“Este descubrimiento apoya un modelo totalmente diferente de la formación del sistema solar, lo que respalda al idea de que cantidades significativas de material rocoso coexisten con objetos dentro de la nube de Oort”
En febrero de 2021 cayó una bola de fuego sobre la Tierra, que lejos de ser la protagonista de una historia paranormal, se trató de un meteroroide rocoso proveniente de la Nube de Oort. Esta nube es una de las estructuras más asombrosas de nuestro Sistema solar, es un disco de objetos celestes que rodea toda la estructura de nuestro vecindario cósmico y lo separa del espacio interestelar. Los científicos nunca habían observado de cerca un objeto rocoso de Oort, pero este que ardió sobre Canadá desafía las teorías populares sobre la formación de la Nube de Oort y creen podría cambiar la comprensión sobre cómo nació el Sistema Solar hace millones de años.
University of Alberta
La Nube de Oort
La Nube de Oort se encuentra mucho más allá de Plutón y de los bordes más distantes del cinturón de Kuiper, se cree que es una gigantesca envoltura esférica que rodea al Sol, los planetas y los objetos del Cinturón de Kuiper. Es algo así como una burbuja gigante y espesa alrededor de nuestro Sistema Solar formada por objetos helados similares a cometas, que pueden ser tan grandes como montañas e incluso más grandes.
De acuerdo con la NASA, se piensa que la Nube de Oort se formó cuando la gravedad de los planetas recién formados empujó a los objetos helados lejos del Sol y la gravedad de la Vía Láctea hizo que los objetos se asentaran en el borde del sistema.
Esta idea dice que estos objetos helados no siempre estuvieron tan lejos del Sol, después de que se formaran los planetas la región aún tenía muchos trozos sobresalientes llamados planetesimales, los cuales se formaron a partir del mismo material que los planetas y su gravedad los dispersó por todas partes.
ShutterStock
Creación del Sistema Solar
Una de las teorías actuales más populares sobre la formación del sistema, es el modelo de acreción de guijarros, que describe la succión de guijarros de tamaño milimétrico para formar cuerpos celestes. Sin embargo, estos nuevos hallazgos cuestionan los modelos de formación del Sistema Solar basados en la acreción de guijarros, que actualmente no pueden explicar la gran abundancia observada de material rocoso en la nube de Oort.
“Este descubrimiento apoya un modelo totalmente diferente de la formación del sistema solar, lo que respalda al idea de que cantidades significativas de material rocoso coexisten con objetos dentro de la nube de Oort”, declaró Denis Vida, autor principal del estudio publicado en la revista Nature Astronomy.
Estos nuevos resultados apoyan la teoría del gran giro de la formación del sistema, el cual propone que Jupiter se formó más cerca del Sol y migró hacia él antes de que los efectos gravitatorios entre Jupiter y Saturno forzaran a ambos planetas a alejarse. De acuerdo con los investigadores, sólo este modelo podría explicar la expulsión de material rocoso del sistema hacia la nube de Oort que explicaría también la bola de fuego que surcó nuestros cielos.
Bola de fuego cae del cielo
Esta bola de fuego fue captada por las cámaras del Observatorio Global de Bolas de fuego (GFO) de la Universidad de Alberta, el cual es una colaboración mundial entre organizaciones con el objetivo de obtener imágenes de bolas de fuego para poder recuperar meteoritos.
Los cálculos de la trayectoria de la bola de fuego muestran que viajó desde los confines del Sistema Solar, similar a las trayectorias de los cometas helados, los objetos que se cree habitan en la nube de Oort. La naturaleza rocosa de la bola de fuego quedó confirmada por su descenso a mayor profundidad en la atmósfera terrestre de los que podrían sobrevivir los objetos helados que viajan en una orbita similar.
Sorprendentemente, este no es un caso aislado pues los investigadores encontraron una bola de fuego similar en una base de datos histórica que nunca llegó a ser detectada en su momento. Según los autores del estudio, estos múltiples cuerpos rocoso sugieren que entre el 1% y el 20% de los meteoroides procedentes de la Nube de Oort son rocosos.
“Cuanto mejor comprendamos las condiciones en las que se formó el sistema solar, mejor comprenderemos lo que fue necesario para desencadenar la vida”, afirmó Vida.
___________
Referencias:
Vida, D., Brown, P.G., Devillepoix, H.A.R. et al. Direct measurement of decimetre-sized rocky material in the Oort cloud. Nat Astron (2022). DOI
______
Fuente: