Tratan de vendernos la trasnochada ideología que la única democracia burguesa es la posible. De malas hay otras formas de democracia de la creatividad de los pueblos insumisos.
DOSSIER:
1. Venezuela Bolivariana Resiste
TRANSMISIÓN EN VIVO
https://www.laiguana.tv/envivo
Así van las marchas en Venezuela
Venezuela es un muro de contención a las pretensiones imperialistas de continuar viéndonos como su patio trasero.
Los imperialistas yankis y sus aliados fascistas no pasaran.
La revolución Bolivariana de Venezuela en sus 25 años de revolución ha sufrido los constantes ataques del imperialismo norteamericano.
Han perpetrado planes de desestabilización de su economía mediante múltiples formas de saboteo económico, empleado la violencia de las guarimbas financiadas del exterior para generar violencia, golpes de Estado, planes de asesinatos del liderazgo Bolivariano, campañas mediáticas, ataques cibernéticos, todas estas acciones encaminadas a destruir el país y quitarle la base social y política a la revolución Bolivariana de Venezuela.
Y no han podido y no podrán destruir la revolución Bolivariana de Venezuela.
El pueblo venezolano y su gobierno Bolivariano han sido un muro sólido a estas pretensiones que la injerencia gringa ha utilizado para negarles el derecho universal a la libre autodeterminación de escoger su formas de vida y de gobierno.
A pesar de momentos tan difíciles como el desabastecimiento de alimentos, el sabotaje a la red eléctrica y la infraestructura productiva y los intentos vanos de llevar al pueblo a la guerra civil, ninguna de esas medidas han doblegado la conciencia de clase y la dignidad del pueblo venezolano.
El gobierno bolivariano ha sorteado todos estos embates de la derecha interna y sus instigadores y financiadores imperialistas con la movilización y la unidad del pueblo venezolano.
Que en medios de todas estas dificultades se hayan presentado situaciones en las que el pueblo ha tenido que enfrentar, solo ellos, que lo han padecido, conocen los sacrificios que ha significado defender su proceso de transformación social, política, económica y social y cultural.
Si en Venezuela no existiera un proceso autónomo, genuino de cambio frente a los gobiernos oligárquicos del pasado no serían presa de tan descomunal ataque imperialista.
Los venezolanos escogieron el camino de la revolución bolivariana para ejercer el poder popular y la democracia participativa y directa.
La conciencia y dignidad del pueblo venezolano es un ejemplo de heroísmo.
Si el proceso revolucionario no contará con el apoyo de la sociedad, de las organizaciones sociales, sindicales, políticas, comunitarias, populares créame que hubieran regresado a las viejas formas de dominación.
Los avances de la revolución Bolivariana en la economía, la política, el Estado, el gobierno y las condiciones de vida del pueblo venezolano son fortalezas mayores, que no se pueden ignorar ni minimizar, así existan problemas, debilidades, amenazas y conflictos por resolver, como en todo proceso de cambio y transformación el pueblo ha decidido construir su sistema socialista Bolivariano.
El pueblo está empeñado en defender su gobierno y su democracia porque allá las decisiones fundamentales del legislativo deben ser aprobadas por referendo popular.
No hay tal dictadura en Venezuela, lo que hay es un ESTADO DEMOCRÁTICO Y POPULAR consagrado en la Constitución Política Bolivariana.
Hoy el respaldo al proceso revolucionario de Venezuela es un deber moral y político de todos los que luchamos por un mundo diferente y mejor al decadente capitalismo neoliberal impuesto por EEUU.
Sobre la elección de Maduro se escuchan diversas opiniones, según el criterio de clase, sobre el sistema electoral de la hermana República Bolivariana de Venezuela.
Se tiene un sistema electoral moderno, electrónico, auditado desde dentro y fuera por múltiples formas de veeduría y ha demostrado su robustez y eficacia como ejercicio transparente y democrático de las urnas.
Solo hay que mirar los actores políticos de la derecha nacional e internacional para saber en qué lado está la solidaridad mundial con Venezuela.
El pueblo venezolano está firme y preparado para cualquier injerencia en sus asuntos internos.
Que ridículas las rancias oligarquías hablando de posesionar a Inmundo Guaidó Gonzalez Urrutia. Nuevamente pierden en otro intento yankee de imponer un gobierno títere para saquear el petróleo venezolano y otras riquezas bolivarianas.
