Las tiernas imágenes de la rata desvalida son engañosas, pues su ambición no difiere de aquella que los padres inculcan en los niños; la de reclamar el crédito por todo lo que realizan en la vida, y la de abandonar cualquier trabajo que contribuya al prestigio ajeno, incluso cuando su subsistencia depende de éste.
Ratatouille, Ideas ególatras
La aventura del héroe que abandona a su familia para ejecutar una proeza de consecuencias cósmicas es tan antigua como la humanidad; los niños, en particular, y bajo el auspicio de sus padres, crecen en la ilusión de que algún día el mundo cambiará con su presencia. Dicha empresa, empero, es a menudo presentada como una aventura del yo: yo soy, yo cambio, yo obtengo, yo amo, yo muero. La sociedad, por lo tanto, nos es presentada como un ente externo que acaba de someterse al encanto y a los talentos a menudo innatos y afortunados que heredamos o habremos de heredar.