Los escáneres cerebrales revelan que la soledad puede derivar en una forma particular de apreciar el mundo, capaz de distinguirse en la dinámica del cerebro humano
Pablo Javier Piacente
Los resultados de un nuevo estudio sugieren que las personas solitarias procesan el mundo de una manera diferente a aquellos que no manifiestan esta sensación o no se sienten solos: luego de analizar 214 regiones diferentes del cerebro, los especialistas hallaron que las personas que no estaban solas eran similares a nivel general en términos neurológicos, en tanto que los individuos con altos niveles de soledad tenían más probabilidades de tener respuestas cerebrales únicas.
Una nueva investigación liderada por la Universidad del Sur de California (USC), en Estados Unidos, concluyó que las respuestas cerebrales de las personas solitarias difieren notablemente de las de otras personas, tanto en el caso de otros individuos solitarios como de quienes no se sienten solos o no experimentan esta sensación. El estudio, basado en escáneres cerebrales mediante resonancia magnética funcional (fMRI), fue publicado recientemente en la revista Psychological Science.
LAS DOS CARAS DE LA SOLEDAD
Aunque un porcentaje importante de artistas y científicos, entre otras especialidades, que han concretado obras perdurables a lo largo de la historia de la humanidad han sido relacionados con la soledad o la han sufrido en algún momento de sus vidas, la misma se considera generalmente negativa para la salud humana.
Los especialistas sostienen que la soledad es perjudicial para el bienestar y, a menudo, va acompañada de sentimientos de incomprensión por parte de otras personas, que pueden derivar en otros cuadros psicológicos como la depresión o la ansiedad. Existen incluso estudios que relacionan a la soledad con una menor expectativa de vida y con la aparición de diferentes enfermedades en la adultez o la vejez.
¿Por qué, sin embargo, parece propiciar al mismo tiempo grandes creaciones o soluciones innovadoras? Es una de las preguntas que se hizo el equipo de científicos liderado por Elisa Baek, y que ha intentado responder utilizando resonancias magnéticas funcionales para analizar el cerebro de 66 estudiantes universitarios, midiendo discretamente la alineación relativa del procesamiento mental en los participantes del estudio.
UNA SINGULARIDAD QUE PUEDE SER PROBLEMÁTICA
Los análisis efectuados sobre 214 regiones cerebrales muestran que aquellos voluntarios que no se sentían solos mostraron respuestas cerebrales casi idénticas. Por el contrario, cada participante que se identificó como una persona solitaria entregó respuestas cerebrales diferentes: estos individuos se desviaron de la forma típica en que habitualmente se procesa la información y lo hicieron de una manera única o idiosincrática, siguiendo una estrategia particular ligada a sus propias ideas y estructuras cognitivas.
Según una nota de prensa, este hallazgo es significativo porque revela que la similitud neuronal, que se refiere a cuán similares son los patrones de actividad cerebral de diferentes individuos, está vinculada a una comprensión compartida del mundo. Esta comprensión compartida parece ser vital para establecer conexiones sociales.
Por el contrario, las personas que sufren de soledad no solo son menos similares a la “norma social” para procesar el mundo, sino que cada persona solitaria también difiere en formas únicas de otros individuos que se definen en el mismo estado. Esa singularidad puede afectar aún más los sentimientos de aislamiento y falta de conexión social.
Al mismo tiempo, la mencionada singularidad también podría propiciar formas originales de apreciar la realidad, explicando por qué la soledad también puede ser extremadamente creativa y productiva. Desde un punto de vista humano, no se debería dejar de considerar además la cuestión de la empatía, para intentar integrar estas visiones particulares y no estigmatizarlas, derivando en normas o estereotipos rígidos que atenten contra la libre expresión individual.
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REFERENCIA
Lonely Individuals Process the World in Idiosyncratic Ways. Elisa C. Baek et al. Psychological Science (2023). DOI:https://doi.org/10.1177/09567976221145316
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