Descubren un «reptil milagroso» con cresta similar a una pluma que vivió antes que los dinosaurios
El hallazgo de Mirasaura grauvogeli, un extraño reptil arborícola del Triásico, desafía lo que creíamos saber sobre la evolución de plumas y escamas. Con una cresta queratinosa, cola prensil y patas como de camaleón, podría reescribir la historia
de los reptiles.
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Por Thomas Handley
24 de julio de 2025
Hace 247 millones de años, mucho antes de que los dinosaurios dominaran la Tierra, un pequeño reptil de apenas 15 centímetros trepaba por los árboles del noreste de lo que hoy es Francia. Su descubrimiento, Mirasaura grauvogeli, publicado en Nature, está revolucionando la paleontología con una mezcla de rasgos jamás vista.
Un cuerpo imposible de clasificar
El Mirasaura tenía cola prensil, pies adherentes y una cabeza alargada con ojos al frente, como un ave. Pero lo más asombroso era su cresta dorsal: una estructura de queratina similar a una pluma, que sobresalía de su espalda como un abanico vibrante.
Estas estructuras no eran plumas verdaderas, pero tampoco escamas ni espinas. La sorpresa es que Mirasaura no está emparentado ni con aves ni con dinosaurios, sino que pertenece al extinto grupo de los drepanosaurios, reptiles arborícolas de formas excéntricas.
© PopVerse – YoutubeUn hallazgo que reescribe teorías
El descubrimiento no solo introduce una nueva especie, sino que resuelve un misterio paleontológico de hace medio siglo. Un reptil llamado Longisquama, con estructuras similares y hallado en Kirguistán en los años 70, siempre desconcertó a los científicos. Ahora, gracias a Mirasaura, se confirma que también era un drepanosaurio.
Esto sugiere que las adaptaciones tegumentarias complejas (como plumas o pelos) pudieron aparecer mucho antes de lo que se creía, y en ramas evolutivas que no dieron origen a aves ni mamíferos. ¡Un cambio de paradigma!
Una evolución convergente asombrosa
Los análisis mostraron que las crestas contenían melanosomas similares a los del plumaje de las aves. Aunque no eran plumas ramificadas, se formaban como láminas de queratina, lo que sugiere un proceso evolutivo convergente: reptiles que, por caminos distintos, desarrollaron estructuras comparables a las plumas.

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«No eran imitadores de aves. Eran aves que los imitaban», declara Steve Brusatte, paleontólogo de Edimburgo. El hallazgo revela que la evolución de apéndices complejos pudo haber comenzado mucho antes de lo que pensábamos.
Un reptil que rompe moldes
El descubrimiento de Mirasaura cambia la imagen clásica del reptil escamoso. Con su cuerpo de camaleón, su cabeza de ave y su cresta plumosa, abre la puerta a futuras investigaciones sobre cómo surgieron estas estructuras en el árbol evolutivo de los vertebrados. Para los paleontólogos, este «reptil milagroso» es mucho más que una curiosidad: es una pieza clave para entender el pasado remoto de la vida en la Tierra.
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Fuente: National Geographic. EN:
