La paradoja es que los que todavía no están en edad de votar serán los más afectados por las decisiones climáticas del presente
La generación que todavía no vota quiere participar en las decisiones climáticas. / Tom Seger/Unplash.
Alejandro Sacristán
15 AGO 2024
En el contexto de la crisis medioambiental, el diálogo intergeneracional fomenta la participación de los jóvenes para garantizar un futuro sostenible para todas las generaciones. Pero cuestiona la legitimidad de excluir a los que todavía no están en edad de votar, que serán los más afectados por las decisiones del presente. Por eso propone que las generaciones actuales representen a las que alcanzarán la mayoría de edad durante nuestra vida, mediante una autorización retroactiva.
Cuando asumimos el cambio climático como condición permanente somos conscientes que el diálogo intergeneracional y los vasos comunicantes entre generaciones que van sucediendo son muy importantes: son señales para futuros deseables.
Las asambleas ciudadanas institucionales, y otros mecanismos de innovación democrática, presentes y futuros, son espacios de diálogo intergeneracional que complementan o podrían complementar la democracia liberal. Además, sus distintos formatos equitativos, ya sean presenciales, híbridos o en línea favorecen que las generaciones más jóvenes muestren interés por estos mecanismos de participación directa.
Democracia deliberativa
Las asambleas ciudadanas institucionales son una iniciativa de alcance global con más de 20 años de recorrido, son una forma de democracia deliberativa, un proceso en el cual las personas participantes son seleccionadas por sorteo representativo (según criterios de edad, profesión, territorio, género, etc.). Las personas asambleístas son informadas por expertos e investigan, deliberan y toman decisiones. Sus deliberaciones se realizan en audiencias públicas, y han cambiado la creación de políticas públicas en Australia, Bélgica, Canadá, India, Irlanda, Polonia, Francia y el Reino Unido ya que se proponen recomendaciones y soluciones para el ámbito legislativo.
Nuria Borda, participante por sorteo estratificado en la Asamblea Ciudadana para el Clima de España (2022), nos ha comentado que los grupos y subgrupos de trabajo al interior de la asamblea ciudadana climática española venían a reproducir la estratificación previa, dando lugar a la participación de los jóvenes en todas las formaciones específicas, debates y consensos para la elaboración de las recomendaciones que luego serían votadas por todos los y las asambleístas. Se produjo de facto un diálogo intergeneracional donde participaban activamente los jóvenes y otras generaciones.
La Unión Europea lleva tiempo impulsando estos espacios de diálogo intergeneracional para la participación efectiva de los ciudadanos y las organizaciones de la sociedad civil en los procesos de elaboración de políticas públicas, según la Recomendación de la UE 2023/2836 de la Comisión de 12 de diciembre de 2023, por ejemplo. Además, la UE reconoce la importancia de involucrar a los jóvenes en la toma de decisiones relacionadas con el medio ambiente y el clima. Las voces y perspectivas de los jóvenes son esenciales para garantizar políticas más justas y sostenibles.
Activismo climático
En el ámbito de la concienciación y la lucha contra las causas del calentamiento global, la emergencia climática y la protección del medioambiente existen muy diversas organizaciones y movimientos cuyos miembros y asociados son de muy diferentes edades: según estas organizaciones el diálogo intergeneracional se hace imprescindible y fructífero. Al interior de éstas los más mayores están preocupados y concernidos por el mundo que dejan a las generaciones más jóvenes y por venir, y los más jóvenes sienten que les han dejado un mundo muy complicado y en riesgo medioambiental, y por tanto sienten que tienen más derecho a marcar la agenda y en muchos casos se muestran más activos y directos en sus acciones, tanto dentro como fuera de las organizaciones, ya sean en labores de lobby como de activismo pacífico en las calles.
El diálogo intergeneracional aboga por la implementación de políticas y acciones que tengan en cuenta las necesidades presentes y futuras. Esto puede incluir enfoques sostenibles en la toma de decisiones y la planificación a largo plazo. Por ejemplo, los ministerios del futuro, el defensor de las generaciones futuras
y otros.
Niños y jóvenes de Montana han derrotado al Estado por contaminar la naturaleza. / MEIC.
Diálogo intergeneracional
El diálogo intergeneracional en el contexto de la crisis medioambiental y climática busca abordar las inequidades, fomentar la participación de los jóvenes y promover la responsabilidad colectiva para garantizar un futuro sostenible para todas las generaciones. Las formas innovadoras de participación que asocian directamente a los ciudadanos son prácticas prometedoras para apoyar y renovar los mecanismos de gobernanza. Contribuyen a movilizar a la ciudadanía para que aborde problemas complejos relacionados con las políticas, como el cambio climático y las decisiones de inversión en infraestructuras, o el futuro de la transformación digital y la transición energética.
Cuando el futuro no se alcanza a vislumbrar para los jóvenes como un lugar deseable al que ir, si no van hacia el futuro, ¿hacia dónde irán? Precisamente muchos de ellos ven oportunidad en el medio Internet, las redes sociales, en la Inteligencia Artificial generativa para la creación de contenidos, el Metaverso y los videojuegos masivos en línea y en general les gustaría compaginar estos trabajos de futuro con la sostenibilidad.
Datos y sostenibilidad
Sin embargo, se sabe bien de los problemas y el inmenso gasto energético que se produce debido al procesamiento masivo en los grandes centros de datos y en particular en lo que tiene que ver con el uso de la IA generativa/creativa. La Agencia Internacional de la Energía reconoce que la Inteligencia Artificial se ha convertido en un problema energético y ha convocado un congreso internacional para tratarlo.
