Los humanos comenzaron a montar a caballo en la estepa euroasiática hace unos 5.000 años
El análisis de esqueletos de la Edad de Bronce muestra evidencias morfológicas asociadas a la montura
EDUARDO MARTÍNEZ DE LA FE
Esqueletos humanos de la cultura Yamnaya descubiertos en Bulgaria, Hungría, Rumania y Serbia, revelan que montaban a caballo entre los años 3021 y 2501 a. C., lo que los convierte en los primeros jinetes conocidos de la historia de nuestra especie.
El comienzo de los humanos montando a caballo se considera uno de los desarrollos clave en la historia, ya que facilitó el pastoreo, el comercio y la migración, e incluso cambió el rumbo de la guerra.
Durante mucho tiempo, los científicos creyeron que el pueblo de la cultura Yamnaya, también conocido como Kurgán, fue el primero en domesticar caballos hace unos 3.500 años. Eran pastores de las estepas euroasiáticas al norte del Mar Negro y de las montañas del Cáucaso.
Sin embargo, esta constatación no confirma que los kurganes de aquella época montaran los caballos, un salto evolutivo que multiplicó por cinco la velocidad de movimiento y la capacidad de carga de una persona: explica la rápida expansión territorial que alcanzó esta cultura.
Los kurganes obtuvieron una rápida victoria militar cuando invadieron Europa a sangre y fuego entre los años 5.000 y 4.500 a. C., probablemente debido también a que montaban a caballo.
PRIMEROS JINETES
Una nueva investigación desarrollada por la Universidad de Helsinki y otras universidades europeas ha llegado a la conclusión de que alrededor del año 3000 al 2501 a. C. los seres humanos de la cultura Yamnaya ya montaban a caballo.
Para su estudio, los científicos examinaron 217 restos humanos descubiertos en Bulgaria, Hungría, Rumania y Serbia. Identificaron a nueve probables jinetes que vivieron hace unos 4.500 y 5.000 años y pertenecían al pueblo de la Edad de Bronce identificado como Yamnaya.
Estas esqueletos humanos muestran cambios en la morfología ósea y distintas patologías asociadas con la equitación, confirman los investigadores: consideran que son los humanos más antiguos identificados como jinetes hasta el momento.
EVIDENCIAS MORFOLÓGICAS
Explican que algunos rasgos morfológicos representan evidencia de la equitación humana porque todavía aparecen en los humanos actuales que montan a caballo con regularidad.
Entre estos rasgos figuran el desgaste en las superficies superior e inferior de la columna, que es causado por el movimiento hacia arriba y hacia abajo durante el viaje a caballo, y áreas más gruesas y ásperas de los músculos de las piernas, lo que indica un uso excesivo de los muslos, posiblemente debido a la necesidad de sujetar al caballo con las extremidades inferiores.
También hay un crecimiento óseo adicional en el área donde el ligamento se encuentra con el hueso, lo que lo hace más grande y, por lo tanto, distribuye mejor las fuerzas, dicen los investigadores.
MARCAS DETERMINANTES
Los esqueletos masculinos analizados muestran claramente marcas de desgaste en la columna vertebral, las piernas y la pelvis que son características de montar a caballo.
El equipo evaluó seis rasgos de montura en los nueve esqueletos. Cinco de ellos mostraron cinco o más rasgos, la evidencia más fuerte de que montaban a caballo; los otros cuatro mostraron cuatro rasgos.
William Taylor, de la Universidad de Colorado en Boulder, citado por NewScientist, explica que las marcas de desgaste en los huesos no son una evidencia concluyente de la montura a caballo humana, ya que podría haber sido causada por otras actividades, como viajar en un carro tirado por bueyes.
Los orígenes de la equitación siguen por tanto siendo esquivos, escriben los científicos en el artículo publicado en la revista Science.
MONTURA Y JINETE
Se tiene claro que los caballos se domesticaron hace entre 3.500 y 3.000 años a. C., un indicio de domesticación comúnmente aceptado.
Sin embargo, averiguar cuándo comenzó la montura de los caballos ha sido más complicado: el equipo de equitación de los primeros jinetes para montar a caballo rara vez se conserva, y la confiabilidad de las patologías dentales y mandibulares equinas sigue siendo cuestionada.
Sin embargo, la equitación tiene dos componentes que interactúan y que han sido determinantes en la nueva investigación: el caballo como montura y el ser humano como jinete.Noticias relacionadas
Las alteraciones morfológicas asociadas con estos dos aspectos de la equitación en los esqueletos humanos analizados ahora posiblemente proporcionen la mejor fuente de información sobre los primeros jinetes conocidos de nuestra especie, concluyen los investigadores.
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REFERENCIA
First bioanthropological evidence for Yamnaya horsemanship. Martin Trautmann el a. Science Advances, 3 Mar 2023; Vol 9, Issue 9. DOI:10.1126/sciadv.ade2451
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Fuente: