DOSSIER:
Todo esto ocurre en un contexto de profunda crisis económica, política, cultural y moral en EU, además de retroceso de su hegemonía mundial, con un liderazgo débil y cuestionado de Joe Biden
1. Rusia-EU: ¿quién amenaza a quién?
Ángel Guerra Cabrera/II
El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, habla con los soldados durante un entrenamiento militar en una base militar en la región de Chernihiv, Ucrania. Imagen AP
Ya hemos visto la gravedad de la amenaza que representa la constante expansión de EU-OTAN, para la seguridad de la Federación de Rusia (FR). Pero ella comporta el peligrosísimo riesgo de conducir al estallido de una conflagración nuclear mundial y última, por ser ambas naciones las primeras potencias atómicas del orbe. El emplazamiento por EU-OTAN, cada vez más cerca de la FR, de dispositivos de ataque nuclear que la privan de tiempo para responder en caso de un ataque sorpresivo, cuando la velocidad de los misiles portadores de cabezas nucleares ha aumentado considerablemente, cambia totalmente la ecuación estratégica mundial. Es una amenaza tan seria a la seguridad de la FR, que ésta no puede tolerar, a menos que quiera suicidarse. Como ha razonado el presidente Putin hipotéticamente, ¿qué haría EU si Rusia colocara dispositivos de esa naturaleza en las fronteras de Canadá o México con EU? Todo esto ocurre en un contexto de profunda crisis económica, política, cultural y moral en EU, además de retroceso de su hegemonía mundial, con un liderazgo débil y cuestionado de Joe Biden, un país fragmentado y una extrema derecha que amenaza seriamente con llevar a Donald Trump a la presidencia en 2024. Para colmo, una Unión Europea atada a los caprichos de EU. El cuadro menos favorable para prevenir una escalada del conflicto con la FR, que podría arrastrar a su aliado chino.
De ahí que sea tan importante comprender la postura netamente defensiva, pero muy enérgica y rotunda, de Moscú ante la histeria antirrusa y la cerrazón de EU a adoptar medidas de distensión, como lo confirma la negativa anunciada el 18 de enero por el secretario de Estado Anthony Blinken a otorgar a Rusia las garantías de seguridad que exige y a las que, con arreglo a la legalidad internacional, tiene todo el derecho como parte agredida y amenazada.
Conviene recordar, además de las ya señaladas acciones ofensivas de EU-OTAN en el teatro europeo –todas enfiladas contra Rusia–, el horrendo historial bélico de Washington en otros escenarios, mediante la utilización de la alianza atlántica. Si sólo nos remontamos a la hipócritamente llamada guerra contra el terrorismo, lanzada con posterioridad a los controvertidos atentados terroristas del 11/S de 2001 en Nueva York y Washington, encontramos una estela de mentiras –como las supuestas armas de destrucción masiva de Irak– para justificar criminales guerras y el arrasamiento, pisoteando el derecho internacional de ese país, Afganistán, Libia, Siria, Yemen y Somalia. A la vez, las cárceles y vuelos secretos de la CIA para secuestrar y torturar a cientos de los así llamados combatientes enemigos en violación de la Convención de Ginebra y del estado de derecho. Vivo y muy ostensible testimonio de esto es el campo de concentración de Guantánamo en territorio ilegalmente ocupado a Cuba, que recién cumplió 20 años. Buena parte de los 800 reclusos que por allí pasaron eran inocentes de los presuntos delitos que se les imputaban pero fueron sometidos a crueles torturas. Todavía quedan unos 40, la mayoría de ellos desde hace dos décadas sin cargo ni juicio. Y no hablemos de Vietnam, con sus entre 3 y 5 millones de civiles muertos, ni del extenso inventario de intervenciones militares, golpes de Estado, injerencias, chantajes y presiones del águila imperial en América Latina y el Caribe hasta hoy. ¿Se puede acusar a Rusia de algo parecido? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Puede alguien informado dudar de que la caracteriza una política exterior de paz y de respeto al derecho internacional? No es casual que la FR forme parte del recién formado grupo de países defensores de la Carta de la ONU, junto a Argelia, Cuba, Corea del Norte, Venezuela, Nicaragua, China, Palestina, Laos y otros países sometidos por EU y sus aliados a medidas coercitivas unilaterales u otro tipo de agresiones.
