1975, y luego de 47 años de vigencia, dicho instrumento normativo recibe adecuaciones y ajustes a los nuevos tiempos. Pero ¿Qué es el Código de las Familias en y para Cuba?
Es un instrumento jurídico-normativo, que busca hacer viable un derecho humano, como lo es la protección a la familia.
Este Código de Familias, se divide en 11 títulos, 474 artículos, 5 disposiciones transitorias y 44 disposiciones finales, reforzándose, en primer lugar, dos ejes sobre los que se basan las relaciones familiares: el Afecto y la Solidaridad; el afecto como valor jurídico y donde no se distingue el género. A su vez, Las familias son vistas como la unión de personas vinculadas por un lazo afectivo, sentimental y psicológico.
Otro aspecto a resaltar es, el derecho al cuidado y la protección a las mujeres, encargadas de las tareas del cuidado familiar. También, se reconoce el valor económico del trabajo de las mujeres, así como su protección.
A su vez, se reconocen 4 tipos de filiación: “la procreación natural, el acto jurídico de la adopción, el uso de cualquier técnica de reproducción asistida y los lazos que se construyen a partir de la socioafectividad”, que es reconocida jurídicamente, según reza en el Código Familiar.
Finalmente, se disponen sanciones por violencia doméstica, a personas que se encuentren en estado de vulnerabilidad, ya sean mujeres, niños o niñas o personas con discapacidad, para lo cual se desarrollarán instituciones de apoyo como las Convenciones de los Derechos del Niño y de los Derechos de las Personas con Discapacidad.
Hay muchos otros aspectos y elementos en el Código Familiar, como, por ejemplo, el matrimonio igualitario, la educación integral de la sexualidad y el derecho a la adopción por parejas del mismo sexo.
En fin, este nuevo ordenamiento crea instituciones radicalmente opuestas a las concepciones y prácticas patriarcales y homofóbicas sobre la organización de la familia y la sociedad.
Son nuevas normas, que rompen con los paradigmas tradicionales, construyéndose derechos más democráticos, solidarios, responsables, buscando protección a la sociedad cubana, multiplicando los afectos y sumando sus derechos.
¿Quiénes son algunos detractores, enemigos y amigos/as del Código de Familias?
El pasado 13 de septiembre la Conferencia de Obispos Católicos en Cuba publicó un comunicado que, si bien reconoce aspectos positivos del Código, se pronuncia en contra del “reconocimiento de la autonomía progresiva en los menores, el matrimonio igualitario, la adopción de parejas del mismo sexo y la gestación solidaria”, aludiendo que son propuestas sustentadas en “los contenidos de la llamada ideología de género”.
A pocas horas de la publicación de la carta de los obispos católicos, el Centro Óscar Arnulfo Romero (OAR), institución de inspiración cristiana de la sociedad civil cubana, hizo pública una declaración donde patenta que el Código (aprobado en el mes de julio por el Parlamento cubano) “da voz a sujetos que han estado silenciados por mucho tiempo, es una fórmula para rediseñar la vida de las cubanas y cubanos en la búsqueda del bien común”.
Para el periodista y trabajador del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), Ariel Montenegro, “la familia vista como institución es una herejía, el matrimonio visto como un contrato es una vileza”.
“Rechazamos cualquier tipo de coacción espiritual o política que presione la decisión de nuestra feligresía en su capacidad de votación”, señaló una Carta abierta a iglesias y comunidades de la Iglesia Presbiteriana-Reformada en Cuba (IPR-C). “El Concilio General del Sínodo de la IPR-C reconoce la perspectiva liberadora de la que es portador el nuevo Código y, a la vez, confirma el derecho soberano de su feligresía de votar según su criterio personal”.
En general, la discusión al interior de la Cuba solidaria, confirma el desafío que representa la emergencia en la sociedad cubana, de posturas fundamentalistas, conectadas con otras muy similares defendidas por movimientos antiderechos de la región.
La realidad es que, la aprobación del discutido ampliamente, Código de Familias, debe irrumpir a Cuba al siglo XXI, ¿estarán los ciudadanos/as cubanos/as, dispuestos a dar este salto cualitativo?, conociendo los años de Revolución en la isla, creemos que la sociedad cubana dará un paso adelante., y brindará a su gente un nuevo marco jurídico para normar las relaciones ampliadas de la familia.
Lic. José A. Amesty Rivera
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