Ha fracasado la trampa negociadora con la que el Gobierno quería destrozar al ELN forzando su desarme unilateral, rechazando sus propuestas y reforzando la sensación de victoria política
IÑAKI GIL
DE SAN VICENTE
1.-
PRESENTACION
2.-
ASUSTAR A LA CLASE DOMINANTE
3.- ODIAR
AL EXPLOTADOR
4.-
PRINCIPIOS MITCHELL
5.-
GUERRA DE LOS DÉBILES
6.-
HACERSE RESPETAR
7.- DOS LEGALIDADES
8.- QUINCE LECCIONES
«Un gobierno socialista no puede ponerse a la
cabeza de un país si no existen las condiciones necesarias para que pueda tomar
inmediatamente las medidas acertadas y asustar
a la burguesía lo bastante para conquistar las primeras condiciones de una
política consecuente»1.
«La policía le ha abierto a nuestra gente un campo
realmente espléndido: la ininterrumpida lucha contra la policía misma. Esta se
realiza siempre y en todas partes con gran éxito y, lo que es mejor, con gran
humor. Los policías son derrotados y obligados a buscar desesperadamente una
transición. Y yo creo que esta lucha es más útil en las actuales
circunstancias. Sobre todo se mantiene encendido en nuestros muchachos el odio
al enemigo. Peores tropas que la policía alemana no podrían enviarse a nuestro encuentro;
incluso allí donde tienen todas las posibilidades de ganar sufren una derrota
moral, y entre nuestros muchachos crece día a día la confianza en la victoria»2.
«Todos los filisteos han adquirido un respeto tan
grande por nosotros que chillan en coro: Sí, si los socialdemócratas quieren
situarse en una base legal y adjurar
de la revolución, entonces estaremos
en favor de la inmediata derogación de la Ley de excepción contra los
socialistas […] La base legal, el derecho histórico, la legitimidad, han sido
acribillados en todas partes o echados por tierra. Pero, está en la naturaleza
de todos los partidos o clases que han llegado al poder por medio de la
revolución, reclamar que la nueva base jurídica creada por ésta sea reconocida
incondicionalmente y considerada sagrada. El derecho a la revolución existió –de lo contrario los gobernantes
actuales no sería legales-- pero a partir de ahora no podrá existir más.
[…]
Y esos son los partidos que nos exigen que nosotros, sólo nosotros de entre todos,
declaremos que en ninguna circunstancia recurriremos a la fuerza, y que nos someteremos a toda opresión, a todo
acto de violencia, no sólo cuando sea
1 Marx:
«Carta a Domela Nieuwenhuys». 22 de febrero de 1881. La insurrección armada. A. Neuberg Fontamara. Barcelona 1978. P.
27.
2 Engels: «Carta a J. P. Becker» 14 de febrero de 1884. Correspondencia. Edit. Cartago, Buenos
Aires. 1973. P. 341.
1
legal meramente en la forma –legal según lo juzgan
nuestros adversarios-- sino también cuando sea directamente ilegal.
Por cierto que ningún partido ha renunciado al
derecho a la resistencia armada, en
ciertas circunstancias, sin mentir. Ninguno ha sido capaz de renunciar
jamás a este derecho al que se llega
en última instancia.
Pero una vez que se llega a discutir las circunstancias en las cuales un partido
se reserva este derecho, el juego está ganado. Entonces puede hablarse con
claridad. Y especialmente un partido al que se ha declarado que no tiene
derechos, un partido, en consecuencia, al que se ha indicado directamente,
desde arriba, el camino de la revolución. Tal declaración de ilegalidad puede
repetirse diariamente en la forma en que ocurrió una vez. Exigir una
declaración incondicional de esta clase de un partido tal, es totalmente
absurdo.
[…]
Sólo el poder es respetado, y únicamente mientras
seamos un poder seremos respetados por el filisteo. Quien haga concesiones no
podrá seguir siendo una potencia y será despreciado por él. La mano de hierro
puede hacerse sentir en un guante de terciopelo, pero debe hacerse sentir. El
proletariado alemán se ha convertido en un partido poderoso, que sus
representantes sean dignos de él»3.
1.- PRESENTACIÓN
El proyecto inicial de este escrito era presentar
la Introducción que hicimos en marzo de 2024 al libro La paz con el ELN y los regateos del gobierno, publicado por
Boltxe, en el que Antonio García, representante del ELN, describe con prosa
ágil e incisiva por qué y cómo «fracasaron» las conversaciones sobre una
posible «paz» en Colombia, «fracaso» que se argumenta en la última parte de
este artículo.
Pero desde marzo de 2024 hasta febrero de 2025 se
ha agudizado la crisis imperialista especialmente en cinco frentes referidos
aquí muy elementalmente: Venezuela y su directa relación con Colombia; Ucrania
y la derrota de la OTAN frente a Rusia; Palestina y la derrota del imperialismo
sionazi; el hundimiento del imperialismo en grandes zonas de África; y el
fortalecimiento del bloque estratégico formado por China Popular, República
Democrática de Corea, Federación rusa e Irán, al que se le van sumandos otros
países. La decadencia económica, militar y político-cultural de lo que llaman
Occidente acelerada en este período, vertebra y une internamente estos y otros
frentes, y es la clave de la contraofensiva desesperada del multifacético
tecnofascismo y de los recortes de la democracia burguesa que imponen los
Estados imperialistas.
En medio de este panorama, el reformismo insiste en
que las conversaciones, el diálogo, la negociación, el consenso, el
pragmatismo, la «paciencia estratégica» (¿?), etcétera, son los únicos métodos
‘realistas’ tanto para contener y hacer retroceder al tecnofascismo como para
reunir fuerzas sociales que reorienten la marcha actual de la humanidad al
colapso, a la catástrofe sin tener que lanzarse a «aventuras revolucionarias».
Como veremos, el ELN despanzurra esta palabrería reformista que siempre termina
reforzando al imperialismo planteando otro concepto de negociación incompatible
con el burgués,
3 Engels:
«Carta de Bebel» 18 de noviembre de 1884. Correspondencia.
Edit. Cartago, Buenos Aires. 1973. Pp. 342-346.
2
por ejemplo con el de los siniestros Principios Mitchell (véanse en la
Red) a los que volveremos.
En este texto nos limitamos a la negociación entre
opresores y oprimidos, entre fuerzas so ciales inconciliables porque una de
ellas, la propietaria de las fuerzas productivas y repro ductivas, vive bien
gracias a la explotación, opresión y dominación ejercida sobre los pue blos
trabajadores. No hablamos de negociación entre fuerzas diferentes ni tampoco
entre fuerzas opositoras. Ninguna estas formas de negociación entre diferentes
y opositores -- según las categorías dialécticas-- atañen a la propiedad privada
de la economía, del Esta-do y del ejército por la minoría dominante, sino sólo
a determinadas formas de poder, no a su contenido de clase propietaria.
La unidad de contrarios en lucha
explica que dentro de una misma negociación entre opre sores y oprimidas
choquen dos negociaciones antagónicas, dos legalidades incompatibles, cada una
de ellas con su proyecto y práctica negociadoras. Explica también por qué para
un bando el resultado es un triunfo, una victoria y para el contrario, un
fracaso, una derro ta. En la lucha de clases y de liberación nacional es
objetivamente imposible algo parecido al «empate» entre un bando y otro porque
lo impiden las leyes tendenciales y las contra-dicciones del modo de producción
capitalista.
Toda negociación pertenece a un
proceso de lucha, de guerra social más o menos agudiza da según sus frentes y
momentos, por lo que su triunfo o fracaso ha de medirse no sólo por sus
resultados singulares sino sobre todo por su impacto sobre los objetivos
históricos por los que se lucha. Esto hace que, por ejemplo, mientras que para
la propaganda burguesa puede ser un fracaso que no se llegue a un acuerdo en la
negociación con la oprimida, para ésta ese supuesto fracaso es en realidad una
verdadera victoria.
Las tres citas arriba presentadas nos ofrecen al
menos cinco principios fundamentales que marcan la incompatibilidad absoluta
entre la negociación burguesa y la negociación marxista: Una, la marxista dice
pública y oficialmente lo que busca en concreto y también en general, táctica y
estratégicamente, con esa negociación y advierte que cuando gane la
reivindicación táctica seguirá con la estratégica y que cuando llegue al poder
del Estado, asustará a la burguesía.