Pues bien, el estribillo de que la FR va a invadir Ucrania y la gritería por el emplazamiento de tropas rusas en la frontera con ese país es exactamente igual que el de las armas de destrucción masiva de Irak. Aquella pretendía ocultar el afán gringo de apoderarse del petróleo y los recursos naturales del país árabe y también otros importantes objetivos geopolíticos. Esta persigue desviar la atención sobre la creciente expansión de la OTAN hacia Rusia y la presencia en el conflictivo este de Ucrania de cientos de instructores y crecientes alijos de armamento suministrado por EU, Reino Unido y otros integrantes de la OTAN. La actitud de occidente en este caso no hace más que envalentonar a los paramilitares nazis ucranios, cuyas formaciones forman parte del ejército de ese país, partidarios de incendiar al mundo, y, por supuesto, tiene detrás los intereses de las industrias de guerra de EU y sus aliados, siempre listos a lucrar con la sangre y el sufrimiento de los pueblos.
Twitter:@aguerraguerra
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2. El mundo es un campo minado, creado por los imperialistas
Uno de los hechos que han marcado el inicio del año 2022 es la confrontación entre dos de las grandes potencias, en este caso Estados Unidos y Rusia. Una confrontación caracterizada por la disputa de regiones importantes en distintas partes del planeta, algunas de las más destacadas en este comienzo de año son Ucrania seguidos de Kazajistán y en las últimas horas por la supuesta amenaza del gobierno de Rusia de trasladar tropas a Venezuela y Cuba como parte de su ampliación de influencia en lo que se ha llamado durante muchos años el patio trasero de los gringos, es decir en América Latina.
Pero claro, no son los únicos pues los imperialistas viven para la guerra, para luchar todos los días por ampliar su influencia y doblegar a sus adversarios, no importa si en esa loca carrera haya que dejar miles de muertos, decenas de miles de heridos, desplazados y toda la destrucción que sea necesaria. La guerra en Siria es un caso lamentable de esta realidad, igual que Palestina, Afganistán, Libia, Azerbaiyan y Armenia, Yemen, los desplazamientos de tropas a Somalia e Irak y a otros varios países de América latina y África, etc. Así podemos hacer un recorrido por los cinco continentes y nos encontraremos guerras regionales, confrontaciones que difícilmente pueden y deben verse cómo conflictos internos, pues están enlazados a la influencia de países imperialistas, llámese China, Rusia, Estados Unidos, Alemania, Inglaterra, Canadá, Francia, Reino Unidos, etcétera.
El mundo de hoy es literalmente un campo minado dónde los reaccionarios imperialistas encabezan, azuzan, promueven, inician guerras y se aprovechan de la muerte por millones de hijos del pueblo, que son los que ponen los muertos en todas esas guerras regionales, pues paradójicamente esas bombas y esas balas con toda su destrucción, poco y nada tocan a las ciudadelas de los países imperialistas, principales responsables de esta carnicería global.
Por parte de Estados Unidos es evidente que están en una campaña por ganar influencia en regiones que han sido por décadas controladas política y militarmente por Rusia, muchas de ellas heredadas de lo que fue la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, caso de Ucrania donde Rusia ha invadido y se ha anexionado una parte, lo que ha sido aprovechado por los Estados Unidos para acercarse al gobierno ucraniano y pisarle donde más le duele a los rusos. El plan muy bien orquestado de los Estados Unidos ha sido invitar a Ucrania para que se vincule a la OTAN, un aparato político militar que se mueve al ritmo que lo determina el imperialismo de los Estados Unidos, ante esta posibilidad Rusia le ha salido al paso moviendo miles de hombres a la frontera con Ucrania listos para una operación militar a gran escala. En plata blanca, Putín exigen que occidente decline sus aspiraciones de vincular en la OTAN a Ucrania y Georgia, una condición, que por ahora no ha sido aceptada por sus contradictores.
