La estrategia de represalia implica medidas simétricas contra las restricciones impuestas por Estados Unidos.
La estrategia de Xi Jinping hacia Estados Unidos
La redacción de l'AntiDiplomatico
Según Evan Medeiros, profesor de la Universidad de Georgetown y ex funcionario del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, el presidente chino, Xi Jinping, afrontará la presidencia de Donald Trump con un enfoque marcado por "claridad y determinación". Medeiros, entrevistado por el Financial Times, subraya que las relaciones entre China y Estados Unidos se basarán predominantemente en los negocios, pero con un estilo que recuerda a Don Corleone. Xi evitará el contacto directo con Trump y optará por respuestas rápidas y decisivas como forma de presión.
Beijing se declara dispuesto a negociar para aliviar las tensiones de la guerra comercial en curso. Sin embargo, China se prepara para responder a posibles amenazas estadounidenses con tres estrategias principales: represalias, adaptación y diversificación. La estrategia de represalia implica medidas simétricas contra las restricciones impuestas por Estados Unidos. Ya en los últimos meses, China ha prohibido la exportación de materiales esenciales para los sectores tecnológico y militar de Estados Unidos, en respuesta a las restricciones a los semiconductores impuestas por Washington.
Según Medeiros, no responder sería percibido como un signo de debilidad interna. Al mismo tiempo, China está adoptando políticas de adaptación. Desde el otoño de 2023, Beijing ha intensificado el estímulo fiscal y monetario para apoyar a las empresas y consumidores locales. Este cambio de rumbo pretende fortalecer la economía interna, mitigando los efectos de una posible escalada de la guerra comercial. Finalmente, la estrategia de diversificación apunta a ampliar los vínculos económicos globales. Xi ha iniciado negociaciones para reducir unilateralmente los aranceles a las importaciones procedentes de países no aliados de Estados Unidos e inauguró un puerto estratégico en Perú para facilitar el comercio con América Latina.
Durante una reunión con líderes de las principales organizaciones económicas internacionales, Xi reiteró su oposición al proteccionismo y destacó el papel de China como motor de la estabilidad y el crecimiento económicos globales. La determinación de Beijing de responder a la presión estadounidense marca un nuevo capítulo en las relaciones entre las dos superpotencias, delineando un futuro de rivalidad económica y estratégica.
*Tomado del boletín diario de l'AntiDiplomatico dedicado a nuestros suscriptores
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