Dos, la marxista insiste en que toda negociación ha de tener como uno de sus objetivos básicos acabar con
la represión y fortalecer el odio a la burguesía, sea en la problemática que
sea porque toda negociación es solo una batalla en una larga guerra, y lo
ganado en esa batalla debe servir para ganar otras posteriores y la guerra
misma.
Tres, la marxista, defiende a ultranza el derecho a
la rebelión, a la violencia defensiva y justa del tipo que sea, desde una
pequeña manifestación vecinal pacífica hasta la lucha armada y la insurrección según las circunstancias y necesidades.
Cualquier negociación particular no debe nunca negar ese derecho para sí misma
--porque tarde o temprano volverá a ser
necesario -- ni para el resto del proletariado y de las naciones oprimidas,
que la practicarán cuando lo estimen
conveniente. Cuatro, la marxista sostiene que toda negociación ha de estar
organizada por y para el proletariado estrechamente relacionado con la
vanguardia revolucionaria y nunca supeditado al reformismo político-sindical. Y
quinto, la marxista desprecia a quienes en toda negociación niegan el
derecho/necesidad de la interacción de las forma de lucha y de la revolución y
se arrodillan ante la mentira del pacifismo. Estos puntos están mucho más
detallados en la última parte.
3
2.- ASUSTAR A LA CLASE DOMINANTE
¿Por qué son importantes las tres citas del
comienzo para comprender el problema de las negociaciones con el imperialismo?
Veamos: Pese a la represión internacional sistemática posterior al
aplastamiento de la Comuna de París de 1871 con casi 30.000 asesinados, el
movimiento obrero empezó a reorganizarse y pasar a la ofensiva. Para detener
este ascenso, en octubre de 1878 el gobierno prusiano ilegalizó a la
socialdemocracia como movimiento amplio, pero no al SPD, intentando arrancar de
raíz su creciente implantación en el proletariado y en otras áreas de la
pujante clase obrera alemana, también en sectores intelectuales y artesanos que
giraban del anarquismo y el socialismo utópico a la socialdemocracia, y dentro
de ésta a su corriente marxista que iba ganando influencia. La ilegalización
fue reforzada y ampliada cuatro veces al ver su impotencia frente al pueblo
trabajador.
Por su parte, en los Países Bajos una clase obrera
en rápida formación empezó a soñar en que algún día llegaría al gobierno. Uno
de sus dirigentes, Domela Nieuwenhuys, preguntó a Marx sobre qué tenía que
hacer el movimiento obrero en el momento de llegar al gobierno. La respuesta de
Marx en 1881 es la que aparece en la primera cita de este texto: la clase
obrera debía asustar – en cursivas
por Marx-- a la burguesía con medidas acertadas para que no se atreva a
organizar la contrarrevolución. Ya en el Manifiesto
Comunista de 1848 se argumenta la misma necesidad de asustar a la
burguesía, aunque se emplean otros
términos según las traducciones como «acción despótica sobre la propiedad y el
régimen burgués de producción»4, etc. Esta visión recorre toda la obra marxista y es inconciliable con
el mito reaccionario del reformismo sobre la necesidad de negociar
pacíficamente las posturas antagónicas entre opresores y oprimidos. Si se trata
de asustar a la burguesía, la
negociación con ella ha de servir para provocar su miedo, no para
envalentonarla.
La postura de Marx tenía un largo aval histórico
basado en negociaciones tramposas con las que los explotadores habían prevenido
o aplastado rebeliones. Por ejemplo, Tucidides narra cómo Esparta hizo
desaparecer sin dejar rastro a «unos dos mil»5 esclavos rebeldes, tras engañarlos con promesas de concederles la
libertad y hasta agasajarles oficialmente si abandonaban la lucha clandestina
para preparar rebeliones y salían a la luz pública. Mientras los esclavos
escuchaban esas promesas, probablemente no imaginaban la atrocidad que los amos
tenían en mente. Se confiaron, la credulidad en el explotador desplazó a la
frialdad crítica. Uno de los fines de toda ‘conversación’ o ‘negociación’
preparada por el opresor es el que busca, en primera instancia, que el oprimido
se confíe en sus promesas, se convierta en crédulo e iluso. Drogado por esa
ilusión, el oprimo pierde toda noción de realidad y termina subyugado por el
pacifismo del opresor, sin imaginar lo que le espera.
Los y las esclavas se creyeron las promesas de los
amos, abandonaron la siempre imprescindible seguridad preventiva y, cuando ya
estaban confiados, fueron exterminados. Algunos picaron el anzuelo y al cabo de
un tiempo fueron ‘desaparecidos’ uno a uno, sin dejar rastro, en silencio. Para
la demografía griega del siglo –V exterminar y hacer desaparecer alrededor de
2000 personas con capacidad de combatir, era suficiente mortandad como para
impedir nuevas rebeliones de los ilotas esclavizados durante una o dos
generación. La desaparición forzada de personas es una de las formas más
crueles y
4Marx y Engels: Manifiesto del Partido Comunista. París 1848. https://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/48-manif.htm
5 Tucidides:
Historia de la guerra del Peloponeso,
Akal Madrid, 1989, p. 310
4
efectivas de aterrorizar a las poblaciones durante dos o tres
generaciones, mientras no aparezcan los cadáveres.
Marx conocía a la perfección a los clásicos griegos
y estaba al tanto de lo escrito por Tucídides. Su consejo de que el
proletariado debe asustar a la
burguesía se basa también en esta base histórica y en el desarrollo posterior
de la lucha de clases. En la misma época en que Marx escribía esto, indios de
las praderas norteamericanas llamaban a los yanquis «lenguas de serpiente»,
seres con lengua bífida porque decían una cosa y hacían la contraria. Las
naciones indias fueron engañadas una y otra vez y sus negociones con los
yanquis traicionadas con mil excusas6, de modo que las naciones indias comprendieron muy pronto que la única
forma de conservar su libertad era asustando
a los blancos. En 1840 los maoríes firmaron el acuerdo de Waitangi aceptando la
administración británica pero no tuvieron más remedio que ir a la guerra en
1843-46 para detener el imparable expolio de sus tierras. Los británicos
incumplían las sucesivas «paces» por lo que los maoríes se sublevaron de nuevo
en 1860 causándoles grandes bajas: «pero poco podían las hachas de piedra
contra el fusil»7. Las rebeliones de 1883 y 1886 no sirvieron de nada porque eran
sociedades «de la edad de piedra» resistiendo al telégrafo, al acero y al
vapor.
¿Cuántas veces han sido engañados los palestinos?
El mismo presidente ruso, Putin, reco noció que el imperialismo les había
engañado con las negociaciones de Minsk de 2014-2015, verdad admitida años
después por altos políticos europeos con el sincero cinismo tí pico de la doble
moral burguesa, de la «moral bífida»: «La
duplicidad con la que Francia y Alemania
llevaron a cabo las negociaciones de Minsk durante algunos años ahora toma su
lugar en la larga historia de la deshonestidad de Occidente en sus tratos con
Rusia desde que James Baker, el secretario de Estado de George H. W. Bush,
prometió a Mijail Gorba chev en febrero de 1990 –en conversación, no por
escrito– que la OTAN no se expandiría hacia el este desde Alemania. En efecto,
Hollande acaba de confirmar que mentir a Moscú sigue siendo perfectamente
aceptable entre las principales potencias occidentales. Esto nunca ha llevado
al mundo a ninguna parte buena y nunca lo hará»8.
