La prótesis biónica es sensible: nunca tan cerca de la mano perfecta
Una prótesis biónica revolucionaria permite sentir la forma, el movimiento y la orientación de los objetos. Un paso decisivo hacia miembros artificiales indistinguibles de los naturales.
Gianluca Riccio
Enero 17 2025
¿Alguna vez te has preguntado cómo sería poder controlar una prótesis biónica con la misma naturalidad que un miembro real? Por primera vez en la historia, un equipo de investigadores ha conseguido crear un sistema que no sólo permite el control mental de una mano artificial, sino que devuelve al cerebro sensaciones táctiles increíblemente realistas. Un punto de inflexión que promete cambiar la vida de millones de personas para siempre.
El tacto artificial se hace realidad
La historia de la investigación de las prótesis biónicas ha llegado a un nuevo y apasionante capítulo. Los científicos de Grupo de Investigación en Biónica Cortical han desarrollado una interfaz cerebro-computadora que supone un salto cualitativo muy importante en el campo de las sensaciones artificiales. Su prótesis biónica es capaz de reproducir las sensaciones táctiles más complejas jamás logradas hasta el momento, abriendo nuevas perspectivas para las personas con discapacidad.
El equipo de investigación utilizó una tecnología llamada estimulación microcortical intracraneal (ICMS) del cerebro, que se ha demostrado que genera sensaciones táctiles vívidas en la piel de las personas. Como explica el investigador Giacomo Valle liderando la investigación (que te enlazo aquí), las implementaciones anteriores de esta tecnología se habían centrado principalmente en reproducir la ubicación y la intensidad de las sensaciones.
Si bien la ubicación del contacto y la fuerza son componentes cruciales de la retroalimentación, el sentido del tacto es mucho más rico que esto, porque también transmite información sobre la textura, las propiedades de los materiales, los contornos de los objetos y el movimiento de los objetos sobre la piel.
Los implantes intracorticales ayudaron a Scott Imbrie (en la foto) y a otro voluntario a controlar un brazo robótico y una mano biónica utilizando sus cerebros. Imagen: Taylor Glascock para Naturaleza.
Prótesis biónica, un experimento prometedor
Los investigadores involucraron a dos voluntarios con lesiones de la médula espinal, implantando electrodos en las regiones sensoriales y motoras del cerebro que controlan sus manos y brazos. Estos implantes permitieron registrar y decodificar los diferentes patrones de actividad eléctrica producidos por el cerebro de los voluntarios cuando pensaban en utilizar sus extremidades paralizadas.
Luego se conectó a los participantes a un dispositivo que actuaba como un miembro biónico. Con sólo sus pensamientos, podían controlar la prótesis, equipada con sensores que se comunicaban con implantes cerebrales. Luego, los investigadores pudieron traducir y enviar sensaciones más complejas relacionadas con el tacto a través de la prótesis biónica directamente a los implantes cerebrales de los voluntarios.
Un paso hacia el futuro
Valle, investigador del Universidad Tecnológica de Chalmers, subraya la singularidad de esta investigación en el panorama de las interfaces cerebro-computadora. Por primera vez se transmitieron sensaciones táctiles relacionadas con la orientación, la curvatura, el movimiento y las formas tridimensionales.
Como se mencionó, los resultados fueron sorprendentes: la retroalimentación "enriquecida" de los voluntarios también mejoró su capacidad para realizar tareas complejas con la prótesis biónica, como mover objetos con mayor precisión. Por supuesto, a pesar de estos interesantes avances, los investigadores son conscientes de que todavía queda camino por recorrer.
Prótesis biónica, los próximos pasos
Sensores más sofisticados y tecnologías robóticas avanzadas, como piel protésica, para capturar plenamente sensaciones que ahora pueden codificarse y transmitirse al usuario. Además, se necesitarán implantes cerebrales más avanzados para aumentar la gama de sensaciones que pueden estimularse.
Si bien persisten muchos desafíos, este último estudio ofrece evidencia de que el camino para restaurar el tacto es cada vez más claro. Con cada nuevo logro, nos acercamos a un futuro en el que una prótesis corporal no sea solo una herramienta funcional, sino una forma de experimentar el mundo.
La siguiente fase de la investigación será probar estos sistemas en entornos más naturales, como los hogares de los pacientes. El objetivo final es mejorar la independencia y la calidad de vida de las personas con discapacidad.
Gianluca R iccio, directora creativa de Melancia adv, redactora y periodista. Forma parte del Instituto Italiano para el Futuro, World Future Society y H+. Desde 2006 dirige Futuroprossimo.it, el recurso italiano de Futurología. Es socio de Forwardto - Estudios y habilidades para escenarios futuros.
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