Las sinapsis se remodelan, con la formación y eliminación de espinas dendríticas, durante el aprendizaje de una nueva tarea. (Foto: Xu et al.)
(NC&T) Los investigadores estudiaron ratones mientras los entrenaban para que a través de una ranura alcanzaran una semilla. Los científicos observaron el crecimiento de las estructuras que forman conexiones (llamadas sinapsis) entre las neuronas en la corteza motora, la capa del cerebro que controla el movimiento de los músculos.
Esa formación de sinapsis fue muy rápida y robusta, comenzando casi inmediatamente, no más de una hora después de comenzado el entrenamiento.
El equipo de la investigadora Yi Zuo (Universidad de California, Santa Cruz) observó la formación de estructuras llamadas espinas dendríticas, que crecen sobre neuronas piramidales en la corteza motora. Las espinas dendríticas forman sinapsis con otras neuronas. En esas sinapsis, las neuronas piramidales reciben las señales de entrada procedentes de otras regiones del cerebro involucradas en el movimiento de los músculos y en los recuerdos motores. Los investigadores encontraron que el crecimiento de nuevas espinas dendríticas era seguido por la eliminación selectiva de espinas preexistentes, de modo que la densidad total de espinas volvía al nivel original.
Es un proceso de remodelación en el cual las sinapsis que se forman durante el aprendizaje se consolidan, mientras que otras sinapsis se pierden. El aprendizaje motor deja una huella permanente en el cerebro. Cuando se aprende a montar en bicicleta, una vez que se crea el recuerdo motor, esa habilidad ya no se olvida. Lo mismo sucede cuando un ratón adquiere una nueva habilidad motora; el animal la aprende y, bajo condiciones normales, ya nunca la olvida.
Entender la base de tales recuerdos perdurables es un objetivo importante para los neurocientíficos, y ello puede desembocar en mejores tratamientos para ayudar a ciertos pacientes a recuperar capacidades perdidas por culpa de derrames cerebrales u otras lesiones cerebrales.