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2. Razones del fracaso de lo que debía ser el puntillazo contra la juramentación de Maduro (+Clodovaldo)
10 / 01 / 2025
Ni las toneladas de maquillaje que han vertido en pocas horas la maquinaria mediática y los influenciadores de las redes han podido disimular el retumbante descalabro sufrido por la dupla María Corina Machado-Edmundo González Urrutia y, por extensión, por toda la extrema derecha venezolana en la jornada del 09 de enero.
Lo que se vendió como el puntillazo contra la juramentación del presidente reelecto Nicolás Maduro fue un fracaso exponencial para ese sector de la oposición, un acontecimiento que lo deja muy mal parado de cara a la jornada de este 10 de enero y para las semanas inmediatas, en las que están por ocurrir otros hechos de gran peso geopolítico.
Claro que esta derrota no define de manera definitiva la semana en curso, necesario es aclararlo. Si nos guiamos por una reflexión que escribió un muy joven Hugo Chávez Frías, en 1990 (dos años antes del 4-F, con 36 de edad) estamos hace mucho envueltos en el tiempo crítico (de confrontaciones estructurales, históricas); en estos días hemos vivido la hora estratégica (una magnitud un poco más breve, pero especialmente intensa y crucial); y, este jueves nos encontramos en el minuto táctico (un instante de la verdad), algo que volverá a ocurrir hoy viernes.
Se podría apelar a los términos deportivos y afirmar que, tal cómo se planteó esta confrontación política de los albores de 2025, el 10-E vendría a ser el segundo tiempo de un partido de fútbol que comenzó el 09-E con un muy mal resultado parcial para la oposición radical.
Parece ser esta una manera recomendable de ver lo ocurrido desde ese lado del espectro político —el que va perdiendo—, aunque también desde el bando revolucionario, sobre todo para salirle al paso a posturas triunfalistas que conducen al descuido, el exceso de confianza y, eventualmente, al fiasco de una pizarra que se voltea.
Es prudente analizar lo ocurrido de cara al “segundo tiempo” y también a las semanas y meses por venir, porque la temporada es larga. Es conveniente, entre otras razones, para tomar conciencia de que las fallas en el planteamiento del juego (seguimos con el símil futbolero) y las carencias de los jugadores opuestos son una gran fortuna para el que va ganando, pero también un motivo para reflexionar lo que podría pasar si el equipo rival no incurriera en esos errores y los jugadores no fueran tan recontramalos.
Liderazgo en ruinas
Una primera conclusión que surge es algo que se ha dicho y repetido durante muchos años, pero que en estas ocasiones queda de relieve: el liderazgo del antichavismo da pena ajena o alipori, como también puede llamársele a este embarazoso sentimiento.
Dicho de un modo más dramático y amplio, la cúpula dirigencial de la oposición pirómana está en ruinas.
Una parte de los líderes han hecho mutis, no han aparecido ni siquiera para conjugar ese verbo tan gráfico que es “pescuecear” en las fotos, como ha sido su costumbre por años. Todo indica que le están haciendo el vacío a la yunta Machado-González Urrutia, lo que sería —dicho sea de paso— una actitud recíproca y comprensible porque Machado pretende entronizarse como la mayor y única jefa de la oposición y, además, los desprecia miserablemente y no hace ningún esfuerzo para ocultarlo.
Para añadir insulto a la injuria, los que sí han pescueceado de lo lindo han sido algunos de los menos recomendables elementos de la fauna opositora: Antonio Ledezma, David Smolansky, Miguel Pizarro y Richard Blanco, entre otros, algo así como una galería del horror escuálido. Y conste que quienes repudiaron la presencia de semejantes sujetos rodeando al anodino e insustancial González Urrutia no fueron únicamente los chavistas, sino también un grueso sector de opositores, incluyendo allí a notables influenciadores y opinadores. ¿La causa? Dicen, con mucha razón, que esos personajes son los mismos que se disputaron el mismo espacio fotográfico y de video al lado de Juan Guaidó, con los consabidos desastrosos resultados políticos, pero, a la vez, con grandes logros para sus propias cuentas bancarias (las de los pescueceadores reincidentes, me explico).
Y hay algo más: las figuras internacionales que han hecho comparsa en la llamada gira mundial de González Urrutia son, sin excepciones, de esas personas a las que más vale perder que encontrar, porque no transmiten un mensaje de victoria, buena gestión y honestidad, sino, muy al contrario, de derrota, gobiernos desastrosos, corrupción y hasta delitos infames, como la pedofilia.
Nula capacidad de organización
El segundo factor del desastre opositor es que quienes tienen el liderazgo no son los que conducen los partidos y movimientos que podrían organizar una movilización nacional de las dimensiones con la que sueñan Machado y González.
Se hizo obvio que una cosa es lograr un caudal importante de votos, contando con el respaldo de un cúmulo de partidos con diferentes niveles de estructuración y presencia regional y local, que mover gigantescas masas para una protesta potencialmente violenta.
Este ítem, por cierto, remite a disputas internas muy candentes, pues son varios los dirigentes y partidos que exigen cuentas claras acerca de los fondos que los agentes externos han aportado para financiar estas grandes operaciones de masas. Buena parte de ese dinero se ha esfumado, igual que en ocasiones anteriores.
Claridad y realidad
Otro elemento analizable en la debacle opositora es la ausencia de un mensaje claro y, sobre todo, anclado en la realidad, que pudiera enfocar al antichavismo (que es una masa en extremo heterogénea) hacia una meta común de todo o nada, que exige la ruptura del orden constitucional y la paz social.
El discurso de Machado es histérico y muy narcisista. Tal vez por ello, entre otras razones, no resulta en absoluto unificador. No logra amalgamar las expectativas y esperanzas de un grueso sector opositor, cansado de los engaños y las ilusiones. Ese segmento requiere un mensaje anclado en la realidad y que no se parezca a aquello que esos mismos opositores ven de malo en el período del chavismo: sectarismo, conflictividad y ansias de revancha contra el “otro”.
Por otra parte, el mensaje de Machado es, muchas veces, discordante con el de González Urrutia, quien un día parece empeñado en ejercer el rol que podría corresponderle por su edad y experiencia profesional, mostrándose diplomático y negociador; pero al día siguiente (o apenas, horas después) luce conminado a endurecer el discurso y se dedica a lanzar amenazas y bravatas que en nada concuerdan con su apariencia e imagen.
Pase de factura al dúo inconsecuente
Si se trata de explicar la causas de un revés político de grandes dimensiones, como el sufrido por la oposición golpista este 09 de enero, hay que poner en lugar destacado el pase de factura que el dúo Machado-González ha recibido de parte de la militancia que aportó los votos el 28 de julio y, sobre todo, los que acataron los llamados a la violencia los días 29 y 30 de ese mes.
González Urrutia se ocupó prioritariamente (o, mejor dicho, únicamente) de quedar a salvo. Se refugió en la embajada de Países Bajos, incluso antes de que comenzara la violencia y, con esta, la respuesta de los cuerpos de seguridad. Y luego se trasladó a la legación española y acordó raudamente con el gobierno la emisión de un salvoconducto para salir del país, rumbo a España, en condición de asilado político.
Trascendió que su preocupación central fue garantizar que su vivienda y las de sus familiares no serían afectadas. En cambio, muy poco hizo por los detenidos, aun cuando la oposición mantenía el discurso de que eran presos políticos, buena parte de ellos menores de edad y que estaban siendo torturados.
En tanto, Machado asumió la charada de la clandestinidad y se ha dedicado a ejercer su liderazgo en las redes sociales. Con miras a las manifestaciones pautadas para el día previo a la juramentación de Maduro, llamó irresponsablemente a que las familias salieran a marchar con niños y abuelos incluidos y, de ser necesario, sacrificarse por la causa, mientras sus propios hijos permanecen fuera del país.
El formato de estas convocatorias —que siguen en pie— es apocalíptico, belicoso, llama a la gente a inmolarse, y eso no cuadra con una dupla que optó por el “exilio” y la “clandestinidad”, dos términos que merecen ir entre comillas porque el exilio de González Urrutia es una feria de contactos diplomáticos y saraos sociales en Europa, nada coherente con la supuesta crisis humanitaria que sufren sus acólitos, según la propaganda incesante del aparato político y mediático. Por su lado, la clandestinidad de Machado es farandulera, mediática y buscadora de viralidad, siendo su expresión cumbre el supuesto intento de detención del que huyó el jueves 09, en el que, infortunadamente, extravió su “carterita azul”.
Disuasión y miedo cultivado
Entre las excusas y racionalizaciones que han comenzado a circular en el sector opositor siniestrado sobresale la que argumenta que la enorme mayoría que los respalda no salió a las calles porque fueron disuadidos por el despliegue policial-militar de los últimos días, el cual fue presentado en el exterior con las más desaforadas hipérboles, como la militarización del país y una especie de estado de excepción de facto.
