Un reciente mapeo del fondo marino en los mares de Chukchi y Beaufort, frente a las costas de Alaska, ha revelado una estructura submarina de 585 metros de altura. Sin embargo, los científicos advierten que aún es demasiado pronto para determinar su naturaleza.
Datos batimétricos de una formación similar a un volcán descubierta por equipos científicos a bordo del buque Healy (WAGB 20) de la Guardia Costera de los EE. UU. (USCG), en la pendiente continental al norte de Alaska. La estructura se eleva unos 585 metros desde el lecho marino y se encuentra a una profundidad mínima de 1.600 metros bajo la superficie. Crédito: NOAA.
Según los datos recolectados del agua sobre la estructura, esta podría estar emitiendo gases, aunque no hay certeza al respecto. Independientemente de si resulta ser un volcán o no, su punto más superficial se encuentra a una profundidad de 1.600 metros, lo que significa que no representa ningún riesgo para la navegación, según un comunicado oficial.
El hallazgo se realizó durante una misión en tres fases a bordo del rompehielos Healy de la Guardia Costera de los Estados Unidos, cuyo objetivo es mapear el lecho oceánico en esta región del Ártico.
«La investigación aún está en curso, pero estos descubrimientos son emocionantes y ofrecen una ventana a lo que podría existir bajo la superficie del océano, una región en gran parte desconocida», señaló Meghan McGovern, oficial al mando del buque Fairweather de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), quien participó en la misión.
Explorando nuevas rutas y oportunidades de investigación
El descubrimiento ocurrió durante la primera fase de la misión del Healy, centrada en explorar una porción del área estudiada por el Proyecto de Acceso Portuario en la Costa Ártica de Alaska (Arctic PARS). Este estudio evalúa el potencial para establecer nuevas rutas de navegación a lo largo de la costa ártica de Estados Unidos, desde el Cabo Príncipe de Gales, en la península de Seward, hasta la frontera con Canadá cerca de Gordon, Alaska.
El buque Healy (WAGB 20) de la Guardia Costera de los Estados Unidos maniobra frente a la costa de Nome, Alaska, tras completar la primera fase de su despliegue el 25 de octubre de 2024. Crédito: Suboficial Jefe Matt Masaschi/USCG.
En las siguientes fases de la misión, se invitará a jóvenes investigadores para llevar a cabo estudios relacionados con el océano, como el mapeo del lecho marino y el análisis de muestras de agua, con el objetivo de llenar vacíos en el conocimiento de estas remotas áreas.
Perspectivas sobre el hallazgo
Aunque los datos del Healy aún no se han publicado y no se dispone de información suficiente para sacar conclusiones, el volcanólogo Tim Orr, del Observatorio de Volcanes de Alaska, señaló que los volcanes jóvenes son poco probables en esa región.
«Es posible que los gases detectados estén relacionados con procesos distintos al vulcanismo, como la presencia de un yacimiento profundo de hidrocarburos», comentó Orr al medio Live Science.
Miembros de la tripulación del buque Healy (WAGB 20) de la USCG recuperan un flotador SWIFT (Surface Wave Instrument Float with Tracking) en el mar de Chukchi, el 30 de octubre de 2024. Durante su despliegue en el Ártico, la tripulación del Healy ha apoyado a los científicos a bordo en el despliegue de equipos e instrumentos para la recolección de muestras de agua y datos. Crédito: Suboficial Jefe Matt Masaschi/USCG.
Añadió que, aunque existen volcanes submarinos en Alaska, como el volcán emergente Bogoslof, estos se encuentran en áreas conocidas por su actividad volcánica, a diferencia de esta nueva estructura.
El reciente hallazgo abre nuevas interrogantes sobre los procesos geológicos en el fondo marino y destaca lo mucho que queda por explorar en el Ártico.
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Fuente: USCG. Edición: MP.