La posibilidad de que la metformina pueda mitigar estos efectos es un avance significativo en la neurociencia y la medicina geriátrica
La metformina ralentiza en los monos el envejecimiento cerebral
Nelson Hernández
19/09/2024
La metformina, un fármaco barato y ampliamente disponible, podría convertirse en una herramienta clave para preservar la cognición y mejorar la calidad de vida en la vejez / Freepik
Los medicamentos antidiabetes tienen efectos inesperados en el control de otras afecciones. El tratamiento de la obesidad con semaglutida es uno, pero ahora se suma que un estudio reciente determinó que la metformina puede ralentizar el envejecimiento cerebral en monos. Un hallazgo que abre nuevas perspectivas en la lucha contra el deterioro cognitivo asociado con la edad.
Durante tres años, un grupo de investigadores administró una dosis diaria de metformina a unos monos machos. Los animales mostraron un envejecimiento cerebral significativamente más lento que se tradujo en una preservación notable de la cognición y un retraso en el deterioro de tejidos clave del cerebro.
La metformina, conocida por su bajo costo y su eficacia en el control de la glucosa en sangre, ha sido objeto de numerosos estudios debido a sus posibles beneficios más allá del tratamiento de la diabetes. Sin embargo, este es uno de los primeros que demuestra su potencial en la preservación de la función cerebral.
Los monos tratados con el fármaco mantuvieron una actividad neuronal similar a la de ejemplares 6 años más jóvenes, lo que equivale a unos 18 años en términos humanos. Además, mejoraron en la función cognitiva y una preservación de la función hepática, que sugiere que los beneficios de la metformina podrían extenderse a otros órganos.
Cerebro viejo y menos ágil
/ karn2608/ New Scientist
El envejecimiento cerebral es un proceso complejo que implica la disminución de la velocidad de procesamiento, la pérdida de volumen cerebral y la comunicación más lenta entre las neuronas. Se manifiestan como una menor agilidad mental, dificultades para concentrarse y una respuesta más lenta a estímulos externos. La posibilidad de que la metformina pueda mitigar estos efectos es un avance significativo en la neurociencia y la medicina geriátrica.
La importancia de la metformina no es solo en la medicina preventiva, también plantea preguntas sobre cómo aplicar estos hallazgos a la salud humana. Los resultados en monos son prometedores. Se necesitarán más investigaciones para determinar si estos efectos pueden replicarse en humanos y cómo podría integrarse la metformina en los tratamientos para ralentizar el envejecimiento cerebral.
Se viene investigando el potencial de varios medicamentos y compuestos para ralentizar el envejecimiento cerebral y mejorar la función cognitiva. Uno muy prometedor es la rapamicina, un inmunosupresor utilizado para prevenir el rechazo de órganos trasplantados. En estudios preclínicos ha mostrado capacidad de extender la vida útil y mejorar la función cognitiva en modelos animales. Otro es el resveratrol, que se encuentra en la piel de las uvas y en el vino tinto. Sus efectos antioxidantes y antiinflamatorios podrían proteger el cerebro del envejecimiento.
Cambios biológicos y sociales con la edad
El envejecimiento cerebral es un proceso que incluye cambios en el cerebro que se producen con la edad. Una es que se encoje, lo que afecta la parte que se encarga del aprendizaje y otras actividades mentales. También se pierden neuronas, que son células de larga vida que no se dividen y difícilmente se regeneran. Desaparecen muchas de las conexiones entre las neuronas y se acumulan proteínas en forma de agregados que se depositan dentro y fuera de estas. El flujo sanguíneo cerebral puede disminuir.
El envejecimiento cerebral puede provocar una reducción en la memoria, el pensamiento y la capacidad cognitiva. Sin embargo, estos cambios no son iguales en todas las personas. Es uno de los principales factores de riesgo de enfermedades neurodegenerativas como alzhéimer, Parkinson, la enfermedad cerebrovascular, el deterioro cognitivo leve y la enfermedad de Lou Gehrig.