Rusia no está dispuesto a aceptar que otros se le metan a su patio trasero, y ahí es donde aparece Venezuela y Cuba en el escenario actual creándose un clima de amenaza de parte de Rusia en la medida en que está buscando contrarrestar los ataques de los gringos con una dosis de su propia medicina, ampliar su influencia en los países parte del patio trasero de los Estados Unidos; específicamente Rusia ha ganado camino en Venezuela, Cuba y Nicaragua; y tiene planes de influir mucho más en otros países de América Latina. Otro tanto hace China, que para el caso actual, es aliado de los rusos.
Otro frente en esta realidad mundial, es el conflicto en Kazajistán, que aunque tiene sus particularidades específicas no puede dejarse al margen también de esa confrontación internacional entre los imperialistas, y allí participan más directamente otros países poderosos, bien sea apoyando la respuesta asesina y criminal del gobierno central o echando leña a la hoguera del conflicto interno kasajo como forma de meterle una dura cuña a los rusos.
En este país se iniciaron unas protestas por el alza en el precio del gas, siendo este incremento el detonante que puso de manifiesto las difíciles condiciones en que está la población y que como en otras partes del mundo, fácilmente explotan poniéndose en evidencia con fuertes levantamientos populares. Las confrontaciones rápidamente se regaron por todo el país al punto que el gobierno declaró terroristas a todos los que estaban en las calles protestando y en ese orden de ideas lanzando una rápida campaña para aniquilarlos militarmente.
Los motivos que provocaron el gran levantamiento en Kazajistán tienen su razón de ser en las contradicciones internas, en los problemas sociales, en la hambruna, en la miseria, en el alza desmesurada del gas, un producto de primera necesidad de la población. Siendo esta realidad inaceptable para el pueblo, pues este país es uno de los más poderosos de la región en minerales e hidrocarburos, condición que lo ha hecho mostrarse al mundo como una de las economías más estables y donde por el contrario, el gas debería ser subsidiado y gratis para la población.
El problema es que los sueldos están estancados, es un detonador, y la muerte y el horror fueron la consecuencia, afirma Natalia, una psicóloga de 34 años.
Pero a ese aspecto principal del problema, hay que sumarle el uso político que le dan los imperialistas; por una parte los rusos se entrometen directamente para imponer su bota militar y recordarle, tanto al gobierno como al pueblo kasajo, quien es el que manda en la región; y lo hace de manera brutal y asesina, enviando tropas para detener las protestas con un baño de sangre y con trato militar a los problemas sociales reales y no inventados, como pretenden hacer creer los que adjudican lo sucedido a un simple complot internacional. Y los gringos, aprovechan hábilmente la situación para ponerle otra cuña a los rusos, con sus hipócritas llamados a defender la democracia y las libertades, y no porque estén a favor del pueblo, pues ellos mismos han patrocinado mayores atrocidades contra la población en muchas partes del mundo. Lo real es que el conflicto en este país tiene gran importancia a nivel internacional pues se presenta en uno de los países socios principales de Rusia con gran poder económico en el tema de los combustibles y los minerales, y por ende muy apetecido para los Estados Unidos y sus socios agudizar las contradicciones en este país.
Aunque las dos cabezas más visibles de esta realidad internacional son Rusia y Estados Unidos, no quiere decir que sean los únicos que están participando en ella. Cada uno está asociado y desarrolla alianzas temporales con otros colosos imperialistas y con sus países dependientes que influyen y arrastran a sus guerras; todo se mueve como un tablero de ajedrez, donde cada país y cada fuerza económica tienen un papel en esta confrontación. Y eso lleva a que el riesgo sea enorme, pues pende de un hilo para que se puedan desencadenar confrontaciones de grandes proporciones que pueden llegar a una guerra regional o incluso una tercera guerra mundial.
