Desde la línea de jóvenes en riesgos y participación juvenil esperamos que este no se convierta en un evento diplomático más
Por: Yudi Angulo Castro
Enlace Buenaventura: Línea de Jóvenes en Riesgo y Participación Juvenil
El 21 de octubre se llevará a cabo en la ciudad de Cali, capital del departamento del Valle del Cauca, la décimo sexta Conferencia de las Partes (COP-16) del Convenio de Diversidad Biológica. A principio del año 2024 hemos escuchado con mayor potencial la palabra COP-16 en el país, algunos dicen que este es un espacio donde confluyen muchos mandatarios para hablar sobre cambio climático, otros que es una convención donde se habla de acciones en favor del medio ambiente y la biodiversidad, pero en realidad, ¿los vallecaucanos sabemos que significa la COP-16 y su impacto en nuestra región?, ahora bien, el departamento del Valle del Cauca está ubicado en la región suroccidental de Colombia, es conocido por su rica biodiversidad y diversidad de ecosistemas, esta zona es punto de encuentro entre diferentes regiones naturales, incluyendo la cordillera de los Andes, la llanura del Pacífico y las zonas costeras, lo que contribuye a una amplia variedad de flora y fauna.
Según un estudio de la WWF Colombia el 76% de los colombianos admitió desconocer que es la COP-16, lo que sigue siendo un reto para el gobierno nacional, departamental y local; el desconocimiento alrededor de lo que implica este evento en el país, sino su impacto en un territorio como el de Buenaventura.
Ahora, ¿Cuál debe ser el papel de Buenaventura durante la COP-16?, es la pregunta que muchos bonaverenses se plantean entendiendo lo geográficamente estratégica que es esta ciudad para la región en materia de biodiversidad, no solo en flora y fauna. La biodiversidad en Buenaventura es impresionante y forma parte de uno de los ecosistemas más ricos de Colombia y el mundo. Esta región se encuentra en el Chocó biogeográfico, una de las áreas con mayor biodiversidad en el planeta, caracterizada por una combinación de selvas húmedas tropicales, manglares, ríos y zonas marinas, sumado a, que mas del 90% del territorio de Buenaventura es rural.
El pasado 4 de octubre Buenaventura se convirtió en el centro del dialogo de la COP-16, espacio en el que hicieron presencia, la gobernadora del departamento del Valle, Dilian Francisca Toro Torres, la alcaldesa de los bonaverenses, Ligia del Carmen Córdoba, la vicepresidenta de la República, Francia Elena Márquez Mina, la gobernadora del departamento del Chocó, Nury Carolina Córdoba, entre otros lideres de la región. Con el propósito de reconocer la labor que se podría gestar desde esta parte de la región.
Foto tomada del portal Pacífico Hoy
Este espacio fue la oportunidad para seguir haciendo un llamado a mirar a Buenaventura más allá del puerto, sino en todo un epicentro turístico dado su potencial biodiverso. Casualmente la COP-16 comienza cuando la temporada de ballenas en Buenaventura finaliza, está debería convertirse en la posibilidad de gestar alianzas que contribuyan a la conservación de este tipo de especie que durante ciertas épocas hacen su arribo a las aguas del pacifico, siendo una de las atracciones turísticas que más ingresos le genera al comercio local. En Buenaventura no es fuerte el turismo al interior de la ciudad por no contar con los suficientes y adecuados espacios para que esta actividad cobre vida, de ahí que muchas organizaciones de la sociedad civil se piensen hoy el turismo comunitario como una alternativa de visibilización, generación de ingresos, economía social y solidaria. Pero este tipo de iniciativas requieren mayor involucramiento por parte de organismos del Estado y la Cooperación Internacional para hacerlos sustentables. Sin lugar a duda, este evento podría potenciar al hoy distrito si se piensan desde las administraciones de turno apuestas que logren maximizar las potencialidades con las que cuenta esta parte de la región que por décadas ha estado excluida, olvidada y marginada.
Desde la línea de jóvenes en riesgos y participación juvenil esperamos que este no se convierta en un evento diplomático más como muchos de los que se han propiciado en la región o en un mero saludo a la bandera para potenciar en materia económica a un grupo de empresarios, sino en una puerta que se apertura para procesos de investigación, educación, y concientización de las apuestas necesarias para disminuir el impacto negativo al medio ambiente y la biodiversidad en el planeta, esto implicaría mayor inversión y apoyo al trabajo que organizaciones y lideres defensores del ambiente han venido adelantando por años, así mismo como a las instituciones que se encargan de llevar a cabo investigaciones y preservaciones.
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