La razón última de estos y de otros centenares de
ejemplos también está presente en el contenido y en los objetivos de la
afirmación de Marx sobre la necesidad de asustar
a la burguesía, de imponerle un sistema «despótico» que le atemorice tanto que
no se atreva a organizar ningún golpe contrarrevolucionario que destruya los
avances democráticos conquistados por el pueblo trabajador. En cualquier
negociación siempre presiona más o menos en cada bando el temor a las bazas
ocultas, a los recursos económicos, a la fuerza política o social, fuerza de
masas y sobre todo militar, etc., que tiene o pueda tener el otro bando. Por lo
general, en toda negociación el bando explotado tiene más temor a las bazas
ocultas que el bando explotador, a no ser que exista una sólida conciencia de
lucha contra la opresión. La humanidad tiene que aprender del opresor: Sun Tzu
insistió mucho en que era necesario dominar tanto el temor a las fuerzas
ocultas del enemigo como los medios para asustarlo para derrotarlo sin
necesidad de llegar a la guerra. Aunque Sun Tzu era un reaccionario de tomo y
lomo9, algunas
de sus tesis pueden ser utilizadas por las clases y
6 AA.VV.: Técnicas bélicas de la expansión colonial.
1776-1914. LIBSA. Madrid 2012, pp.84-99.
7 Alfonso Lázaro Díaz: «La expansión colonial». El Siglo XIX. Historia de la Humanidad. Arlanza Ediciones. Madrid
2000, p. 174.
8 Patrick
Lawrence: «Europa y la legitimación del engaño». 18 de enero de 2023. https://www.elviejotopo.com/topoexpress/europa-y-la-legitimacion-del-engano/
9 Tao
Hanzhang: El Arte de la Guerra de Sun
Tzu. Una interpretación china moderna. Distal.
Buenos
Aires. 1997, pp. 83-85. Y también: AA.VV.: «Nace y se desarrolla el pensamiento
filosófico en la Antigua China». Historia
de la filosofía. Grijalbo. México. 1960, tomo 1, p. 58.
5
naciones oprimidas siempre que se parta del criterio marxista de la
dialéctica de la totalidad concreta que integra economía, política, cultura,
negociación y guerra.
3.- ODIAR AL EXPLOTADOR
La ilegalización de la socialdemocracia en 1878
estaba fracasando por lo que ya para 1884 el gobierno empezó a tantear a la
socialdemocracia con promesas de nueva legalización si traicionaba su ideal, su
ética y su teoría revolucionaria, renegando oficialmente del derecho/necesidad
de la revolución y de la lucha armada según
en qué circunstancias . De inmediato surgieron a la luz sectores genuflexos
que aceptaban el pacifismo y la
obediencia a ultranza, fiándolo todo a la verborrea parlamentarista. Estos sectores
provenían de diversas corrientes integradas en la socialdemocracia que no
aceptaban total o parcialmente el materialismo histórico y menos aún su
dialéctica. Lassalle representaba el sector mayoritario. Pese a su amplia
cultura y a la amistad que le unía a Marx y Engels se distanciaba de ellos en
cuestiones decisivas como su creencia en el Estado neutral, su interpretación
de Hegel, su nacionalismo burgués, su débil crítica al capitalismo, etc.10.
Pero también tenemos que tener en cuenta la acción
subterránea de los servicios secretos del Estado que con sus infiltrados
propagaba el pacifismo y el rechazo de la teoría revolucionaria: el reconocido
pintor H. Eichler11, agente infiltrado, organizaba reuniones de militantes en 1863,
prometía que el Estado burgués impulsaría cooperativas de producción e
instauraría el sufragio universal. Eran promesas desmovilizadoras sobre
reivindicaciones elementales que concernían sobre todo al ideario de la futura
sociedad socialista, y por eso el Estado necesitaba imponer la credulidad de
que la democracia y el bienestar socioeconómico sólo se alcanzarían implorando
y obedeciendo al Estado, mediante el pacifismo más intransigente. Las leyes
antisocialistas fueron ampliadas varias veces, como hemos dicho, la última en
1888 que buscaba la ilegalización total, pero no fue aceptada la propuesta. Las
leyes no se derogaron nunca aunque fueron olvidándose en la medida en la que
crecía la corriente reformista en el interior de la socialdemocracia, corriente
que llegaría a ser pública a los pocos años.
El reformismo impulsado por la policía en 1863 ha
ido creciendo y adaptándose a las nuevas necesidades capitalistas. Ahora, los
diversos reformismos, generalmente de raíz socialdemócrata y/o socialista
utópica pero también eurocomunistas, laclausianos y postmarxistas, plantean la
misma solución para esos y todos los conflictos: que los y las explotadas y
oprimidas, también dominadas, por el imperialismo negocien en este una
«solución pacífica». Y por esto debemos volver a Engels en especial sobre la
cuestión del odio de clase, de la lucha contra la represión, del papel de la
policía, etc., porque nos ayudan a entender el concepto marxista de
negociación.