Lo primero que hay que tener claro es que esta situación es similar a una guerra entre bandidos donde no existe lealtad absoluta entre los que están confrontando y las alianzas que se presentan en este caso sobre todo Estados Unidos con varios países de Europa y todos los países que hacen parte de su fuerza de choque cómo la mayoría de América Latina. Y de parte de Rusia se sabe que tiene aliados fuertes cómo China e Irán. Alianzas qué son relativas, débiles, temporales y sobretodo convenientes de acuerdo a sus intereses específicos; aliados que en cualquier momento pueden voltearse y ponerse en contra de los que hasta ahora consideran su apoyo. Una condición que tiene su base real en el hecho de que Estados Unidos es un enemigo potencial de todo el resto de países del mundo, para nadie es un secreto que todos los países europeos por ejemplo no les caería mal que ese país entrara en desgracia porque eso les permitiría fortalecerse a ellos. No en vano países tan importantes como Alemania, Italia y Francia a pesar de haberse puesto del lado de los Estados Unidos en las sanciones contra Rusia, continúan con un nivel enorme de negocios con el gobierno de Putin; caso similar en otras partes del planeta como el hecho de que Venezuela siendo supuestamente un enemigo a muerte de los Estados Unidos mantiene negocios por miles de millones con el país del Norte… al fin y al cabo,negocios son negocios.
El imperialismo es reacción en toda la línea y precisamente el imperialismo y todos sus socios y lacayos son los principales asesinos del planeta y deben ser confrontados por sus enemigos a muerte, que son los pueblos de los países y naciones oprimidos en alianza con los pueblos de las ciudadelas imperialistas. Es importante avanzar en la unidad internacional del proletariado qué se materializa en la unidad internacional de los comunistas revolucionarios, cómo única solución posible para que mediante el desarrollo de otro tipo de guerra, una guerra revolucionaria, una guerra de los pueblos, una guerra para destruir a ese enorme enemigo que es el imperialismo con su sistema capitalista de hambre destrucción miseria y muerte y poder ahí sí ponerle freno a todas esas guerras reaccionarias
La Poderosa Guerra Popular es el único camino real y certero que tienen los pueblos del mundo para liberar a toda la humanidad de este asqueroso sistema capitalista, derrotar al imperialismo en todas sus formas y de salvar al planeta de este camino de destrucción por el que nos está haciendo transitar su sistema económico miserable y ruin, pues ya lo que está en peligro es la vida misma del planeta y la única manera de encontrarle una solución es con la revolución socialista como primera etapa de la gran Revolución Comunista que llevara a la sociedad a otro estadio y a ese paraíso bello de la humanidad.
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3. OTAN, a toda velocidad contra Rusia
Por Guadi Calvo
Sería importante, ya que finalmente uno vive en este planeta, conocer cuántas provocaciones más tolerará Rusia de los Estados Unidos y sus socios menores, amontonados en la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), antes de que decida poner fin a esos desafíos de manera práctica dejando la diplomacia a un costado.
Las provocaciones, que si bien vienen de lejos, desde hace semanas se han incrementado de forma absolutamente irresponsable por parte del Departamento de Estado norteamericano y la CIA, que son las únicas organizaciones que cuentan con posibilidades tácticas a la hora de elaborar acciones de semejante magnitud como las trazadas en Bielorrusia, Ucrania y Kazajistán.
El reciente fracaso de los encuentros en Bruselas entre Moscú y la OTAN, donde Estados Unidos participó “solo” como observador mientras la voz cantante la llevaron los europeos, ha dejado declaraciones muy preocupantes del ex Primer Ministro noruego Jens Stoltenberg, actual Secretario General de la Organización: “El riesgo de un conflicto armado en Europa, si Rusia usa la fuerza, es real”.
Si bien una crisis semejante es altamente improbable, en estas situaciones de alta tensión en que las partes se acercan tanto al punto de no retorno, el menor error, una orden mal interpretada o el accionar artero de un tercero al que la guerra pueda beneficiar, haría que la situación se convirtiera en incontenible.
Las reuniones en la capital belga que se llevaron a cabo las semanas pasadas solo sirvieron para generar más irritación, ya que los planteos que Rusia llevó a ese encuentro respecto a que los atlantistas que detengan sus constantes avances hacia el este -de tres olas ha hablado Putin recientemente- además de la amenaza de Occidente de abrir las puertas de la OTAN a Ucrania y presionar a Suecia y Finlandia para que ingresen a la organización. De lograrlo el cerco estaría cerrado, ya que todos los países europeos fronterizos o cercanos Rusia a excepción de Bielorrusia, país cuyo presidente Oleksandr Lukashenko, aliado de Putin, en 2020 sufrió las mismas operaciones que Ucrania en 2014 y Kazajistán hace apenas unos días. Desde Turquía a Finlandia (Estonia, Letonia, Lituania, Polonia), sumado el importante colchón de naciones de Europa oriental que se han incorporado a la OTAN a partir de 1999 (Albania, Bulgaria, Chequia, Croacia, Eslovaquia, Eslovenia, Hungría, Montenegro, Rumania)
Los planteos presentados por el viceministro de Exterior ruso, Alexander Grushko, a los europeos, meros portavoces de Washington, fueron rechazados por lo que de ahora en más para apaciguar los ánimos bélicos de los sectores más ultramontanos de los Estados Unidos, Joe Biden se deba una entrevista con el presidente Putin.
Mientras Putin ha reverdecido la influencia en los países de su frontera sur: Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán y Turquestán, al igual que en Armenia y Azerbaiyán, el presidente norteamericano, más corrido por derecha que nunca por su predecesor Donald Trump y los grupos supremacistas blancos, no tiene giro para poder negociar con Rusia y sí o sí deberá mostrar una actitud hostil hacia el mandatario ruso, lo que por adelantado haría impracticable el encuentro.
Si bien el mundo sabe que el presidente Vladimir Putin, junto a su Ministro de Exterior Serguei Lavrov, ha realizado prodigios con la diplomacia, también se sabe que la única manera de escapar que Putin conoce es hacia adelante, si no que lo diga Barack Obama tras los incidentes de al-Ghutta en Damasco en agosto de 2013, cuando en un ataque de falsa bandera con armas tóxicas en el que murieron cerca de 1.400 civiles se quiso responsabilizar al presidente sirio Bashar al-Assad, dando oportunidad a Obama para anunciar una bombardeo masivo sobre Siria que fue contenido por la resolución de Putin de intervenir si ese ataque se producía, lo que forzó a una de las más resonantes reculadas de Washington a lo largo de su historia. Quizás aquel día, el 21 de agosto de 2013, Putin no sólo detonó la unipolaridad, sino que también forzó el reinició de una nueva guerra fría, más allá de que muchos pretenden ignorarla.
A partir de al-Ghutta, para quienes no lo conocían, supieron que el presidente ruso no es de una personalidad fácil, lo que hará replantearse a los europeos sus posiciones incluso frente a Washington, ya que de producirse un conflicto armado clásico, no nuclear, ellos serán el campo de batalla, de lo contrario, la imaginación no basta.
Las llamas de Kazajistán
A casi dos semanas de las protestas en Almaty, la ciudad más importante del país, según el nuevo recuento de las muertes que han dejado las manifestaciones llegó a las 250, por lo que los focos de atención no se han retirado del país centroasiático, que como nunca ha sido epicentro de la información internacional y muy particularmente de los medios occidentales.
