Al estilo de los nazis que quemaban libros de autores que consideraban contrarios a sus ideas, hoy en los Estados Unidos se realiza una verdadera purga, que además de cuestionar e intentar borrar burdamente la evidencia científica, por ejemplo, con una política de la avestruz
La actitud de desprecio (de EE.UU) hacia la evidencia científica que ha expuesto las consecuencias del cambio climático
Las olas de calor en todo el mundo producen nuevos récords en los máximos de temperatura, situación que genera a su vez mayor calentamiento global –además de las afectaciones de salud para las personas más vulnerables, ancianos y niños, quienes más resienten los golpes de calor–
4 de julio de 2025, Kerrville, Texas: Vehículos arrastrados por la crecida del río Guadalupe quedaron acordonados en Ingram - San Antonio Express-News / Zuma Press / ContactoPhoto
Un grupo de legisladores estadounidenses se quejan de que el humo de los incendios forestales de Canadá les arruina el verano. En Texas, el 4 de julio, en menos de 4 horas cayó el equivalente de toda el agua que cae en las cataratas del Niágara en un día. En Tuvalu, un pequeño país de Oceanía, 280 de sus habitantes emigran a Australia, ante la inminente desaparición de su país producto de la elevación del nivel del mar. Ante esta grave crisis Estados Unidos —el principal responsable de la emisión de gases de efecto invernadero— responde con la estrategia de la avestruz.
Rogelio López
diario-red.com 17/08/25 |12:00
El pasado 7 de julio un grupo de legisladores republicanos, representantes de los estados al norte de Wisconsin y Minnesota, enviaron una carta dirigida al embajador de Canadá. En ella reclamaban a su vecino del norte que el humo de los incendios forestales en territorio canadiense estaban arruinando el verano en aquella parte de los Estados Unidos, un párrafo de la carta decía: “la mejor época del año para pasar tiempo al aire libre recreando, disfrutando del tiempo con la familia y creando nuevos recuerdos, pero el humo de los incendios dificulta hacer estas cosas”.
Días después se dio a conocer que los legisladores que enviaron la carta habían votado a favor del “BBB” el presupuesto de Donald Trump que incentiva la producción y el consumo de los combustibles fósiles. Esta carta sólo fue una de las varias misivas que enviaron distintos grupos de congresistas para criticar la gestión de los incendios forestales y quejarse del humo de los incendios. Para el 29 de julio, Lee Zeldin, el nuevo administrador de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos —EPA—, anunciaba la eliminación de las regulaciones (establecidas durante la administración de Obama) para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Para Canadá esta ya es la segunda peor temporada de incendios en su historia, a pesar de que todavía faltan dos meses para que concluya la temporada; actualmente existen 712 incendios forestales activos. El gobierno de este país reconoce el papel que juega el cambio climático en la incidencia de estos fenómenos.
Sin embargo, Canadá no es el único país que ha sufrido en las últimas semanas incendios forestales, Estados Unidos, el país de los congresistas quejosos, actualmente sufre 38 grandes incendios activos, la mayor parte éstos se concentran al oeste, que es la región que mantiene condiciones de sequía. Otra de las regiones del mundo que ha sufrido incendios es el Sur de Europa, en España, Italia, Croacia, Grecia, Francia y Turquía —aunque la mayor parte de este país pertenece al continente asiático—. En la red circulan las imágenes de paisajes de regiones cubiertas de humo iluminadas por el rojo y amarillo del fuego.
Si bien algunos incendios son provocados por la negligencia o la ambición de algunas personas —por ejemplo de desarrolladores inmobiliarios—, otros se producen de forma natural. Intencionales o no, ambas formas se ven favorecidas por las condiciones de sequedad que imperan en muchas regiones, a esto hay que agregar las condiciones meteorológicas que traen consigo olas de calor, el desarrollo de tormentas secas —que son la fuente de rayos que al impactar en la vegetación inician un incendio— y la presencia de fuertes vientos. Condiciones que se han ido acentuando como efectos del calentamiento global.
La amenaza existencial no es únicamente para Tuvalu, otras islas también en el Pacífico están destinadas a correr la misma suerte, tal vez no en 25 años, pero también su suerte está echada. Lo interesante del caso es que estas pequeñas naciones son las menos responsables del calentamiento.
Olas de calor
Las olas de calor en todo el mundo producen nuevos récords en los máximos de temperatura, situación que genera a su vez mayor calentamiento global –además de las afectaciones de salud para las personas más vulnerables, ancianos y niños, quienes más resienten los golpes de calor–. El gasto energético que representa el mantener trabajando el aire acondicionado las 24 horas del día para mantener frescos los hogares, escuelas y lugares de trabajo —como ya se hace con los servidores de las grandes empresas tecnológicas que almacenan datos e información en la nube o bien generan información a través de la Inteligencia Artificial (IA)—, implica naturalmente con un mayor consumo de combustibles fósiles para la generación de electricidad. En suma, además de impactar los bolsillos de las personas, acentúa el calentamiento global.
Inundaciones
La madrugada del 4 de julio, en el condado de Kerr, Texas en los Estados Unidos, se desbordó el río Guadalupe, dejando un saldo de 108 personas muertas y millones de pérdidas en bienes materiales como quedó ilustrado en la nota del 8 de julio en este mismo espacio. Aquel día en unas pocas horas cayó el equivalente al agua de 4 meses de lluvia, otra de las estimaciones hace referencia que en ese lapso cayeron el equivalente 378 mil millones de litros de agua lo que equivale a toda el agua que cae por las cataratas del Niágara en un día. Esta inundación ha pasado a la historia por ser la cuarta más catastrófica en Texas. Ante los cuestionamientos de la prensa relacionados a la falta de avisos de alerta, el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, respondió que no caería en ese juego y llamó a “rezar” por las víctimas. Nuevamente, estas inundaciones no han sido las únicas que ha padecido la Unión Americana, lugares como Nuevo México, Carolina del Norte, Nueva York e Illinois también han sufrido estos eventos.
El caso de la Ciudad de México es otro buen ejemplo. A diferencia del anterior, en esta ciudad no se han presentado pérdidas humanas a causa de las lluvias, no obstante, las fuertes precipitaciones hasta ahora han dejado otro tipo de afectaciones: encharcamientos, inundaciones, retrasos y suspensiones en el transporte público, cancelación y retrasos de vuelos, así como pérdidas económicas. Y si bien esto es común que suceda en esta temporada, lo que se sale de la norma es la cantidad de lluvia que ha caído, situación que ocasionado que esta temporada sea la más intensa en 4 décadas —al 8 de agosto ya se había superado por 41% el promedio histórico, asimismo, a pesar de que apenas vamos a la mitad de la temporada ya se superó el promedio anual que es 620 mm al registrarse 650 mm. Otra mala noticia es que agosto y septiembre son los meses en que más llueve, por lo que se espera que esta temporada se sigan batiendo récords.
Desplazados por la emergencia climática
Otra noticia que tal vez no ha tenido mucha difusión ha sido el traslado de 280 personas originarias de Tuvalu a Australia. El primero es un pequeño país conformado por nueve islas de origen volcánico —atolones— en el océano Pacífico que hacían de este lugar un paraíso. Sin embargo, el aumento del nivel del mar producto del calentamiento global, ocasionará que en aproximadamente 25 años el nivel del mar cubra una parte importante de este conjunto de islas. En realidad no tenemos que esperar que pasen esos años para ver ya las consecuencias de la elevación del nivel del mar, los efectos de esto ya se resienten en la contaminación de algunas fuentes de agua dulce por las filtraciones de agua salada del mar. En esté contexto Australia ha accedido a recibir cada año un aproximado de 250 personas al considerarlas migrantes “climáticos”. Dicha acción es, por decir lo menos, un tanto hipócrita si consideramos las medidas anti inmigrantes que desde hace tiempo impulsa este país —algunas de ellas inspiraron al mismísimo Donald Trump—, tales son los casos de las restricciones para obtener asilo y el envío de migrantes hacia centros de detención ubicados en terceros países, por ejemplo a Papúa Nueva Guinea, entre otras medidas.
La principal motivación del grupo que ahora ostenta el poder económico y político en los Estados Unidos es seguir generando ganancias económicas apostando a un modelo de acumulación depredatorio y contaminante
La amenaza existencial no es únicamente para Tuvalu, otras islas también en el Pacífico están destinadas a correr la misma suerte, tal vez no en 25 años, pero también su suerte está echada. Lo interesante del caso es que estas pequeñas naciones son las menos responsables del calentamiento.
La estrategia de la avestruz, la política científica de los Estados Unidos
Un último apunte, a este conjunto de malas noticias hay que agregar la actitud de desprecio hacia la evidencia científica que ha expuesto las consecuencias del cambio climático. Ejemplo de ello son los recortes presupuestales y el cierre de programas de investigación dedicados al estudio de esta temática en Estados Unidos. Sin embargo, no sólo es esto; al estilo de los nazis que quemaban libros de autores que consideraban contrarios a sus ideas, hoy en los Estados Unidos se realiza una verdadera purga, que además de cuestionar e intentar borrar burdamente la evidencia científica, por ejemplo, con una política de la avestruz, dejando de medir la concentración de CO2 en la atmósfera. Al mismo tiempo construyen desde el negacionismo una narrativa que minimiza y relativiza esta crítica situación, tal como se plasma en un informe que reciente publicó el Departamento de Energía de este mismo país, en el que la incertidumbre se pone por encima de la evidencia, asimismo en este documento se propone una revisión de los modelos calificados como “defectuosos” a los que se les atribuye ser la fuente “estudios extremos”. Esta posición no hace más que evidenciar que la principal motivación del grupo que ahora ostenta el poder económico y político en los Estados Unidos es seguir generando ganancias económicas apostando a un modelo de acumulación depredatorio y contaminante que nos pone cada vez más al borde del precipicio, y no porque el neoliberalismo no lo estuviera haciendo; sin embargo, una de las diferencias es que al menos este intentaba guardar las apariencias. Lo sombrío de este panorama no debe ser el pretexto para permanecer inmóviles, al contrario hoy más que nunca es necesario evidenciar las características suicidas de este proyecto.
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