La Huelga General que jamás se había visto y que todos quieren ocultar
El segundo país más poblado del mundo
Según los sindicatos, 300 millones de trabajadores pararon contra la reforma laboral y las privatizaciones, en un país con una fuerza de trabajo formal cercana a los 481 millones de personas.
El pasado 2 de septiembre, millones de trabajadores de todos los sectores se unieron a la mayor huelga que jamás se ha visto en la India. Los manifestantes protestaban contra las reformas laborales propuestas, que en la práctica permitirán despedir a los trabajadores con mayor facilidad.
La primera huelga general contra el Gobierno no logró paralizar la India, aunque se dejó sentir en la industria, el transporte o la banca, con un éxito rotundo, según los convocantes, y un impacto mínimo, de acuerdo con el Ejecutivo del país con la segunda mayor fuerza laboral del mundo. Los diez sindicatos convocantes llamaron a la huelga para manifestarse en contra de las medidas de reforma laboral impulsadas por el gobierno de Narendra Modi, líder del Partido Bharatiya Janata. Pero además de esto, los sindicatos se expresaron en contra de las privatizaciones, que han sido parte central del programa político de Modi desde que comenzó su mandato hace un año.
Los sindicatos estiman que entre 150 y 300 millones de trabajadores, en un país con una fuerza de trabajo formal cercana a los 481 millones de personas, secundaron la convocatoria realizada por una decena de sindicatos, pese a lo cual los servicios básicos no dejaron de funcionar y en las grandes ciudades indias fue difícil sentir el impacto de la protesta. El secretario general de la Asociación de Empleados de Banca de la India, C.H. Venkatachalam, sin embargo, aseguró que: "Sólo en el sector bancario han parado un millón y medio de empleados, en bancos públicos y privados, nacionales y extranjeros, en los que todos los servicios de un día normal se han visto afectados".
Agregó que la convocatoria fue "muy exitosa y hasta en el Banco Reserva de la India (banco central, emisor) ha tenido seguimiento, igual que en las aseguradoras y otros sectores relacionados".
El paro afectó al transporte urbano en ciudades como Chennai (sur del país), se hizo sentir en el ferroviario en estados como Bengala (oeste) y en el marítimo en importantes puertos como el de Bombay (este), según medios locales.
La industria fue otro de los sectores donde el paro tuvo más repercusión, en áreas del cinturón industrial de Nueva Delhi que quedaron completamente cerradas.
La Unión de Trabajadores Indios (BMS, en hindi) y el Frente Nacional de Sindicatos Indios (NFITU, en inglés), dos importantes organizaciones sindicales, aunque en principio habían acordado parar, finalmente no respaldaron el paro, al entender que tenía una “intención política”.
"Ahora sólo queda ver qué hace el Gobierno, si cambia su actitud para seguir negociando", indicó a Efe un portavoz del Congreso de Sindicatos de la India (AITUC, en inglés), Gurudas Dasgupta.
Los sindicatos consideran que las reformas proyectadas facilitarán los despidos y el cierre de fábricas improductivas, dejando a millones de trabajadores en la calle.
"Esta huelga sirve para recordarle al gobierno que antes de cambiar las leyes laborales debe consultar con los millones de trabajadores concernidos", dijo Amit Khanna, un empleado bancario de Nueva Delhi.
La jornada transcurrió sin mayores incidentes en la mayoría de las ciudades, aunque se señalaron enfrentamientos entre la policía y manifestantes en el estado de Bengala Occidental, con un largo historial de luchas gremiales, en Kerala y Karnataka.
En Calcuta, la capital de Bengala Occidental, la policía cargó con cachiporras contra una marcha y desalojó a mujeres que realizaban una sentada, en tanto que los manifestantes replicaban a pedradas y destruían vehículos, según imágenes televisivas.
Unas 200 personas fueron detenidas en los incidentes, indicó la agencia Press Trust of India.
En Nueva Delhi se formaron largas colas en las paradas de autobús desde primeras horas de la mañana y numerosos pasajeros se vieron bloqueados en los aeropuertos, a causa de la inactividad de taxistas y conductores de rickshaws.
Muchos conductores que pretendían trabajar fueron obligados a cesar sus actividades por los huelguistas.
Los trabajadores huelguistas, de 7 de los 10 sindicatos de la India, reclaman un aumento del salario mínimo y de las pensiones, así como la inclusión en la seguridad social.
La decisión de declarar una huelga en todo el país se originó en una Convención Nacional de Trabajadores convocada por las centrales sindicales nacionales en mayo.
Después de fracasar las conversaciones de los sindicatos con el gobierno, se realizaron concentraciones en toda la India, con manifestaciones públicas, estimadas en 150 millones de trabajadores.
Los sindicatos habían presentado un pliego de 12 peticiones, que incluía las siguientes reivindicaciones: firme oposición a las enmiendas propuestas a la legislación laboral por ser muy perjudiciales para los trabajadores; un nuevo salario mínimo; que se deje de usar trabajadores con contrato temporal para realizar trabajos permanentes; que se pague a los trabajadores con contrato temporal los mismos sueldos y prestaciones sociales que percibe el personal de planta por un trabajo similar; estricto cumplimiento de toda la legislación laboral fundamental; cobertura universal de seguridad social para todos los trabajadores; reconocimiento legal de los sindicatos dentro del plazo de 45 días de haberse presentado la solicitud de registro; ratificación inmediata de los Convenios 87 y 98 de la OIT.
El gobierno de Modi llegó al poder en mayo de 2014 con la promesa de reformar el mercado laboral para incentivar las inversiones extranjeras y dinamizar a la tercera economía asiática.
Su gobierno pretende simplificar la legislación social que depende de un sinnúmero de leyes que en algunos casos datan de la época de la colonización británica, y elaborar un código laboral único para el sector industrial.
La legislación propuesta agilizaría los despidos en empresas con plantillas de hasta 300 operarios (frente a cien en la actualidad) y dificultaría la creación de nuevos sindicatos.
La Asociación de Cámaras de Comercio e Industria de la India (ASSOCHAM, en inglés) advirtió de que "el impacto financiero podría conducir a unas pérdidas de más de 250 millones de rupias (unos 3,7 millones de dólares)".
La Confederación de Industria India (CII, en inglés) alertó del perjuicio para la imagen de un país que intenta atraer inversores extranjeros, cuyo Gobierno "ha actuado bien en parámetros económicos" desde su llegada al poder en mayo del año pasado.
A la India la sacudió la Huelga General que jamás había vivido…
Corresponsal- 21/9/2015
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