Santos negocia mientras viola los derechos humanos
Los medios internacionales lo silencian, pero la realidad nos recuerda que el Paro Nacional Agrario cumple 22 días en Colombia. La Comisión de Derechos Humanos de la MIA denuncia 12 asesinatos, 506 heridos y 4 desaparecidos. Los campesinos negocian con un Estado que viola todos sus derechos.
El informe hecho público el domingo por la Comisión de Derechos Humanos de la Mesa Nacional Agropecuaria y Popular de Interlocución y Acuerdos (MIA) en Colombia es espeluznante. Al menos, 660 casos de violaciones de derechos humanos individuales y colectivos, 262 detenciones arbitrarias, 12 personas asesinadas, 21 personas heridas con armas de fuego, 485 heridos con otro tipo de elementos, 4 desaparecidos, 51 casos de ataques indiscriminados contra la población civil en diferentes departamentos de Colombia y 52 casos de hostigamiento a líderes y lideresas campesinos y populares.
La MIA denuncia así que el Gobierno, “lejos de buscar escenarios de dialogo e interlocución ha implementado una maquinaria de guerra y muerte contra el pueblo colombiano a través del Esmad, la Policía, el Ejército Nacional y agentes de civil, señalando y persiguiendo a miles de manifestantes y sus principales dirigentes”.
La crisis de derechos humanos se ha agudizado en el transcurso de la última semana en los departamentos de Tolima, Huila, Nariño y Cauca. La Mesa de DDH asegura que “en los últimos días se han incrementado los señalamientos, seguimientos, y detenciones arbitrarias y los ataques indiscriminados contra los manifestantes en varios departamentos del país. Como resultado de estas acciones criminales se presume la presunta masacre de cuatro campesinos en el corregimiento de Mojarras, municipio de Mercaderes, entre los que posiblemente se encuentra una niña. Se reportan a su vez en los departamentos de Caquetá, Nariño y Cauca numerosos ataques a bienes civiles, actos de pillaje, retrasos en misión médica, uso desproporcionado de armas convencionales y uso de armas no convencionales, ataque al medio ambiente y ataques a misión humanitaria y comisiones de Verificación en materia de Derechos Humanos”.
Según el informe las fuerzas de seguridad están utilizando de forma “indiscriminada artefactos no convencionales (proyectiles recalzados y "papas" bomba con metralla), armas convencionales (Lanza llamas, ráfagas de proyectiles de arma de fuego, granadas de fragmentación, granadas MGL, Granadas de mortero y de fusil, granadas aturdidoras, gases lacrimógenos - lanzados por vía aérea y terrestre - y perdigones) en contra de las concentraciones de humildes campesinos y pobladores urbanos”.
¿En qué anda el Paro?
El Paro Nacional Agrario sigue en marcha, aunque los campesinos han cumplido su promesa de levantar los tranques de carreteras en los departamentos de Caquetá, Cauca, Huila, Meta, Nariño, Tolima y Putumayo, tal y como firmaron el pasado domingo en el Acta de Acuerdo con las autoridades y tal y como confirmó ayer el Sistema de Naciones Unidas en Colombia, que verificó su cumplimiento.
El Acuerdo permitirá que se establezca una mesa de negociación, pro los campesinos e indígenas movilizados ya han advertido de que el levantamiento de los cortes no significa el fin del Paro. También han exigido que no se judicialice a aquellas personas detenidas durante las protestas.
El vicepresidente de la República y ex sindicalista, Angelino Garzón, logró un acuerdo -tras 14 horas de reunión- que era clave para el Gobierno, ya que las tres semanas de Paro Agrario ya provocaban desabastecimiento alimentario en las ciudades y tenía bloqueada la frontera con Ecuador. Aunque Gobierno y medios de comunicación han insistido en el desabastecimiento para restar apoyos al Paro, la realidad es que, en ciudades como Bogotá, se ha encontrado de casi todo, aunque se hayan incrementado los precios. Como escribía el columnista Nick Israel hace unos días “para un bogotano promedio escuchar que hay paro agrario en pueblos de Boyacá, Nariño y Cauca es conceptualmente igual de lejos que ver una erupción solar por televisión, es decir es preocupante por sus efectos nocivos, pero se ve tan lejos…”.
En todo caso la firma de este primer acuerdo y la apertura e las carreteras dio oxígeno al presidente, Juan Manuel Santos, para enfrentar la huelga de 300.000 maestros que sólo duró 24 horas tras la consecución ayer de unos acuerdos en Bogotá que significarían la inyección de 1 billón de pesos colombianos en la educación pública para cancelar deudas pendientes con los maestros por reliquidaciones pensionales por factores salariales, cesantías, primas extralegales, ascensos en el escalafón, bonificaciones por zonas de difícil acceso y homologaciones, entre otros.
El seguimiento al Paro Agrario y a las negociaciones entre campesinos y Gobierno es equivalente a intuir el futuro de Juan Manuel Santos, cuya popularidad está cayendo a pesar de su apuesta por el proceso de paz con las FARC. Como escribe José Antonio Gutiérrez Dantón en Prensa Rural: “el gobierno negocia pero no de buena fe. Su negociador estrella es Angelino Garzón, el mismo que en su condición de ex sindicalista, impulsó el TLC con EEUU ante la oposición de los sindicatos de ese país, que cuestionaban el asesinato de sindicalistas en Colombia. El gobierno de Santos negocia con sangre en sus manos y tendrá, tarde o temprano, que dar la cara a las víctimas. Santos negocia porque le tocó, porque no pudo derrotar la voluntad de un pueblo movilizado y digno. (…)Santos, lo que pretende, es ganar tiempo con estas negociaciones, mientras su “unidad nacional” se agrieta por todas partes y su imagen se desploma ante la opinión pública sin que ninguna operación de maquillaje mediático pueda hacer nada al respecto. Se critica que Santos tenga una política zigzagueante, pero no puede ser de otra manera pues ésta refleja las contradicciones propias del bloque dominante en medio de una grave crisis de hegemonía”.
http://otramerica.com/radar/santos-negocia-mientras-viola-derechos-humanos-paro-agrario-colombia/2985
Continúa el Paro Nacional en Colombia tras la incorporación de los docentes
Los maestros se suman al Paro Nacional en Colombia. (foto: Archivo)
El Paro Nacional continúa pese a que paulatinamente Colombia volvía a la normalidad tras 23 días de intensas manifestaciones, la insurgencia social sigue creciendo con la sumatoria de los educadores, quienes afirman que la huelga estará en pie hasta que el Gobierno cumpla con las peticiones.
El Paro Nacional continúa este martes en Colombia, donde al menos 400 mil docentes de más 15 mil colegios públicos paralizarán sus labores en una masiva protesta encabezada por la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode), en rechazo a los reiterados incumplimientos del Gobierno.
El corresponsal de teleSUR en Colombia, Milton Henao, informó que los maestros se concentrarán en la Secretaría de Educación para exigir la eliminación de la tercerización y la cancelación de los pagos atrasados desde 2002, entre otras peticiones.
Pese a que paulatinamente el país volvía a la normalidad tras 23 días de intensas manifestaciones en el marco del Paro Nacional, éste continúa y la insurgencia social sigue creciendo. Los educadores afirman que la huelga estará en pie hasta que el Estado cumpla con las peticiones.
"Estamos hablando de al menos 400 mil maestros, ocho millones de alumnos, cinco millones de familias y con la Mesa Amplia Nacional Estudiantil, entre todos seríamos unos 12 millones de colombianos", precisó la víspera el presidente de Fecode, Luis Grubert, quien agregó que la deuda y el incumplimiento acrecentaron la indignación entre los trabajadores de la educación.
Según cifras de Fecode, el monto de endeudamiento con los trabajadores del sector, desde 2002, se calcula en los mil millones de dólares.
El presidente Juan Manuel Santos vuelve a encarar una nueva protesta social cuando aún no se repone de la que mantiene a miles de campesinos a la espera de soluciones contundentes que permitan sacar de la pobreza al campo colombiano.
Sobre este aspecto, Henao indicó que las conversaciones entre el Ejecutivo y los agricultores avanzan lentamente en el sur colombiano, donde las principales vías fueron desbloqueadas por los manifestantes. De acuerdo al corresponsal, precisamente desde la reunión efectuada en Popayán, departmanto del Cauca, se ha dicho que la mesa de negociación será trasladada a Bogotá (capital), para atender en pleno el pliego de peticiones de los campesinos colombianos.
Las autoridades colombianas lograron preacuerdos con varios sectores en huelga desde el pasado 19 de agosto, en los departamentos de Huila (suroeste), Boyacá (centro-este), Nariño (suroeste) y Cundinamarca (centro). Sin embargo, en resto del país permanece en resistencia en demanda de sus peticiones.
Las protestas colombianas en el marco del paro han dejado 303 heridos (11 de ellos con armas de fuego) 247 detenciones arbitrarias y nueve fallecidos, de acuerdo a cifras divulgadas por la Mesa Agropecuaria y Popular de Interlocución y Acuerdo.
Los manifestantes rechazan el modelo económico del Gobierno que, dicen, "ha posicionado políticas antiobreras y antipopulares, que coartan y limitan derechos, privatizan instituciones y entregan nuestros recursos naturales a las transnacionales".
teleSUR-PL/mt - FC