Muchos se habrían abstenido de ir a las concentraciones, también, por el miedo que les causa la fuerza de las movilizaciones chavistas, en especial las de los movimientos de base y los colectivos.
Aquí la campaña perenne de la prensa global y local y de los influenciadores de las redes genera un efecto de bucle. Cuando acusan al gobierno de ser represivo y a los militantes chavistas de violentos, lo que consiguen es cultivar temores inmovilizantes en su segmento de apoyo más duro.
Este miedo, sembrado y cultivado desde los inicios del proceso revolucionario, se exacerba con mucha razón debido a los mensajes pendencieros de individuos como Iván Simonovis, quien —desde su tranquilo exilio— recomienda a los manifestantes opositores acudir armados a las concentraciones, para, en caso necesario, repeler ataques de los violentos chavistas.
Y, por supuesto, esos miedos se conectan con el punto reseñado arriba, el de la inconsecuencia con los detenidos del más reciente episodio de violencia callejera. La base opositora ha entendido, en algunos casos de manera personal y familiarmente dolorosa, que estos dirigentes arman grupos de choque (los comanditos), se asocian con peligrosísimas bandas criminales e instigan a los militantes a secundarlos en sus fechorías, incluyendo delitos contra la vida, la integridad física y la propiedad pública y privada, y luego los dejan abandonados a su suerte.
[Todavía quedan por analizar otros factores del naufragio de esa ultraderecha que sigue mandoneando a buena parte de la oposición, entre ellos la pérdida de peso específico de los medios nacionales, regionales y locales, otrora poderosísimos componentes de cualquier conspiración, así como la crisis temprana de sus degenerados herederos digitales. Pero ese es un tema que amerita un artículo aparte].
(Clodovaldo Hernández / Laiguana.tv)
3. Fascismo digital y violencia organizada en Venezuela. Del 28J al 10E
RAUL GARCIA SANCHEZ
Apenas a unas horas de la toma de posesión del presidente Nicolás Maduro Moros, los motores de la violencia ultraderechista vuelven a rumiar su detrito de odio
En la sociedad del algoritmo, hablar en abstracto de guerra cognitiva o fascismo cibernético deja un pozo de incredulidad en quien lo lee o escucha. Resuena en las conciencias digitales como una especie de verborrea contrahegemónica que mil veces repetida no se percibe como verdad sino todo lo contrario. Recorrer la Venezuela profunda nos ofrece una visión más ajustada de la cartografía social de la violencia. Un atisbo cuasi palpable de las dimensiones del fenómeno de incubación digital del odio y el miedo. Es desde ahí, caminando esas entrañas populares, cuando logramos atisbar algo de la realidad real, la verdadera anchura de la guerra desplegada contra el neocórtex de este pueblo.
En varias reuniones y conversaciones con compañeros de confianza de diferentes territorios del país, nacen los relatos de a pie, la narrativa cotidiana del miedo. Primero nace la necesidad, en esas reuniones colectivas, de la catarsis, de poder contar en espacios de confianza la gravedad de lo vivido, la proporción de la violencia, literal y simbólica, desplegada sobre cuerpos y conciencias. Así comprobamos que prácticamente todas las familias de Venezuela han sido tocadas por esta incubadora del odio.
¿Odio a qué y a quién? No es un odio impreciso. Hablamos un odio focalizado, de objetivos concretos y bien definidos. Odio al gobierno, al chavismo, al bolivarianismo. Odio a lo común, lo comunitario y lo comunero. Odio no teledirigido. Odio virtualmente dirigido que hace mella en el estado emocional de los consumidores de contenidos sin filtro, en especial en la juventud, y se expresa de forma espontánea en sus actitudes y respuestas.
El odio penetra así en el cuerpo social extendiéndose como una mancha de aceite a primera vista imperceptible. “Afectó a nuestras familias, amistades, a nuestras comunidades”, afirma un compañero. Ese odio inducido cuenta con otra dimensión nada espontánea que complementa el clima emocional establecido para accionar la válvula de la violencia.
Un ejército de “comanditos” guarimberos con instrucciones claras y objetivos precisos se encarga de desparramar materialmente el odio y el terror por las calles venezolanas. Y ahí llega la amenaza explícita y la persecución literal a dirigentes políticos, líderes de organizaciones sociales y comunitarias, jefes de UBCH, así como a sus familias y entorno. Un ejército formado mayoritariamente por muchachos jóvenes e incluso adolescentes -no es casual- que llegan hasta sedes de gobierno y de partido, instituciones públicas, escuelas, centros médicos, radios comunitarias, gimnasios deportivos y hasta las puertas de las casas.
