Coyuntura y perspectivas
Enrique Muñoz Gamarra
Fuertes vientos de guerra azotan el mundo. Estados Unidos es su principal instigador. Su inicio fue como una gran ofensiva militarista con algunos visos de fascismo en 2001 (auto atentado a la las Torres Gemelas). Devino así con la ocupación de Afganistán en el año 2001 e Irak en 2003. Entonces Estados Unidos estaba apuntalando hacia el Este del planeta. Sus objetivos estaban fijados certeramente sobre China y Rusia que en junio de 2001 habían creado la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS).
Esto fue profundizado, aún más, por la gran crisis económica iniciada en 2007-2008 que devastó la economía estadounidense hasta llevarlo a un cero de crecimiento económico y obligar al grupo de poder de Washington que controlaba milimétricamente el estado estadounidense a retrotraerse en el fascismo. Sus correlatos posteriores de avances y retrocesos la encontramos en los siguientes hechos:
A fines de 2010 el inicio lo que el Pentágono pudo llamar “Primavera Árabe” y en el que la primera victima fue Libia. Hasta aquí, se puede decir, su ofensiva militarista-fascista, fue algo exitosa. Lo que viene después es el inicio de su ocaso.
Cierto, a finales de 2011 pretendió ocupar Siria. Entonces en el ámbito internacional, tras cuatro años de la gran crisis económica, se había gestado una nueva situación. China había experimentado un gran impulso en su economía. Rusia también empezaba a salir del gran atolladero de los años noventa. Y consecuentemente a finales de 2011 ya no podían permitirse, ni Rusia ni China, mayores concesiones a Estados Unidos en su avance hacia el Este del planeta. Y se produjo, entonces, lo que en esos momentos llamé la “reacción de Rusia y China”. Esto se concretó, en un primer momento, en los vetos que ambos países (Rusia y China) suscribieron en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas contra el intento de ocupación que sobre Siria pretendía establecer Estados Unidos.
Luego vino lo de Ucrania. Estados Unidos, haciendo malos cálculos o tal vez exasperado por su arrogancia, tomó por asalto la parte occidental de Ucrania. Sus maidanes y sus vasallos de Europa cumplieron a cabalidad sus directivas. Y nuevamente el impasse estaba allí. Pero en estos últimos días hubo un formidable avance, tropas antifascistas indican haber alcanzado el mar de Azov y, además, controlar toda la frontera con Rusia y que entre otras muestra, más o menos, la tendencia que debe imponerse próximamente en esta región. Lo que viene a continuación es un apunte reciente (28 de agosto de 22014). Veamos: “La República Popular de Donetsk, en el este de Ucrania, afirma haber tomado bajo su control la totalidad de la frontera con Rusia. “Tras varios días de ofensiva en el sur de la provincia de Donetsk (…) hemos tomado bajo nuestro control toda la frontera (con Rusia)”, dijo a Nóvosti una fuente del Estado Mayor de las milicias. La carretera de Mariupol a Donetsk, la principal que salía hacia el norte, está completamente cortada y el frente la ha rebasado hacia el oeste. Al este se combate en el inicio del casco urbano del distrito industrial y en la costa. Al oeste el corte se ha producido en Berdiansk. En la práctica, Mariupol está cercada. La estrategia del Premier Alexander Zakharchenko es tener acceso al mar como fuente de suministros desde la República de Abjasia, Mariupol y su principal puerto marítimo es una objetivo valioso para la RP de Donestk” (1).
Sin embargo como el espacio geopolítico en el que ocurrieron estos hechos fue en el de Rusia, lógicamente la tensión estadounidense estaba apuntalada contra este país (Rusia) y el conflicto fue visto más como un conflicto ruso-estadounidense.
Cierto, en la actualidad esta confrontación es muy grave. Simplemente es inocultable. Rusia y Estados Unidos están en un fuerte conflicto. Y no es una guerra fría, como algunos podían suponer, sino, un conflicto abierto donde se confrontan estrategias y tácticas con movimientos de tropas, guerras informativas, guerras económicas, etc. etc. No olvidemos que las fronteras de Rusia están rodeadas, en casi toda su extensión, por bases militares de Estados Unidos y la OTAN.
Sobre esto veamos el siguiente enlace:http://www.ojosparalapaz.org/2014/07/nwo-militares-de-eeuu-en-europa.html
Al parecer la táctica estadounidense, previa a la guerra fría con China (por existir entre ellos la mayor contradicción interimperialista), es conducir a Rusia a la capitulación. Estados Unidos quiere que Rusia, en Ucrania y Siria, ceda sus posiciones. En otras palabras lo que quiere es apropiarse de sus intereses, desmembrar su territorio, o en el mejor de los casos, obligarlo a encerrarse al interior de sus fronteras y dividir finalmente el bloque ruso-chino (BRICS).
En realidad una táctica fallida que no toma en cuenta la estructura multipolar y los últimos cambios habidos en la palestra internacional, sobre todo, la equiparación de fuerzas y su incapacidad por establecer un paraguas nuclear para atacar a este país (Rusia) y China, justamente, por la dura carrera armamentística en que están enfrascadas que, entre otras, les permite desarrollar al máximo sus potencialidades militares y que al final los empareja.
A este respecto un solo apunte: “China lleva a cabo el segundo ensayo secreto de misil hipersónico. La primera prueba del misil Wu-14 tuvo lugar el 9 de enero y el cohete alcanzó la velocidad de alrededor de 10 Mach, es decir, diez veces la velocidad del sonido. China realizó recientemente la segunda prueba secreta de su misil hipersónico que, según analistas de EE.UU., forma parte de un plan de armas de ataque capaces de lanzar misiles con ojivas nucleares contra los intereses de Washington. La prueba del misil hipersónico Wu-14, que plantea la mayor amenaza estratégica a EE.UU., fue realizada el 7 de agosto de este año en un polígono ubicado en el oeste de China, según funcionarios del Gobierno estadounidense conocedores de los detalles de los ensayos. Según ellos, el primer segmento del cohete cayó en Mongolia Interior (provincia china)” (2).
Y en medio de este contexto, la disyuntiva mundial, que en los hechos es crucial para Estados Unidos, es la guerra o la aceptación de la estructura multipolar:
En caso de guerra, el grupo de poder fascista de Washington, su principal instigador, deberá asumir sus consecuencias. En esto, una guerra azuzada, por ejemplo, Europa contra Rusia, es también una guerra Rusia contra Estados Unidos. Y eso lo saben perfectamente el kremlin y la Casa Blanca. A este respecto la RPDC y el proletariado internacional han dicho claramente que están en contra de la guerra, pero, de llegar, simplemente, no la temen.
La posición del Kremlin, sobre esto, está en el siguiente apunte: “El presidente de Rusia, Vladimir Putin, afirmó el viernes (29 de agosto de 2014) que las Fuerzas Armadas rusas siempre están preparadas para repeler cualquier tipo de agresión. El mundo y “los socios de Rusia… deberían entender que es mejor no meterse con nosotros”, declaró el mandatario en una visita a un campamento para jóvenes. El presidente ruso hizo estas declaraciones en medio de las duras críticas de Occidente contra Moscú por la supuesta presencia de tropas rusas junto a las fuerzas prorrusas en el este de Ucrania” (3).
China, por su parte, ha dicho claramente que está por soluciones políticas: “Las autoridades chinas no apoyan los intentos de Occidente de solucionar la crisis de Ucrania mediante sanciones. Pekín explica por qué es contrario a perjudicar a Rusia. La crisis en Ucrania solo se puede resolver por medios políticos, la aplicación de sanciones como herramienta para resolver el problema solo puede empeorar la situación, dijo a la agencia Itar-Tass un representante del Ministerio de Exteriores de China. "China insta a todas las partes a mantener la calma y actuar con moderación, facilitar las conversaciones de paz, buscar una solución política a los problemas correspondientes y evitar acciones que puedan agravar el conflicto y conducir a una escalada de la tensión, para garantizar la paz y la estabilidad en la región", afirma la cancillería china” (4).
Entonces, de hecho, estamos ad portas de un periodo, corto o largo, al que debe ingresarse resolviendo el impasse creado en Siria y Ucrania, es decir, una disyuntiva de aceptación de la estructura multipolar que implica, entre otras, el reconocimiento de las republicas populares de Donetsk y Lugansk en el sudeste de Ucrania, la retirada de los mercenarios estadounidenses de Siria, la aceptación de las demandas de las tribus de Libia, el retiro de los planes de desestabilización sobre Venezuela, etc. Tras el cual debe implicarse, impuesto por las actuales condiciones de la geo estrategia mundial, un periodo de guerra fría entre Estados Unidos y China, pero, eso si, sin engañarnos, un periodo con fuerte carrera armamentística.
Ciertamente sobre este corto o largo periodo hay mucho análisis por efectuar y que por lo prematuro del mismo tal vez nos lleve a una gruesa especulación o a una insólita utopía, pero en lo esencial es promisorio graficar un periodo de cruentas luchas contra el fascismo estadounidense que para entonces se habrá agudizado, en tanto el proletariado internacional habrá asumido su rol histórico, llevando sus luchas armadas a la victoria final, allí en Estados Unidos, Europa, América latina y África, verdaderas regiones de convergencia revolucionaria en transito interrumpido al socialismo y el comunismo como habían previsto Marx y Engels aún a mediados del siglo XIX (Manifiesto Comunista).
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Notas:
1.- “Milicias de Nueva Rusia rompen el frente ucraniano y llegan al mar de Azov”. Nota publicada el 28 de agosto de 2014, en: Los Pueblos Hablan.
2.- “China lleva a cabo el segundo ensayo secreto de misil hipersónico”. Nota publicada el 19 d agosto de 2014, en: Rusia Today.
3.- “Putin: Rusia preparada para repeler cualquier ataque”. Nota publicada el 30 de agosto de 2014, en: Rusia Today.
4.- “China no cede ante EE.UU. y se opone a las sanciones contra Rusia”. Nota publicada el 23 de agosto de 2014, en: Rusia Today.
Enrique Muñoz Gamarra es sociólogo peruano, especialista en geopolítica y análisis internacional. Autor del libro: “Coyuntura Histórica. Estructura Multipolar y Ascenso del Fascismo en Estados Unidos”.