Las elecciones presidenciales USA son “un circo que se decide en televisión”
RT – Hillary Clinton ha arrancado su campaña presidencial con un discurso en el que ha dado su visión sobre EE.UU. En su carrera electoral la exsecretaria de Estado y la esposa del 42.º presidente del país, Bill Clinton, buscará el apoyo de la clase media. No será la única, puesto que este estrato social es la parte del electorado más deseada por la mayoría de los aspirantes a la Casa Blanca.
Clinton es la gran favorita por el partido Demócrata para las elecciones presidenciales de 2016. Sus primeros meses de campaña electoral se han basado en mandar un claro mensaje a los electores: trabajará para modernizar la economía y ayudar a las familias de clase media.
“Los estadounidenses necesitan un campeón todos los días, y yo quiero ser esta campeona. Así que ustedes pueden hacer algo más que simplemente ganarse la vida: pueden ascender y mantenerse en la vanguardia, ya que cuando las familias son fuertes, EE.UU. es fuerte. Así que estoy recorriendo el país para obtener su voto, porque ha llegado su momento y espero que ustedes me acompañen en este viaje”. Con esta oferta de prosperidad se presentó Clinton ante los votantes.
Sin embargo muchos denuncian que estos mensajes están vacíos de contenido y que las promesas no son más que reclamos publicitarios.
“Las elecciones presidenciales en los EE.UU. son un circo, te das cuenta de que esto no tiene nada que ver con la pobreza, la clase media, ni con los problemas del ciudadano americano. Este es un circo que se decide en la televisión, los medios sociales y la publicidad. A quien apoyan los grupos de intereses y poder es a la gente que tiene el dinero y la posibilidad de hacerlo y hoy en día los que más dinero tienen son Jeb Bush y la señora Clinton”, opina el analista político Pedro González.
Los candidatos promulgan que su objetivo es lograr una sociedad más justa, donde la distancia entre ricos y pobres sea menor, pero algunos se encuentran entre las fortunas más importantes del país. Por ejemplo, la republicana Carly Fiorina, ex ejecutiva de varias grandes corporaciones, tiene una fortuna aproximada de 80 millones de dólares. Por su parte, Hillary Clinton cuenta con un imperio de más de 15 millones de dólares.
Otros cuentan con fortunas algo más ‘moderadas’. Es el caso del republicano Ted Cruz, con una que cuenta con algo más de 3 millones de dólares. O su compañero de partido Rand Paul que posee alrededor de 1,3 millones de dólares. Los ciudadanos ya empiezan a percibir que las grandes corporaciones son las más beneficiadas con este tipo de candidatos, mientras que la clase media se ve desprotegida.
“Han destruido la economía de este país, se ha llevado la industria a China, se ha llevado a los grandes capitales fuera de aquí para que no paguen impuestos y nos han dejado a nosotros, la clase media y los que son más pobres, con toda la deuda del país“, denuncia el analista Pedro González.
Desde las filas independientes el candidato Bernie Sanders tiene muy claro que con el sistema actual muchos candidatos son solo títeres en manos de las grandes corporaciones. “En la actualidad la situación política es tal que hay multimillonarios que literalmente son capaces de comprar elecciones y candidatos”, comenta Sanders.
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