Gaudi es una mujer campesina de las históricas cooperativas del campo de Monte Carmelo, en Sanare, Estado Lara. Emblema en la lucha por la naturaleza y la conservación de la semilla originaria en Venezuela, participó, como muchos otros campesinos, en la redacción de la Ley de Semillas. A sus 73 años, en junio sufrió un ictus del que se sigue recuperando, manteniendo intactos “los pensamientos libres y soberanos”.
Los días posteriores a las elecciones, su casa fue rodeada por guarimberos motorizados, gritando improperios y amenazas. Llegaron a lanzar un cóctel molotov al patio que de haber prendido en la casa habría sido un desastre monumental. Los propios vecinos increparon a los violentos hasta lograr dispersarlos. Según nos relata la propia Gaudi, por suerte ellos “no obedecieron las órdenes que tenían, que eran quemar, destruir el dispensario, la escuela… La cosa no fue tan fuerte como en otros sitios. Con los llamados comanditos hicieron mucho daño”.
En escenarios similares, otros referentes sociales acabaron asesinados, apaleados, tiroteados, engordando las páginas de la infamia neofascista en Venezuela.
Los días posteriores a las elecciones presidenciales del 28 de julio son el momento álgido de un escenario de violencia inducida y planificada que se teje desde tiempo atrás. Operadores locales fueron cooptados y financiados en barrios y territorios por la oposición para pasar información y calentar el escenario previo al 28 de Julio. Otros son reclutados vía virtual por la metralla cibernética que anega las pantallas. Sectores más o menos descontentos con el gobierno son absorbidos por la órbita del relato ficción y alistados a la batalla.
Previa creación de la percepción virtual de un triunfo seguro de la oposición, la victoria del chavismo destapa la olla a presión y se dispara el pico de violencia, diseminada en calles y redes. Mensajes de amenaza por whatsapp y llamadas con el objetivo de generar pánico en los militantes, con el foco prioritario en la juventud.
Es el caso de un joven compañero y amigo de cuyo nombre preferimos no acordarnos, líder comunitario en un barrio popular de una provincia del interior, quien vivió en sus carnes el pánico por ser militante chavista de la Juventud del PSUV. “Días antes de las elecciones varios chamos de aquí de la comunidad me mandan mensajes diciéndome 'maldito chavista, te vas a morir, tú y todos los tuyos'”. Al principio no le dio mucha importancia. El día 29, tras trabajar desde el día anterior en la sede del partido, “al medio día me traen a mi casa. Yo me echo a descansar, y a eso de las 7 de la noche empiezan a mandarme mensajes. Como 5 o 6 mensajes seguidos: 'maldito, te vas a morir, te vamos a matar, sé dónde vives', un pocotón de palabras obscenas. Al principio era un número de aquí de Venezuela. Pasan unos minutos más y me siguen enviando mensajes también de Colombia, de Argentina, de otros países. Alrededor de 12 o 13 mensajes en esa línea”.
Desde Caracas reciben la indicación de desactivar la foto del perfil, el nombre, los datos personales. Los mensajes cesan. Días después publica una noticia en facebook sobre la victoria del Presidente y las amenazas por whatsapp se activan automáticamente. El Big Data al servicio del imperialismo y su maquinaria del terror. El engranaje digital se perfecciona con los operadores territoriales. “De vuelta en mi casa, una cantidad de motos rodando, rondando la casa. Yo pensaba que venían por mí. Ya había visto varios videos de varios compañeros a los que les han ido amenazando a sus casas, les han tirado piedras. Fue una situación ruda y un caos total durante más de una semana”.
Lo del compañero no fue un caso aislado sino tónica general en todo el país. “Eso mismo les ocurrió a otros chamos de mi parroquia. Se salieron de los grupos, dejaron de participar y se salieron de la Juventud por el miedo, porque algunos de ellos vivían en zonas donde en su mayoría eran opositores”.
