
- No creer en nada de lo que publican las redes sociales sin antes verificar.
- La duda es primordial
- Contrastar varias fuentes, no quedarse con una sola versión de la información
- Establecer horarios de forma disciplinada para acceder a las redes sociales
- Desactivar las notificaciones, salvo las necesarias para nuestro desempeño familiar o laboral
- Cuando estamos ante un dispositivo, hacernos las preguntas: ¿Para qué me sirve este tipo de contenido? ¿Es útil para mí? ¿Cómo me nutre? ¿Me suma? ¿Me resta? ¿Es este el mensaje que necesito en este momento? ¿Qué necesito yo de este mensaje? ¿Cuánto de mi tiempo estoy dedicándole a esta red social?
- Crear redes de apoyo que promuevan la veracidad de la información
- Difundir narrativas alternativas que contrarresten la desinformación, enfocándose en hechos y datos reales
- Reencontrarnos con aquello que nos rodea, nuestro prójimo, la naturaleza que incluye la vida animal y vegetal
- Convencernos y convencer a los niños y las niñas de que las computadoras y las nuevas tecnologías son apenas una parte de las posibilidades que tenemos. La realidad es mucho más potente y más amplia que lo que podemos percibir con los dispositivos
- Movilizar masivamente a nuestra gente a actividades, como por ejemplo la reforestación de zonas devastadas, el trabajo manual que les permita sobre todo a los más jóvenes reencontrarse con su corporalidad, con su cuerpo, con el cuerpo humano que es el único fabricante de bienes y servicios en el mundo
- Fortalecer el tejido cultural orgánico con sus poderosas fuerzas simbólicas, la identidad de cada pueblo con sus respectivos referentes. Reagrupar y fortalecer el tejido social fracturado, consolidar los valores que nos conectan con el otro/a
- Empoderar al pueblo para derrotar a la dictadura en el campo de las comunicaciones, donde las tecnologías y los medios de comunicación deben ser también propiedad de las mayorías