Precisamente 150 ciudadanos europeos de todas las edades convocados por la Comisión Europea y elegidos por sorteo se reunieron pues en un Panel de Ciudadanos Europeos sobre Mundos Virtuales que siguió los criterios de las asambleas ciudadanas institucionales. Las recomendaciones y métodos que implementar para su cumplimiento fueron tomadas con un grandísimo consenso intergeneracional. Y se aludía explícitamente a la necesaria sostenibilidad de la web 4.0 futura y los mundos virtuales.
Democracia y crisis climática
La democracia es un proyecto intergeneracional sostiene el investigador William Sjöstedt, o debería serlo. Sjöstedt es doctor en ciencias políticas por la Universidad de Aalborg, y ha puesto su atención en un aspecto poco discutido de la naturaleza de la democracia: el hecho de que es un proyecto intergeneracional. En su tesis doctoral plantea que “Las condiciones de la vida (democrática) están parcialmente establecidas por las generaciones pasadas, y nacemos en un mundo que ya está en marcha, un futuro que ya está en marcha si no se hace nada por cambiarlo.
El medio ambiente, la economía y las instituciones políticas que creamos se transmitirán a las generaciones futuras. Estos efectos indirectos se intensifican por el cambio climático antropogénico, que implica niveles de impacto entre generaciones nunca antes vistos con plazos de impacto muy prolongados”.
Generaciones futuras
William Sjöstedt analiza esta cuestión teórica política fundamental con respecto a los dos grupos, los niños y las generaciones futuras, ya que serán los más afectados por el cambio climático, pero están actualmente excluidos de todas las formas de participación democrática, incluida la votación. Y aborda la cuestión sobre la legitimidad democrática de excluir democráticamente a estos grupos, no resultando bien parada ni justificada dicha exclusión.
Hemos creado, por nuestro excesivo éxito como especie, un impacto tal en nuestro planeta y específicamente en los ecosistemas que muchos científicos y expertos hablan de una nueva era, la del Antropoceno y del cambio global antropocéntrico imparable. Aferrándose a esto Sjöstedt muestra en su tesis que “no deberíamos tratar el cambio climático como un problema a resolver, sino más bien entenderlo como una condición permanente para nuestra especie y nuestras prácticas políticas”.
Generación ignorada
Sjöstedt explica que “Para las generaciones futuras, me centro en el complicado tema del Antropoceno y el concepto de presentismo democrático. El concepto de presentismo democrático sugiere que existe un sesgo sistémico a favor del corto plazo en lugar del largo plazo en la toma de decisiones democráticas”. Esto apoya el hecho de que las generaciones futuras se ven muy afectadas pero que, por lo general, se las ignora.
Si bien expone que no podemos representar democráticamente a todas las generaciones afectadas (lo que significa que existe una tensión entre los principios sobre quiénes deben incluirse en la democracia y las teorías sobre quiénes pueden ser representados democráticamente). En cambio, afirma que podemos representar a generaciones futuras superpuestas (es decir, aquellas que alcanzarán la edad de votar durante nuestra vida) ya que podemos recibir autorización retroactiva.
Activistas suizas de la plataforma 'Klima Seniorinnen' celebran el pasado abril en Estrasburgo el fallo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que condenado judicialmente al Estado suizo por no resolver el desafío climático y violar los derechos humanos de las personas mayores. / EFE
Turno en la democracia
Sobre esta base, desarrolla la novedosa idea de considerar la democracia desde la perspectiva de la toma de turnos, inspirado por la democracia ateniense, desde la perspectiva de que a las generaciones futuras se les queda a deber un turno en la democracia, en lugar de ser necesariamente parte de ella. Se trata de expandir la democracia para incluir a estas generaciones futuras próximas. Para las generaciones futuras que no se superponen “nuestra responsabilidad es solamente evitar socavar su derecho a la autodeterminación, tratándolas como "otro país" con un derecho a la autodeterminación que no debemos socavar”.
En tiempos de asunción del cambio climático como condición permanente, el diálogo intergeneracional y los vasos comunicantes entre generaciones se van sucediendo, y son señales de la futurabilidad o conjunto de condiciones necesarias para un futuro deseable para los jóvenes y las generaciones futuras.
Abuelas por el clima
Un caso relacionado con los derechos de las personas de edad sirve de base para las declaraciones más extensas hechas hasta ahora por la Corte de Estrasburgo de Derechos Humanos con respecto a la Convención, las generaciones futuras y la equidad intergeneracional. A diferencia de la inadmitida solicitud Duarte Agostinho, que forma parte del creciente cuerpo de litigios relacionados con los derechos de los niños y los jóvenes que buscan explícitamente abordar los impactos intergeneracionales del cambio climático, los argumentos relacionados con el principio de equidad intergeneracional no formaron una parte clave de la demanda original ganada por las “abuelas por el clima” KilmaSeniorinnen. Sin embargo, el hecho de que la solicitud se centrara en el calentamiento global y que las autoridades suizas no mitigaran el cambio climático en el cumplimiento de sus obligaciones en virtud de la Convención de Derechos Humanos, significaba que el litigio tenía necesariamente una fuerte dimensión prospectiva e intertemporal.
Hay que ir pensando con la mente lo más abierta posible -en este entorno de crisis climática permanente- sobre la inclusión de los jóvenes, el diálogo intergeneracional y las generaciones futuras en tiempo de Antropoceno.
Un desafío inevitable.
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