La manipulación mediática se construye de lo global a lo local y de lo local a lo global, y es ahí donde son fundamentales para la gramática del odio los operadores locales y su capacidad de generar imaginarios que legitimen la violencia. Es paradigmático el video de un sacerdote dando la bendición a jóvenes guarimberos encapuchados que pretendían quemar la base de misiones y un gimnasio vertical de la ciudad de Valera. Las imágenes muestran cómo el cura se baja de una moto y dibuja la cruz con agua bendita en la frente de los adolescentes. Con la venia de la Iglesia, se esparce la violencia.
“Fueron acosadas miles. Porque la mayoría, el 70% de las jefas de calle y comunidad son mujeres. Fueron acosadas en sus casas. Una señora en un barrio en el oeste de Caracas, de 84 años, le llegaron los comanditos, a las 2 de la mañana del martes 30 de julio”, relataba Nicolás Maduro el pasado agosto en la Cumbre Internacional contra el Fascismo. El Presidente contó el caso de la líder de la UBCH Mayaury Coromoto Silva, de Aragua, quien a sus 49 años “fue capturada, secuestrada, atacada y destrozado su cuerpo. Asesinada a tiros. Le destrozaron la cara a tiros un grupo de comanditos. Todos están capturados, en juicio”, afirmó Nicolás antes de abrazar a su esposo e hijos presentes. 27 asesinados en apenas unos días tras el 28J.
“Que el miedo nos tenga miedo” es uno de los lemas de la oposición venezolana liderada por María Corina Machado. El odio y el ataque a la psique y lo emocional se incuba afuera de las fronteras, pero también se ejerce. Compañeros relatan cómo recibieron llamadas y mensajes de familiares y amigos venezolanos en el exterior amenazándoles con que si querían volver a verles, no se les ocurriera votar por el 'coñoemadre de Maduro'. Así miles de familias. Como un ejército entrenado por el mismo patrón, reproducen un libreto que condiciona el cariño hacia sus familiares a una decisión electoral.
En las conversaciones de la Venezuela adentro comprendo que la mayor victoria reciente de este pueblo no es la electoral. Tampoco la victoria de las movilizaciones chavistas en calles desbordadas marchando para defender al gobierno. La mayor victoria de este pueblo no se aprecia en el cómputo de votos ni en una foto aérea. Esa victoria tiene que ver con el hecho de que Venezuela hoy no esté sumida en una guerra civil. Es ahí donde quieren conducirla los amantes del odio, la fábrica de sentidos neofascista.
En cualquier otro contexto, con apenas una dosis de la inyección masiva de inquina clavada en la piel venezolana, el desborde violento estaría asegurado. No es casual que en Venezuela, días después de las elecciones, reinara la calma. Como venimos analizando, se debe a diversos y complejos factores que combinan el acumulado político con la respuesta decidida del gobierno. Pero sería un tremendo error obviar un factor relacionado con algo genuinamente venezolano: su tendencia cultural a la convivencia, la hermandad, el sentido del humor, el espíritu comunitario. La cultura popular venezolana se convierte en escudo contra la ofensiva del neofascismo digital. Sin lugar a dudas, la mayor victoria del pueblo venezolano es el triunfo de la convivencia. Esa dimensión es incapaz de medirla ni comprenderla la mal llamada inteligencia artificial.
Justo eso es lo que pretende quebrar en estos días la reofensiva mediática y la escalada injerencista contra Venezuela. Apenas a unas horas de la toma de posesión del presidente Nicolás Maduro Moros, los motores de la violencia vuelven a rumiar su detrito de odio. Las redes se calientan desde hace días y María Corina llamó a su gente a salir a la calle ayer 9 de enero y fracasó (había más periodistas que gente). Su testaferro Edmundo González Urrutia, huido y refugiado en el Estado español desde hace meses, realiza su tour por América Latina, reuniéndose con lo más granado de los mandatarios de la necropolítica hasta llegar a su epicentro y torre de control, EEUU, buscando apoyos y reclutando expresidentes para la cruzada final.
El carácter alegre y comunitario impregnado en la llamada venezolanidad es, como decimos, un antídoto eficaz contra el fascismo. Pero cuidado. Parafraseando a Alí Primera, no basta con amar. Como dicen acá, “hay que estar pilas”. Enfrente, nada menos que un imperio.
¿Entrará Edmundo a Venezuela tal y como promete? ¿Montará su show en la frontera? ¿En qué frontera? ¿Se autoproclamará siguiendo la senda del títere Guaidó? ¿Se volverán a desatar focos de violencia organizada y dirigida contra el chavismo? ¿Viviremos otro escenario de fascismo de matriz cibernética? ¿Vencerá una vez más la paz y la convivencia?
Cómo se desarrollen los hechos en las próximas horas está por ver. Lo seguro es que miles y miles de jóvenes, estudiantes, campesinos, pescadoras, comuneros, milicianas, trabajadores, militantes venezolanas y venezolanos, junto a más de dos mil internacionalistas de todo el mundo, tomaremos las calles y avenidas de Caracas para acompañar al presidente legítimo de Venezuela, defendiendo la Revolución bolivariana en este nuevo capítulo histórico de la lucha de clases internacional que se libra en la tierra de Bolívar y Chávez. Adarga al brazo y alerta pues.
Voces en Lucha / Tramas
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Fuente:
4. Anunciaron una marea de gente y terminaron en un muy mediocre falso positivo: Pérez Pirela
09 / 01 / 2025
El doctor en Filosofía Política Miguel Pérez Pirela realizó este jueves 9 de enero una edición especial de su programa Desde Donde Sea, en el cual desmontó el falso positivo inventado por la ultraderechista María Corina Machado, sobre una supuesta detención para tapar el fracaso de su convocatoria.
“Cómo ellos se iban a ir a dormir hoy sin nada qué mostrar, cómo ellos le respondían a la gente que los está financiando. No había modo y esta es la verdad de lo que está pasando actualmente en el país. Ellos, toda la plata que han venido amasando, ha partido precisamente del hecho de que ellos tenían una mayoría y que hoy una marea humana iba a salir a tumbar a Maduro”, señaló el comunicador mientras mostraba a su audiencia imágenes donde se evidencia la escasa asistencia en la convocatoria opositora.
Pérez Pirela recordó que hasta ayer (miércoles) Machado decía que aquí iba a salir una avalancha de gente con franelas rojas, azules y amarillas, y que sería un río incontenible que terminaría de hacer caer un «régimen» que estaba tambaleando y esto no sucedió.
Como la convocatoria no contó con el respaldo de la gente y no pudieron arriarla, como el 11 de abril de 2002 hasta Miraflores, “sí hicieron un falso positivo al mejor estilo de Álvaro Uribe Vélez”, afirmó.
Pérez Pirela comentó que desde que la extrema derecha llamó a una manifestación para el 9 de enero y que María Corina Machado saldría de su escondite, donde estaba “enconchada”, “muchos comenzamos a decir cuidado, porque aquí se puede venir un falso positivo. Cuidado, porque aquí se puede venir una acción de falsa bandera. ¡Cuidado! Recuerden ustedes lo que se hizo el 11 de abril, que se llamó a la gente a manifestar en el este de Caracas y después fueron prácticamente arreados hacia el centro de Caracas, donde los esperaban mercenarios centroamericanos”, recordó.
Sin embargo, en esta oportunidad ese libreto no les funcionó y hubo que cambiar el guión, ya que no logró reunir en la calle Élice de Chacao (Miranda), donde reapareció, ni a mil personas.
Afirmó que los voceros de la extrema derecha y sus medios, se volvieron un “ocho” explicando qué había pasado con Machado la tarde de este jueves.
“Comenzaron a jugar con las palabras. Empezaron a decir, bueno fue interceptada, pero no, fue apresada, no, fue interceptada, fue secuestrada, no, fue apresada y después liberada e interceptada… se volvieron un ocho”, señaló el analista e invitó a su audiencia a estar atentos al empleo de las palabras y la connotación que le imprime la derecha.
Para Pérez Pirela, el “hasta el final” que pregona Machado sucedió hoy 9 de enero, pero por la debacle opositora en las calles del país, con lo cual se demostró que sus seguidores se cansaron de sus llamados a la violencia.
Además, a esto se suma -señaló- la “fracasada gira” realizada por Edmundo González Urrutia recientemente. Visitó la Argentina de Javier Milei, cuya economía tuvo en 2024 un crecimiento de -3,2% de acuerdo a datos de la CEPAL y está entre las peores de Latinoamérica. Se reunió con el presidente saliente de Uruguay, Luis Lacalle, con más pena que gloria; luego -indicó Pérez Pirela, cometió el “error político” de reunirse con Joe Biden, presidente hasta dentro de 10 días de EEUU y no lograr un encuentro con el mandatario entrante, Donald Trump. Además de dos paradas bastante grises, una en Panamá y otra en República Dominicana.
De acuerdo con el experto en análisis político y comunicacional, ante este panorama desolador de la oposición, “el presidente Nicolás Maduro tiene una nueva carta para negociar con Donald Trump, porque Donald Trump y su equipo están siguiendo muy de cerca lo que está pasando en Venezuela y se están dando cuenta que la oposición les echa son puros cuentos de camino”.
Añadió: “Les dicen que son mayoría, que tienen la calle, etcétera, y en realidad hoy se demostró que es puro bla bla bla y a partir de hoy -insisto- Nicolás Maduro tiene una carta más para poder sentarse a negociar con Donald Trump porque a esta gente ya nadie le cree”.
De todas formas, Pérez Pirela invitó a sus seguidores a estar atentos: “Yo tengo una hipótesis, este show no ha terminado, recuerden, estamos en las horas previas a la juramentación del presidente Nicolás Maduro y, sin ánimos de ser alarmista, esta gente sabe que a partir de hoy y de la debacle que tuvieron en la calle ya no van a poder seguirse inventando que son mayoría”.
(Laiguana.tv)
5. Derecha venezolana: farsa cíclica
Los agentes de Washington, María Corina Machado y Edmundo González Urrutia siguen empeñados en generar desestabilización en Venezuela intentando torpedear al Gobierno legítimo del presidente Nicolás Maduro.
LA JORNADA /
El excandidato presidencial venezolano Edmundo González Urrutia visitó al presidente fascista de Argentina, Javier Milei, quien le reiteró su respaldo a la oposición dirigida desde Washington y al intento de golpe de Estado que planea perpetrar este viernes 10 de enero, día en que el presidente Nicolás Maduro, ganador de las elecciones de julio pasado, juramentará para un nuevo periodo. Desde la Casa Rosada, González aseguró que ingresará “por cualquier medio que sea” a Venezuela, donde la justicia lo requiere por usurpación de funciones, forjamiento de documento público, instigación a la desobediencia de las leyes, conspiración, sabotaje de sistemas y delitos de asociación.
Si concreta su amenaza de autoproclamarse gobernante de Venezuela, González completará su conversión en sucesor no de Maduro, sino de Juan Guaidó, el ya olvidado títere a quien Washington ungió “presidente interino” entre 2019 y 2023. De este modo, quedaría probado que la fabricación de mandatarios de paja es el nuevo recurso estándar de Occidente para desestabilizar a Caracas y saquear sus activos en el extranjero mientras las urnas le niegan la instalación de un régimen satélite en el Palacio de Miraflores.
El excandidato presidencial Edmundo González Urrutia visitó en la Casa Rosada al mandatario fascista de Argentina, Javier Milei.
Desde que perdió las elecciones, González Uerrutia y la líder verdadera del golpismo venezolano, María Corina Machado, han recurrido a la derecha global para forzar un cambio de gobierno en la nación andinocaribeña. Entre otros, ha recibido el apoyo de Joe Biden, a quien cabe considerar como el presidente estadunidense más decepcionante del último medio siglo; Daniel Noboa, el ecuatoriano que gobierna bajo estado de excepción permanente; Dina Boluarte, la dirigente peruana de facto que es rechazada por 95 por ciento de los ciudadanos; de la neofascista Giorgia Meloni; así como de los partidos franquistas españoles Partido Popular (que disimula su filiación) y Vox (que la enarbola con tétrico orgullo).
Con su visita a Milei, González demuestra que no le ruboriza viajar con la bandera de la democracia al mismo tiempo que su principal valedor en la región es un apologista de crímenes de lesa humanidad, entusiasta de las dictaduras militares, promotor de destazar al Estado hasta dejarle únicamente su facultad de ejercer violencia contra los disidentes. El político venezolano que se presentó como una figura menos polarizante y urgió a mejorar las condiciones de vida de sus compatriotas ahora brinda con un hombre que organizó una fiesta para celebrar que negó un aumento a las pensiones de los jubilados que han visto evaporarse su poder adquisitivo.
El primer reclamo de toda persona preocupada por el bienestar del pueblo venezolano es el levantamiento inmediato del bloqueo ilegal con el que Washington busca derrocar al chavismo matando de hambre y de enfermedades curables a los ciudadanos de a pie. Si González tiene tan sólo una parte del amor por su país que pregona, la mejor manera de demostrarlo consiste en renunciar a su aventura golpista y usar su predicamento sobre la Casa Blanca para exigir el fin de la asfixia económica, financiera, comercial, diplomática y política impuesta a Caracas.
La Jornada, México.
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Fuentes: