Un estudio sugiere que este escenario se concretaría aproximadamente entre 2025 y 2050
Pablo Javier Piacente
Un sistema de corrientes oceánicas, que es crucial para el mantenimiento de temperaturas relativamente moderadas en Europa y que influye fuertemente en los fenómenos meteorológicos a nivel global, podría colapsar definitivamente en los próximos años o décadas y no más allá de fin de siglo, de acuerdo a una nueva investigación. Sin embargo, otros científicos no están de acuerdo con estas previsiones.
La Circulación Meridional de Retorno del Atlántico (AMOC, según sus siglas en inglés) es un gran sistema de corrientes oceánicas, cuya función es conducir el agua caliente de los trópicos hacia el Atlántico Norte, entre otros importantes aportes para el equilibrio climático global. Ahora, un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Copenhague, en Dinamarca, indica que este sistema podría colapsar alrededor de 2050 o incluso antes, generando graves consecuencias sobre el clima en todo el planeta.
Los resultados de la investigación, que se publican en la revista Nature Communications, se obtuvieron luego de analizar las temperaturas de la superficie del mar en el Atlántico Norte entre 1870 y 2020, tomándolas como un indicador del comportamiento del sistema AMOC. Estos registros, que se remontan mucho más atrás que las mediciones directas de AMOC iniciadas en 2004, aportan una información más contundente sobre las tendencias de temperatura.
UN PUNTO DE INFLEXIÓN
A partir de estos datos, los autores del estudio, Peter Ditlevsen y Susanne Ditlevsen, encontraron señales de advertencia de una transición crítica del sistema AMOC, que según su visión podría colapsar de forma total o parcial entre 2025 y 2050, y nunca más tarde de 2095. Según una nota de prensa, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) consideró poco probable que se produjera un colapso total de este sistema durante el siglo XXI, contradiciendo los resultados obtenidos en el nuevo estudio.
Vale destacar que sistema AMOC puede marcar un punto de inflexión en el clima global: su deterioro es capaz de llevar a un estado irreversible los actuales desajustes en el sistema climático de la Tierra. Este fenómeno tendría graves impactos en el clima de Europa, de la región del Atlántico Norte y de todo el mundo. En otras palabras, llevaría a un tipo de cambio climático abrupto que el planeta experimentó por última vez durante los eventos de Dansgaard-Oeschger, en el último período glacial, provocado precisamente por el colapso y la restauración de las corrientes AMOC.
¿Qué pasó entonces en la Tierra? Por ejemplo, las fluctuaciones medias de temperatura en el hemisferio norte oscilaron entre 10 y 15 grados Celsius en una década, cuando los cambios actuales se concretan en torno a 1,5 grados en un siglo. Aunque las observaciones han demostrado que el AMOC se está debilitando, aún se requieren registros más largos para evaluar la magnitud de este deterioro. Entre las causas del mismo, por supuesto, destacan los efectos de la actividad humana sobre el ambiente, como por ejemplo el incremento en las concentraciones atmosféricas de CO2 (dióxido de carbono).
OTRAS VISIONES
En tanto, una publicación de SMC España aporta la visión de otros científicos sobre este estudio. Para Niklas Boers, catedrático de la Universidad Técnica de Múnich, en Alemania, “las incertidumbres son demasiado elevadas como para estimar con confiabilidad el momento de la inflexión del sistema AMOC”.
Para Stefan Rahmstorf, de la Universidad de Potsdam, también en Alemania, “el trabajo de Ditlevsen y Ditlevsen se suma a otros estudios anteriores que, con métodos y conjuntos de datos algo diferentes, analizan la cuestión de las señales de alerta temprana. La evidencia científica actual es que ni siquiera podemos descartar que se cruce un punto de inflexión de AMOC ya en la próxima década o dos”, concluyó.
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REFERENCIA
Warning of a forthcoming collapse of the Atlantic meridional overturning circulation. Peter Ditlevsen and Susanne Ditlevsen. Nature Communications (2023). DOI:https://doi.org/10.1038/s41467-023-39810-w
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