


- Mejorar los datos climáticos hiperlocales mediante sensores en viviendas y calles.
- Revisar los umbrales oficiales que activan las alertas por calor, adaptándolos a contextos donde el calor es continuo.
- Vigilar la salud a largo plazo, observando el desarrollo de enfermedades crónicas asociadas al calor.
- Incorporar métodos cualitativos que recojan experiencias vividas, especialmente en comunidades invisibilizadas.
- Fomentar colaboraciones interdisciplinarias entre ciencia, gobierno, sociedad civil y actores comunitarios.