Investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts han creado una tela del grosor de un cabello humano capaz de suprimir las ondas sonoras de múltiples fuentes.
JORGE GARAY
11 DE MAYO DE 2024
Los materiales del futuro que aislarán el ruido en interiores no estarán compuestos de espumas especiales, paredes gruesas o concreto espeso, sino de una tela delgada electrificada. Investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) acaban de crear un tejido especial de seda y algodón que promete una disminución de las ondas acústicas mediante interferencia o supresión.
La tela está compuesta de fibras especiales que vibran cuando se les aplica electricidad. A pesar de su grosor, que apenas supera el de un cabello humano, el tejido puede utilizar este movimiento para generar ondas (es decir, transmitir sonido) que interfieren con las provenientes del lado opuesto. El MIT explica que este proceso puede compararse con los audífonos de cancelación de ruido.
Cuando la tela se coloca en una posición rígida, su composición suprime las vibraciones, que son un componente clave para la transmisión del sonido. En otras palabras, cuando el material se fija en una ventana, impide que los sonidos pasen a través de él, estableciendo una barrera entre el oyente y la fuente de ruido. El MIT señala que este comportamiento es ideal para insonorizar espacios como habitaciones o automóviles.
El material puede crearse a partir de telas sencillas como la seda o el algodón. Según el estudio publicado en la revista Advanced Materials, la creación del MIT reduce las ondas de vibración en un 95%, lo que se traduce en una atenuación del sonido del 75%. “La supresión mediada por vibraciones es posible gracias a los modos vibratorios en el tejido, que coinciden con los excitados por la fuente de sonido externa. En la fase relativa correcta, cuando la onda sonora externa impacta en el tejido, la energía no se le transfiere y la onda sonora se refleja”, explica el documento.
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Una opción verde contra el ruido
La contaminación sonora es un problema grave en la mayoría de las ciudades del mundo. Afecta principalmente a comunidades vulnerables, como ancianos, niños y poblaciones marginadas. La Organización Mundial de la Salud considera que el ruido es uno de los principales factores de riesgo para la salud mental y física. Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha catalogado este fenómeno como “un asesino escandaloso”.
La ONU ha propuesto algunos planes para mitigar los efectos de la contaminación sonora. Uno de los más conocidos es el aumento de las áreas verdes. La vegetación tiene la capacidad de absorber la energía acústica, dispersar el ruido y amplificar los sonidos naturales. Además, sugiere fomentar las vías ciclistas para reducir indirectamente el espacio para la conducción y disminuir el ruido del tráfico.
Aunque existen formas actuales de insonorizar una habitación, todas ellas son costosas y poco amigables con el medio ambiente. Gran parte de los materiales utilizados en la industria del aislamiento acústico están fabricados a partir de hidrocarburos. El estudio del MIT señala que las placas insonorizadas actuales pueden colocarse una al lado de la otra para formar un campo de 5 mil millones de metros cúbicos. Mientras tanto, el mercado del aislamiento acústico está valorado en 12 mil millones de dólares. La tela que reacciona con voltaje no solo es una opción más económica, también es más estética y su impacto ambiental es menor.
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