Un equipo de científicos ha descubierto que los antígenos alimentarios, como las proteínas de la leche, ayudan a prevenir el crecimiento de tumores en nuestro intestino, más concretamente en el intestino delgado.
Soraia Ferreira
23 de septiembre de 202
Según EurekAlert! , los experimentos revelaron cómo estas proteínas activan el sistema inmunológico intestinal, permitiéndole prevenir eficazmente la formación de nuevos tumores.
En un nuevo estudio , publicado el miércoles en Frontiers Immunology , los investigadores utilizaron un tipo especial de ratón con una mutación en un gen supresor de tumores.
Al igual que las personas con poliposis adenomatosa familiar , cuando este gen no funciona correctamente, los ratones desarrollan tumores en el intestino delgado y grueso.
En este estudio, los científicos alimentaron a ratones con alimentos normales o sin antígenos y descubrieron que aquellos que recibieron este tipo de alimentos tenían menos tumores en el intestino delgado, pero la misma cantidad en el intestino grueso.
Luego agregaron un antígeno llamado albúmina a la dieta libre de antígenos, asegurándose de que la cantidad total de proteína fuera igual a la cantidad de proteína en la dieta normal. Cuando los ratones recibieron esta dieta, se suprimieron los tumores en el intestino delgado , al igual que con la comida normal.
Las tres dietas también afectaron a las células inmunitarias, específicamente a las células T , en el intestino delgado. Los ratones que recibieron la dieta simple libre de antígenos tenían menos células T que los que recibieron la comida regular o libre de antígenos con proteína de leche.
“Los tumores de intestino delgado son mucho más raros que los de colon, pero el riesgo es mayor en casos de poliposis adenomatosa familiar, por lo que el uso clínico de dietas elementales para tratar la enfermedad inflamatoria intestinal u otras enfermedades gastrointestinales en estos pacientes debe considerarse muy cuidadosamente”, concluye el autor principal del estudio, Hiroshi Ohno .
Estos hallazgos sugieren que las dietas adoptadas por personas sin enfermedades gastrointestinales pueden ser riesgosas y enfatizan que estas dietas no deben seguirse sin la recomendación de un médico.
Soraia Ferreira, ZAP //
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