Un equipo de investigadores descubrió que lo heredable es un factor clave para vivir más tiempo, mientras que la restricción calórica no garantiza los mismos beneficios para todos
PorCecilia Castro
10 Oct, 2024
Los investigadores concluyen que los genes influyen más en la longevidad que la dieta, desafiando las creencias populares (Imagen Ilustrativa Infobae)
Durante mucho tiempo se ha creído que reducir la ingesta calórica puede alargar la vida. Este concepto proviene de estudios que sugieren que disminuir el consumo de calorías hasta en un 25% puede retrasar el envejecimiento en un 3%. Sin embargo, una investigación reciente ha cuestionado la efectividad de esta práctica como una estrategia general para la longevidad.
Un estudio publicado el 9 de octubre en la revista científica Nature, reveló que los genes juegan un papel más importante en la longevidad que la restricción calórica por sí sola. Los investigadores observaron que, dentro de cada grupo alimentario, la esperanza de vida de ratones variaba significativamente, lo que llevó a la conclusión de que los factores genéticos influyen profundamente en cómo los organismos responden a la restricción calórica. Este hallazgo contradice la creencia popular de que una dieta baja en calorías es el factor determinante para vivir más tiempo. Según los científicos, la genética podría ser el componente clave que hace que algunos organismos sean más longevos que otros, independientemente de lo que coman.
Los especialistas investigaron los efectos de la restricción calórica y el ayuno intermitente en casi 1.000 ratones. El estudio incluyó cinco grupos: uno que comía sin restricciones, dos con 60% y 80% de su ingesta calórica inicial, y dos que practicaban ayuno intermitente, sin comer durante uno o dos días a la semana, pero comiendo libremente los otros días.
La esperanza de vida de los ratones varió significativamente, mostrando diferencias de meses a años según sus perfiles genéticos (Imagen Ilustrativa Infobae)
Los ratones que comían sin restricciones vivieron un promedio de 25 meses. Los de ayuno intermitente vivieron 28 meses, los del 80% de calorías vivieron 30 meses y los del 60% vivieron 34 meses. En los ratones con restricción calórica, la esperanza de vida varió ampliamente, desde solo unos meses hasta cuatro años y medio, lo que muestra que la genética influye mucho más que la dieta.
Como mencionó uno de los autores del estudio, Gary Churchill: “Nuestros datos muestran que perder peso con una restricción calórica en realidad es malo para la esperanza de vida”. Esto implica que, aunque en algunos casos la restricción calórica podría ser beneficiosa, los genes de cada individuo pueden ser más determinantes.
Implicaciones para los estudios dietéticos en humanos
Los resultados de este estudio en ratones también tienen profundas implicaciones para la manera en que se diseñan los estudios sobre dietas restrictivas en humanos. Aquí, la relación entre dieta y longevidad se ha explorado extensamente, pero los hallazgos de esta investigación subrayan la importancia de considerar la genética individual.
Como señalaron los investigadores, dentro de cada grupo de ratones estudiados, había grandes variaciones en la esperanza de vida, lo que sugiere que los mismos regímenes dietéticos pueden afectar de manera muy diferente a personas con distintos perfiles genéticos. En este sentido, el equipo sugirió que el impacto de las dietas restrictivas “dependería en gran medida de cómo los genes de una persona modulen su respuesta a la restricción calórica o el ayuno intermitente”.
El estudio cuestiona la efectividad de la reducción calórica para la longevidad, destacando el papel crucial de la genética - (Imagen Ilustrativa Infobae)
Diversidad genética y longevidad
Uno de los aspectos más destacados del estudio es la inclusión de ratones genéticamente diversos, lo que permitió que los resultados representaran mejor la variabilidad genética que existe en la población humana. A diferencia de estudios anteriores, que se realizaron en animales con perfiles genéticos homogéneos, este estudio abarcó casi 1.000 ratones hembra con diferentes configuraciones genéticas.
El equipo explicó que esta diversidad genética permitió a los investigadores obtener una visión más precisa sobre cómo las dietas podrían afectar a individuos con distintos perfiles genéticos en el mundo real. Según el estudio: “Cada ratón fue seleccionado para ser genéticamente distinto, lo que permitió al equipo representar mejor la diversidad genética de la población humana”.
Consecuencias negativas de la pérdida de peso por restricción calórica
Aunque la restricción calórica ha sido tradicionalmente vista como una estrategia efectiva para prolongar la vida, el estudio también reveló que perder peso como resultado de este tipo de dieta puede tener efectos negativos en la longevidad. En particular, los ratones que perdieron más peso a causa de la restricción calórica mostraron sistemas inmunológico y reproductivo debilitados y, en consecuencia, vidas más cortas.
Este hallazgo sugiere que la pérdida excesiva de peso bajo dietas restrictivas podría comprometer la salud en lugar de mejorarla. Este resultado desafía la creencia común de que el adelgazamiento por sí solo es un indicador positivo de salud a largo plazo, y plantea preguntas sobre cómo la restricción calórica puede influir negativamente en la esperanza de vida en ciertos individuos.
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