Más allá de la cantidad de muertes, todavía resta aclarar cómo se han producido y quiénes en verdad has sido los responsables, ya que para la prensa del “mundo libre” los muertos los habría provocado la orden del presidente kazajo Kasim-Yomart Tokayev a sus fuerzas de seguridad de disparar a matar. Aunque para muchos observadores neutrales los muertos, entre ellos una gran cantidad de policías, podrían tener otro origen ya que entre los manifestantes habrían actuado agentes infiltrados traídos desde el exterior replicando de manera prácticamente exacta los sucesos de la Euromaidam en el centro de la ciudad de Kiev (Ucrania) cuando se inició el golpe de Estado contra el presidente Víctor Yanukovich, en 2014, financiado y organizado por las mismas entidades del “mundo libre” que van de la CIA y el Mossad al FMI y la Unión europea (UE).
En el caso de Kazajistán la reacción no habría apelado a los “barras” del fútbol, como en el caso de Ucrania, sino que se han utilizado, más allá de los agentes venidos del exterior, pobladores del sur del país donde se asienta la mayoría musulmana, en ciudades como Zhanaozen, Aktau y Atyrau.
Más allá de la cercanía política y económica entre Moscú y Nur Otán, con una frontera de 7.500 kilómetros, y sus riquezas mineras (Ver: Kazajistán, Afganistán por otros medios) que son explotadas por una importante cantidad de empresas occidentales, particularmente norteamericanas en detrimento de la rusa Gazprom a la que no se permitió obtener posiciones dominantes.
El país centroasiático se ha convertido en un verdadero puente hacia Rusia y Europa oriental, para China en el marco de la Nueva ruta de la Seda, un motivo sobrado para generar inestabilidad y confusión.
Tokayev, en los momentos de mayor crisis, solicitó el apoyo extranjero de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), una alianza militar capitaneada por Moscú y varias naciones aliadas al que suscribe Kazajistán, y en ese marco, por primera vez en sus treinta años de creación, fueron desplegados unos 4.000 efectivos, la mitad rusos, que se limitaron a dar seguridad a edificios públicos, muchos de ellos saqueados e incendiados por la “turba” que actuó de manera coordinada, y al aeropuerto, donde se habían producido algunos disturbios. Las fuerzas de la OTSC ya abandonaron el país hace unos pocos días.
Por otra parte se conoció que, en el marco de las investigaciones sobre los orígenes de las protestas, fue detenido el jefe de la inteligencia Karim Massimov con cargos de alta traición, convirtiéndose en el primer funcionario de alto rango detenido tras los disturbios que se enmascararon en una suba del gas, aunque sí es cierto que una gran cantidad de vehículos en el país funcionan con ese fluido.
Para quienes creen que Kazajistán es un apéndice ruso, sería importante que tuvieran en cuenta que en el país desde que se independizó a finales de1991 de la Unión Soviética, la etnia kazaja conformaba el 40 por ciento de la población. Hoy, con menos de 20 millones de habitantes se incrementó alrededor del 70 por ciento. Gracias a las políticas del líder y fundador del país, Nursultan Nazarbayev, de repatriación de kazajos étnicos de China, Mongolia y otros países de Asia Central. El número de hablantes de ruso disminuye de manera constante, mientras que el kazajo se ha establecido como la lengua oficial del Gobierno. Las generaciones más jóvenes han recibido una importante educación en historia e identidad nacional. Además, el país cuenta con excelentes relaciones con Turquía –el kazajo es una lengua túrquica– y con los países del Golfo. Kazajistán pertenece a la Organización Islámica, ya que más de un 60 por ciento de su población es musulmana, por lo que prácticamente sería imposible para Putin revertir el destino de Kazajistán.
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Guadi Calvo es escritor y periodista argentino. Analista Internacional especializado en África, Medio Oriente y Asia Central. En Facebook: https://www.facebook.com/lineainternacionalGC.
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