Para reforzar la argumentación de Engels aunque no
es necesario por su absoluta obviedad, presentamos estas palabras sobre la
resistencia del pueblo argelino tras la invasión francesa de 1830: «Las tribus
de árabes y cabilas, que estiman la independencia como un tesoro y para quienes
el odio a la dominación extranjera está muy por encima de su propia vida, son
aplastadas y reprimidas mediante feroces incursiones durante las
10 Jacques
Droz: «Los orígenes de la socialdemocracia alemana». Historia General del Socialismo. Destino. Barcelona 1976. Tomo 1,
pp. 481-486.
11 Jacques
Droz: «Los orígenes de la socialdemocracia alemana». Historia General del Socialismo. Destino. Barcelona 1976. Tomo 1,
p. 481.
6
cuales se queman y destruyen sus casas y enseres,
se arruinan sus cosechas, y los infelices sobrevivientes son exterminados o
sometidos a todos los horrores del libertinaje y la crueldad»12. Más
adelante volveremos a las lecciones de coherencia que nos ha dado este pueblo
admirado también por Marx.
El «odio al enemigo», a la policía, etc., debe
estar presente en toda negociación con el imperialismo y con todo burgués, sea
un pequeño empresario o un hombre que golpea a una mujer. La lucha comunista es
inherente a valores humanos que priman la solidaridad, el comunalismo, la ayuda
mutua, la desmercantilización y la prioridad del valor de uso en contra del
valor de cambio, la no delación y la defensa a ultranza del derecho/necesidad
de la revolución, por no extendernos. Estos objetivos históricos son los faros
que iluminan el camino que debe transitar toda negociación aunque esta sea para
resolver problemas más inmediatos. El odio a la opresión fue una seña de
identidad de la política revolucionaria desde siempre, pero empezó a
debilitarse conforme avanzaba el cáncer pacifista:
«Sólo a partir de la
entrada en la legalidad de la socialdemocracia alemana a finales del s. XIX, sólo a partir de la paulatina acomodación de la
fracción más poderosa de la II Internacional a la actividad parlamentaria y
sindical, sólo a partir del deterioro de las relaciones de confianza y
solidaridad, que debieron forjarse en etapas anteriores debido a una represión
abierta del Estado burgués que entonces empezó a moderarse, empezó a sentirse
la necesidad de marcar la diferencia con el debate moral y organizacional. Y es
principalmente su ala izquierda, en especial Rosa Luxemburgo, quien la siente.
[…] La moral proletaria era una realidad que vivían los revolucionarios antes
de la derrota de la revolución mundial. Fue precisamente el deterioro de las bases
organizacionales y políticas de esa realidad moral, a partir de que se entra en
el periodo de la legalidad de la socialdemocracia, contra lo que reaccionaron
tan apasionadamente revolucionarios como Luxemburgo y como comenzó el esfuerzo
de comprensión y reunificación de los defensores del método del marxismo, que
llevaría eventualmente a la fundación de la III Internacional.»13.
La corriente revolucionaria retomó el valor del
odio de clase antes de la fundación de la III Internacional, pero ese impulso
inicial fue multiplicado exponencialmente por la nueva organización mundial del
proletariado. Es así porque la « Ética revolucionaria es el valor de la intransigencia e intolerancia ante todo tipo de
dominación.»14 El autor de estas palabras defiende en
el mismo escrito que Che Guevara es el marxista que mejor ha mostrado la
dialéctica entre ética, política y teoría, un Che que escribió lo siguiente:
«La gran enseñanza de la invencibilidad de la guerrilla prendiendo en las masas
de los desposeídos. La galvanización del espíritu nacional, la preparación para
tareas más duras, para resistir represiones más violentas. El odio como factor
de lucha; el odio intransigente al enemigo, que impulsa más allá de las
limitaciones naturales del ser humano y lo convierte en una efectiva, violenta,
selectiva y fría máquina de matar. Nuestros soldados tienen que ser así; un
pueblo sin odio no puede triunfar sobre un enemigo brutal»15.