Los cambios y alteraciones biológicas son factores claves para el declive cognitivo; sin embargo, también están asociados estilos de vida poco saludables, como el sedentarismo. Igualmente, pérdidas y cambios sociales, como la jubilación, que puede venir acompañados de aislamiento social.
Asimismo, influyen las enfermedades vasculares y metabólicas, como la diabetes e hipertensión. Y el género. Aunque los cambios biológicos a nivel cerebral entre hombres y mujeres son diferentes, ellas y las personas de género diverso están expuestas a mayores factores de riesgo que las vulneran, como la violencia, jornadas largas de trabajo, sobrecarga de cuidados, baja escolaridad, poco acceso a servicios de salud, que pueden acelerar el ritmo del envejecimiento cerebral.
Alimentos rejuvenecedores
Hay varios alimentos que pueden ayudar a proteger el cerebro del envejecimiento gracias a sus propiedades nutricionales. Por ejemplo, los ácidos grasos omega-3. Presentes en pescados como el salmón, la caballa y las sardinas, son esenciales para la salud cerebral. Ayudan a mantener la estructura y función de las neuronas. Verduras como el brócoli, la col rizada y las coles de Bruselas son ricas en antioxidantes y otros nutrientes que pueden mejorar la función cognitiva y proteger el cerebro del daño oxidativo.
Las nueces, almendras y avellanas son excelentes fuentes de vitamina E, un antioxidante que puede ayudar a proteger las células cerebrales del daño causado por los radicales libres. Consume arándanos, fresas y moras, frutas ricas en antioxidantes que pueden reducir la inflamación y el estrés oxidativo en el cerebro, por lo que mejoran la memoria y la función cognitiva.
/ Freepik
El té verde es rico en polifenoles, que tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Su ingesta regular se ha asociado con una mejor función cognitiva y un menor riesgo de enfermedades neurodegenerativas. La curcumina presente en la cúrcuma y el chocolate negro rico en flavonoides también tienen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Los flavonoides ayudan a aumentar el flujo sanguíneo al cerebro.
Tips para retrasar el envejecimiento cerebral
- Duerme bien: el sueño es necesario para el mantenimiento de la homeostasis metabólica en el cerebro (estabilidad y equilibrio interno). La vigilia está asociada con el estrés mitocondrial, y sin dormir lo suficiente, se genera degeneración neuronal. Tratar de ponerse al día con la “deuda de sueño” durante los fines de semana no evita el daño.
- Toca un instrumento: La acción de crear música conduce a un cambio fuerte en la actividad cerebral. Tocar un instrumento musical puede ayudar a los adultos mayores a retener sus habilidades auditivas y a evitar el deterioro cognitivo.
- Haz algo de ejercicio: El ejercicio físico constante es el efecto más poderoso en términos de prevención de la enfermedad de Alzheimer. No se trata de pasar largas horas entrenando. Una caminata mañanera o la práctica del deporte preferido son ideales para estimular el cerebro.
- Evita el tabaco y el alcohol: tabaco y alcohol son altos factores de riesgo para la demencia.
- Revisa tu colesterol: niveles altos de colesterol LDL («el malo») se asocian con un aumento del riesgo de demencia.
- Mejora el nivel de azúcar en sangre: el exceso de azúcar puede perjudicar tus habilidades cognitivas y también contribuye a la presión arterial alta.
- Evita la sal y cuida la presión arterial: la alta ingesta endurece las arterias y aumenta la presión arterial. Además, afecta los vasos sanguíneos en el cerebro, deteriora el flujo sanguíneo en el tejido cerebral y aumenta las posibilidades de deterioro cognitivo.
- Estimula la mente: lee, inscríbete en cursos, anímate a hacer rompecabezas o a resolver problemas matemáticos. Experimenta con cosas que requieren destreza manual y esfuerzo mental, como tejer, dibujar, pintar y otras manualidades.
- Construye relaciones sólidas: asegúrate de pasar tiempo con gente que te anime y te desafíe.
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