Nuevo estudio global vincula 350.000 muertes por enfermedades cardíacas en 2018 a un químico común en plásticos, el DEHP
6 mayo, 2025
El DEHP es un plastificante
presente en productos cotidianos como cortinas de baño, calzado y equipamiento
médico.
- DEHP: químico plastificante,
altamente tóxico.
- 350.000
muertes por
enfermedades cardíacas en 2018, ligadas a su exposición.
- Más
impacto en
Asia del Sur, Medio Oriente, y países con gestión deficiente de residuos.
- Presente
en PVC:
juguetes, empaques, cortinas, calzado, tuberías.
- Interfiere
con hormonas,
causa obesidad, diabetes e inflamación.
- No
hay nivel seguro de exposición,
según expertos.
- Pobreza
+ residuos plásticos importados = exposición mayor.
- Tratado
global del plástico podría marcar un cambio.
Un químico plástico común
relacionado con 350.000 muertes por enfermedades cardíacas en un año
Más de 16.000 compuestos
químicos se utilizan en la fabricación de plásticos, muchos de ellos
sin una regulación efectiva. Uno de los más preocupantes es el di(2-etilhexil)ftalato
(DEHP), un plastificante que se usa para suavizar productos plásticos
como cortinas de baño, calzado, juguetes, tuberías y envases de
alimentos.
Este compuesto, casi
inodoro e incoloro, ha sido vinculado durante años a cáncer y
alteraciones hormonales. Sin embargo, un nuevo estudio publicado en The
Lancet eBioMedicine revela un impacto aún mayor: alrededor de
350.000 personas murieron en 2018 por enfermedades cardiovasculares atribuibles
al DEHP.
Impacto geográfico desigual
Uno de los hallazgos más
alarmantes es la diferencia por región. Según los investigadores:
- En
el Medio Oriente y el sur de Asia, el nivel de exposición a
DEHP fue hasta seis veces mayor que en Europa.
- En
esas regiones, hasta el 17 % de las muertes por
enfermedades cardíacas se atribuyen al DEHP.
- En
comparación, en Europa el porcentaje fue del 8 %, y en Estados
Unidos, del 10 %.
Esta disparidad refleja
diferencias en la producción de plásticos, regulaciones químicas y,
sobre todo, la gestión de residuos.
Cómo afecta a la salud
El DEHP es un disruptor
endocrino. Esto significa que interfiere con el sistema hormonal,
lo que puede derivar en:
- Mayor riesgo
de obesidad y diabetes tipo 2.
- Inflamación
crónica,
que contribuye directamente a enfermedades cardiovasculares.
- Aumento
del riesgo de infartos, accidentes cerebrovasculares y muerte
súbita, especialmente cuando coexiste con microplásticos y
nanoplásticos en el organismo.
No existe un nivel seguro
de exposición, según el profesor Leonardo Trasande, uno de los autores del
estudio.
¿Dónde se encuentra el DEHP?
El DEHP se encuentra
principalmente en productos de PVC (cloruro de polivinilo), un
plástico ampliamente utilizado en:
- Tuberías
y revestimientos.
- Juguetes
infantiles.
- Empaques
de alimentos.
- Mobiliario
y tapicería.
Su uso masivo ha
contaminado el aire, el suelo y el agua en diversas partes del mundo.
Esto afecta desproporcionadamente a países con baja regulación
ambiental y economías más vulnerables.
El problema del plástico
importado
Desde 2021, países como India,
Malasia y Vietnam han recibido millones de toneladas de
residuos plásticos procedentes de América del Norte y Europa. Parte de
este plástico se quema o se entierra en vertederos
ilegales, liberando sustancias tóxicas como el DEHP al entorno.
Por ejemplo, Estados
Unidos exportó en 2021 más de 540 millones de kilogramos de residuos plásticos a
países en vías de desarrollo. Esta exportación traslada no solo residuos, sino
también riesgos sanitarios a comunidades con menos recursos
para gestionarlos.
Regulaciones desiguales
La regulación del DEHP varía
drásticamente:
- Unión
Europea:
restringido al 0,1 % en peso en juguetes y textiles infantiles. Uso
limitado en materiales en contacto con alimentos y cosméticos.
- Japón
y China:
prohíben el DEHP en envases de alimentos y productos infantiles.
- India: limitó su uso en 2022 en
empaques de alimentos.
- Estados
Unidos:
restricciones parciales. En 2022, la FDA rechazó una petición para
prohibir el DEHP en materiales de contacto con alimentos.
Esta falta de coherencia
regulatoria permite que la exposición persista a escala global,
especialmente en países con menor capacidad regulatoria.
La lucha contra la contaminación
por DEHP y otros ftalatos es una oportunidad para acelerar la
transición hacia un modelo de producción y consumo más sostenible. Algunas
medidas clave incluyen:
- Desarrollar
alternativas al PVC usando
bioplásticos o materiales reciclables sin químicos tóxicos.
- Fomentar
el ecodiseño de
productos, reduciendo su carga química desde la fase de desarrollo.
- Mejorar
la gestión de residuos,
sobre todo en países en desarrollo, con tecnologías limpias y economía
circular.
- Reforzar
tratados internacionales como
el Tratado Global sobre Plásticos de la ONU, incluyendo listas
de sustancias y polímeros prohibidos o restringidos.
- Frenar
la producción total de plásticos,
una medida que reduciría radicalmente la exposición humana y ambiental.
Adoptar estas soluciones no solo
mejorará la salud pública, sino que también reducirá la huella
ecológica de la industria plástica, favoreciendo un modelo más limpio,
justo y resiliente.
Más información: www.thelancet.com
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Fuente:
https://ecoinventos.com/nuevo-estudio-global-vincula-350-000-muertes-por-enfermedades-cardiacas-en-2018-a-un-quimico-comun-en-plasticos-el-dehp/