No solo es un derecho, estudiar también es una forma de proteger y prolongar la vida. Los efectos, de hecho, son comparables al impacto de tener una buena dieta y hacer actividad física, señalaron los investigadores en The Lancet.
Por Elizabeth Maier
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"La educación es importante por derecho, no sólo por sus beneficios para la salud. Pero ahora pudimos cuantificar la magnitud de este beneficio y es un avance significativo", dijo Terje Andreas Eikemo, de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, coautor de una reciente investigación. En concreto, junto a su equipo, encontró que el riesgo de muerte cae aproximadamente un 2 % con cada año adicional de formación académica.
En otras palabras, quienes completaron seis años de escuela primaria tienen en promedio un 13 % menos de riesgo de muerte; mientras que este cae un 25 % después de graduarse de la escuela secundaria. Tras 18 años de educación, el riesgo se reduce un 34 %. Publicada en The Lancet Public Health, la investigación confirma, una vez más, la relación positiva entre una mayor escolarización y una mejor salud.
Tal es así que los efectos protectores de la educación son análogos a los de una buena dieta y actividad física, y su falta es comparable a los daños que generan el tabaquismo y el alcohol. “Nuestros hallazgos promueven la comprensión de la educación como un determinante social de la salud, cuantificando la relación entre el aumento de años de escolaridad y la reducción de la mortalidad por todas las causas a escala global”, señalaron en el paper.
Por ejemplo, puntualizó respecto al estudio Medical X Press, el beneficio de 18 años de educación se puede comparar con el de comer la cantidad ideal de verduras, en lugar de no comer ninguna. “No ir a la escuela es tan malo como beber cinco o más bebidas alcohólicas al día o fumar 10 cigarrillos al día durante 10 años”, agregó en otro ejemplo.
¿Cuál es el aporte diferencial del estudio?
Se trata de la primera revisión sistemática y metanálisis que cuantifica la importancia de los años de escolaridad en la reducción de la mortalidad adulta. Tal es así que los beneficios se extienden hasta la vejez y son aplicables a todos los sexos y contextos económicos, informaron los autores.
¿Cómo se obtuvieron estos resultados?
Se buscaron en siete bases de datos (PubMed, Web of Science, Scopus, EMBASE, Global Health [CAB], EconLit y Sociology Source Ultimate) publicaciones desde 1980 hasta 2023 que evaluaban los años de escolaridad y la mortalidad. En total, los autores revisaron y se basaron en 68 artículos para sacar las conclusiones.
¿Por qué la educación es beneficiosa para la salud?
Las principales vías a través de las cuales la educación puede mejorar la salud incluyen beneficios sociales y psicosociales, económicos y cognitivos. El nivel académico es un determinante clave para lograr el desarrollo socioeconómico, el empoderamiento social y de género y la movilidad social. Y todos ellos son requisitos previos necesarios para sobrevivir y prosperar, explica el paper.
¿Por qué necesitamos estudios de este tipo?
La mortalidad por todas las causas a nivel mundial ha disminuido, lo que se explica por cambios como un mayor acceso a la atención médica, los avances tecnológicos,el acceso al agua, a los derechos laborales, etcétera. Entre estos factores, el acceso a la educación es fundamental.
Sin embargo, no todos se han beneficiado por igual de estas mejoras y reducir las disparidades entre grupos socioeconómicos es una deuda pendiente de los Gobiernos y autoridades. "Cerrar la brecha educativa significa cerrar la brecha de mortalidad, y necesitamos interrumpir el ciclo de pobreza y muertes evitables con la ayuda del compromiso internacional", dijo Claire Henson, coautora de la investigación.
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