12Engels:
«Argelia». Sobre el colonialismo. P y
P. Nº 37. Córdoba. Argentina 1973, p. 155.
1313
Rakov: «La importancia del debate moral y organizativo». 10 de abril
de 2017.
https://es.internationalism.org/content/4205/la-importancia-del-debate-moral-y-organizativo
14
Manu: «Reflexionando sobre la ética
Revolucionaria». 26 de agosto de 2020. https://diario-octubre.com/2020/08/26/reflexionando-sobre-la-etica-revolucionaria/
15
Che Guevara: «Crear dos, tres, muchos Viet-Nam,
esa es la consigna». Cuadernos de Ruedo Ibérico. París Nº 12, Abril-Mayo 1967,
pp. 94-101. https://www.filosofia.org/hem/dep/cri/ri12094.htm
7
El Che había confirmado su visión general del papel
liberador del odio a la injusticia durante su visita a Viet-Nam, pueblo
luchador donde los haya que, por eso mismo, llevó a cabo una impresionante
negociación con el imperialismo durante nada menos que 202 sesiones durante las
cuales EEUU le bombardeaba sin piedad hasta que se firmó un acuerdo en enero de
1973. Recordemos que los bolcheviques habían dado lecciones magistrales sobre
negociar con los imperialistas desde 1918, y recordemos los 300 argelinos ahogados
en el rio Sena16 al ser arrojados en octubre de 1961, pero las negociaciones del ELN con
el imperialismo francés terminaron en los Acuerdos de Évian en 1962 tras una
guerra de ocho años con alrededor de un millón de muertes según la contabilidad
más objetiva, la del ELN. Hemos citado dos de las varias negociaciones con
resultados positivos para los pueblos luchadores.
4.- PRINCIPIOS MITCHELL
Pero el imperialismo también aprende de sus
derrotas. Partiendo de los programas «culturales»17 de la CIA de entre 1945 y 1967, que se prolongaron en el tiempo,
dedicados a combatir el marxismo, durante la década de 1970 la industria
político-cultural elevó deliberadamente a la casta intelectual a los altares de
la ideología reformista 18. Con este trabajo realizado para la década de 1980, el imperialismo
había elaborado una doctrina de contrainsurgencia internacional que dio sus
primeros frutos en las represiones de las formas de la lucha de clases y de
liberación nacional en Europa occidental, sobre todo de las organizaciones
revolucionarias armadas así como en la intensa campaña de legitimación de la
segunda fase de la mal llamada «guerra fría» que en realidad es guerra contra
el socialismo. La doctrina contrainsurgente que cohesiona el Plan ZEN --Zona
Especial Norte19-- elaborado por el imperialismo y aplicado por la socialdemocracia
española contra el independentismo vasco desde 1983 en adelante, presta mucha
atención a lo que ahora definimos como «guerra cultural», «psicológica»,
apuntando nociones que se desarrollarán años más tarde en la «guerra cognitiva»20.
