El supervolcán Yellowstone tiene mucha más lava, está más concentrada y más cerca de la superficie
Héctor Sacristán
Divulgador científico especializado en vulcanología
La mejor imagen de la cámara magmática del supervolcán Yellowstone revela que hay más magma, que está más cerca de la superficie y que está más concentrada. Pero eso no indica que haya más riesgo de erupción.
La vulcanología, ciencia que estudia a los volcanes, se enfrenta a un gran desafío: ser capaz de entender lo que está oculto en el interior del planeta.
Esto no es nada sencillo. Una erupción volcánica tiene lugar cuando el magma de las profundidades de la Tierra alcanza la superficie, pero para llegar a la superficie antes han tenido que ocurrir una infinidad de procesos bajo tierra que han originado este magma, lo han desplazado, acumulado y cambiado su composición química, antes de resultar en una erupción.
El gran problema reside en que estos procesos tienen lugar a grandes profundidades en la Tierra, por ello no podemos verlos ni medirlos directamente en tiempo real, hasta ahora.
Sin embargo, con el auge de la tecnología, nuevas técnicas están surgiendo que nos permiten empezar a visualizar lo que está ocurriendo bajo los volcanes, una de ella es la tomografía sísmica.
ATRAVESANDO EL MAGMA
Esta técnica emplea la velocidad a la cual las ondas sísmicas viajan a través del planeta para obtener una imagen.
Las ondas sísmicas se ralentizan al atravesar el magma. Esto potencialmente permitiría visualizar las cámaras magmáticas donde el magma se almacena antes de hacer erupción. Pero esto no es tan simple como parece.
Normalmente se asume que la velocidad de una onda sísmica solo depende de una trayectoria infinitamente estrecha entre el terremoto que produce las ondas y el instrumento que las recibe.
ONDAS SÍSMICAS
Sin duda esta suposición es una simplificación. En realidad, la velocidad es sensible a las características del material en torno a esta trayectoria.
Además, las ondas sísmicas pueden desviarse, algo que puede ser provocado por volúmenes de magma. Estos problemas pueden enmascarar la señal de los reservorios magmáticos.
Por lo tanto, existen grandes posibilidades de perfeccionar los modelos actuales y lograr mejores resultados.
TOMOGRAFÍA SÍSMICA
Un equipo de investigadores afiliados a múltiples instituciones de los Estados Unidos y Australia, liderados por el geofísico Ross Maguire, ha publicado recientemente un estudio en la revista Science donde utilizan la tomografía sísmica de forma novedosa.
Su objeto de estudio es el mismísimo volcán Yellowstone, una enorme caldera volcánica en los Estados Unidos. Un supervolcán.
Utilizando supercomputadoras han modelado de forma más realista las ondas sísmicas, tratando de reproducir correctamente todas las ondas símicas registradas en los sismógrafos. ¿Cuáles son sus resultados?
Portada de la revista Science sobre la investigación. /SCIENCE.
MÁS MAGMA
El magma está más cerca de la superficie de lo que se pensaba. A 5 kilómetros de profundidad tan solo y no a 7-10 km como resultó en estudios previos.
Además, hay más magma y está más concentrado: la fracción de roca fundida es del 16-20 %, cuando anteriores resultados mostraban un 10%. Podemos estar hablando de casi el doble de magma de lo que creíamos antes.
Sin embargo, este descubrimiento no supone que exista un mayor riesgo de erupción. Simplemente resulta que ahora podemos obtener una imagen de mayor resolución de una cámara magmática que probablemente lleva ahí cientos de miles de años.
Sin duda alguna, la tomografía sísmica continuará mejorando y en un futuro mostrará el interior de los volcanes con aún mayor precisión. Podremos conocer mejor el “cuarto de máquinas” que genera y opera la furia de la Tierra.
Grand Prismatic Spring, la fuente termal más grande de Yellowstone. /YELLOWSTONE NATIONAL PARK.
SUPERVOLCÁN LONGEVO
Yellowstone es denominado un supervolcán. Esto es, una erupción que emite más de 1.000 kilómetros cúbicos es una supererupción, estas son las mayores erupciones de la Tierra, y al volcán que las produce se le llama supervolcán.
Yellowstone es el más reciente de una cadena de volcanes que ha producido al menos 11 erupciones de enorme magnitud en los últimos 16.5 millones de años, muchas de ellas seguramente han sido supererupciones.
La recurrencia entre estas erupciones tan enormes es por tanto de 1,5 millones años. La última supererupción de Yellowstone fue hace 0,6 millones de años.
MUCHO TIEMPO
Por lo tanto, seguramente quede mucho tiempo antes de que vuelva a erupcionar de esta forma y no parece un peligro inmediato, podemos hablar de decenas de miles de años, o cientos de miles.
Otros volcanes que han producido supererupciones de forma recurrente son el volcán Toba de Indonesia (2 super erupciones en los últimos 0,8 millones de años), y la Zona Volcánica de Taupo en Nueva Zelanda (4-5 supererupciones en los últimos 1,6 millones de años).
Queda mucho tiempo pues, podemos esperar sentados, pero mientras se puede visitar el fascinante parque nacional de Yellowstone y “asomarnos” a la caldera volcánica de Yellowstone, probablemente el supervolcán más famoso de la Tierra.
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REFERENCIA
Magma accumulation at depths of prior rhyolite storage beneath Yellowstone Caldera. Ross Maguire et al. Science, 1 Dec 2022; Vol 378, Issue 6623, pp. 1001-1004. DOI: 10.1126/science.ade0347
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Fuente: