SALUD
El estudio determina cómo el exceso de grasa en las membranas celulares puede interferir con el control de las molestias
La investigación ilumina el camino que toman las señales de dolor desde el lugar de la lesión hasta el cerebro y conecta los muchos actores biológicos involucrados
El colesterol alto puede producir un dolor crónicoPIXABAY
Por REDACCIÓN/Diario Las Américas
7 de marzo de 2024 - 16:26
MIAMI.- Una nueva investigación muestra cómo la presión física sobre las células puede reducir las señales del dolor, mientras que los cúmulos excesivos de colesterol en las membranas celulares pueden interferir con ese proceso, según una nueva investigación del Instituto Herbert Wertheim UF Scripps de Innovación y Tecnología Biomédica.
“El exceso de colesterol es una característica de muchas enfermedades y trastornos, incluida la diabetes y las enfermedades del envejecimiento”, dijo Scott B. Hansen (Ph.D) quien lideró el estudio, un profesor asociado de medicina molecular en el Instituto Wertheim UF Scripps que tras los estudios ha considerado que “esto podría dar una explicación de por qué vemos más dolor crónico en estos grupos”.
Los descubrimientos del laboratorio de Scott B. Hansen muestran por primera vez que los lípidos o grasas de la membrana celular ayudan a enviar un pulso eléctrico a las células después de experimentar presión y fuerza.
La investigación ilumina el camino que toman las señales de dolor desde el lugar de la lesión hasta el cerebro y conecta los muchos actores biológicos involucrados. El hallazgo es cómo el colesterol cuando toma protagonismo en las membranas celulares puede interferir con el control del dolor.
“Para sentir dolor, primero hay que sentir la lesión. En segundo lugar, ese mensaje de lesión debe convertirse en una señal que pueda viajar rápidamente por el cuerpo y ser interpretada por el cerebro. La estructura lipídica parece sentir la fuerza y convertirla en una señal. Luego, la señal puede ayudar a activar las propias respuestas de alivio del dolor del cuerpo, siempre que no haya interferencia, disminuyendo la gravedad del dolor.
Pero el colesterol elevado es la “interferencia” haciendo que el dolor se mantenga o no disminuya. Es como si ese proceso natural de alivio se vea interrumpido por la grasa en la sangre hasta hacerse crónico.
Para ilustrar el estudio, los investigadores señalan que cuando alguna persona se golpea el dedo del pie o la cabeza, frotando la lesión puede disminuir el dolor. Pero con cúmulos excesivos de colesterol en las membranas celulares ese proceso se detiene y hace que persista la molestia.
"Hay dos tipos de grasas en la membrana, una es fluida, como el aceite de oliva, y la segunda contiene colesterol y se encuentra en forma de grumos pequeños y rígidos, más parecidos a la manteca de cerdo", dijo Hansen.
El científico reafirmó que "no se sabía que esas grasas podrían desempeñar un papel en la señalización del dolor". La investigación plantea preguntas interesantes y oportunidades para realizar más estudios, afirmó.
Muchas proteínas se asocian con esta estructura lipídica, incluidas las proteínas implicadas en la enfermedad de Alzheimer y la inflamación. Comprender si la inflamación afecta la estructura del colesterol de la membrana, especialmente en las células cerebrales, también puede resultar importante para comprender el vínculo dolor-inflamación.
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FUENTE:
Ufhealth /Redacción Diario las Américas