Otro objetivo prioritario era el de censurar
totalmente la libertad de prensa para que no se vieran los salvajismos
occidentales en sus represiones. Tenemos el caso de Iraq donde después de la
primera guerra de 1991: 500.000 niños y niñas iraquíes21 fueron asesinados por la guerra económica imperialista anterior a la
invasión militar de 2003. Estos y otros
16
Resumen: «La delegación argelina recordó a 300
compatriotas asesinados por la policía en París». 24 de julio de 2024. https://www.resumenlatinoamericano.org/2024/07/26/francia-la-delegacion-argelina-recordo-a-300-compatriotas-asesinados-por-la-policia-en-paris/
17
Alexandra Ciattini: «La CIA y la llamada `Teoría
Francesa’». 22 de octubre de 2024. https://www.lahaine.org/mundo.php/la-cia-y-la-llamada
18
Gabriel Rockhill: «Guerra Cultural, la CIA y
Foucault». 20 de agosto de 2024. https://www.lahaine.org/mundo.php/guerra-cultural-la-cia-y
19
Sara Álvarez-Pérez: «La imagen del pueblo vasco
en el plan Zona Especial Norte (España 1983): un análisis desde la perspectiva
de los estereotipos». Universidad
Paris-Sorbonne, CRIMIC, Iberhis. Numéro 10 – Automne 2016, pp. 93-107. file:///D:/Dokumentuak/Downloads/Dialnet-LaImagenDelPuebloVascoEnElPlanZonaEspecialNorteEsp-9564922.p
20
Véase del autor: «Vencer en la guerra
cognitiva». 22 de marzo de 2023. https://boltxe.eus/2023/03/vencer-en-la-guerra-cognitiva/
21
Isa Ferrero: «40 años de guerras y crisis en
Iraq». 2 de enero de 2021. https://www.elsaltodiario.com/iraq/40-anos-de-guerras-y-de-crisis-en-iraq
8
muchos crímenes masivos fueron ocultados y hasta
legitimados lo que facilitó que la «opinión pública» volviera a creerse la
‘verdad’ imperialista. Así, cualquier proceso de negociación estaba ya dominado
casi absolutamente por la ‘verdad’ oficial mientras que el lado popular debía
superar enormes campañas de desprestigio que iban más allá de la prensa para
extenderse al resto de aparatos de manipulación. Resulta imposible en este
artículo resumir críticamente lo más esencial de los enriquecimientos sucesivos
de la contrainsurgencia imperialista por lo que nos remitimos, de entrada, a un
texto que marcó época y que sigue siendo imprescindible22 para entender la evolución represiva hasta hoy.
Durante este transcurso se ha desarrollado en la
contrainsurgencia una variante neutralista que vuela por encima de la realidad
sin dignarse posicionarse contra la opresión, buscando quedar bien con los
explotadores y las explotadas. Muy recientemente
hemos tenido una muestra de cómo «prensa
progresista» que casi todos los días publica loas al Banco de Santander,
utiliza el falso neutralismo de la «paz» abstracta, inconcreta y por ello
manipu lable, para situarse por encima de la lucha a muerte entre el imperialismo
sionazi y el pue blo palestino, condenando a los dos por igual enumerando
«todas las veces que Israel y Hamás han saboteado los acuerdos de alto el
fuego»23.
Como si se pudiera poner en el mismo
plano al genocidio sionista con la resistencia deses perada palestina. Como si
la impresionante historia de guerras de resistencia nacional vie tnamita fuera
de la misma degradación ética, política y económica que la ferocidad crimi nal
de los países que intentaron sojuzgarla: China, Francia, España, Japón, de
nuevo Fran cia y EEUU con sus aliados. También se dice que la guerra siempre es
y será la «peor cala midad humana»24, mientras que el marqués de Vauvenargues sostuvo con toda
razón que: «La guerra no es más onerosa que la servidumbre»25. Ha habido, hay y habrá centenares de millones de personas que
prefieren la guerra justa antes que la servidumbre insufrible y es que siempre
han sabido y sabrán que «Tomado en su más estricto sentido del término, el
pacifismo es sumamente inmoral. Casi todo el mundo está de acuerdo con la
necesidad de emplear la violencia en circunstancias extremas y excepcionales»26.
Hemos rozado muy por arriba el crucial debate sobre
la tarea reaccionaria del pacifismo estricto porque su apología mentirosa, la
falsificación histórica de sus desastrosos y continuados fracasos también fue y
es parte de la doctrina de contrainsurgencia. No existe antagonismo entre la
violencia imperialista y el pacifismo estricto, ambos son momentos diferentes
del proceso de lucha de clases, con la diferencia que el primero, la violencia
injusta, es la que decide el dolor, el llanto y la infelicidad humana, si es
que se le deja, mientras que el segundo, el pacifismo estricto, es la mentira
espartana que idiotiza a los esclavos desarmándolos mental y materialmente ante
el futuro impuesto por el amo.
Esta es una de las razones de que tras la implosión
de la URSS en 1990, mucha gente se creyera y diera la razón a quienes afirmaban
que la lucha de clases había desaparecido,
2222 Carlos Tupac: «Terrorismo y civilización».
Boltxe Liburuak, Bilbo, 2017, especialmente capº 7.
23
Emilia G. Morales: «¿Cuánto dura la paz? Todas
las veces que Israel y Hamás han saboteado los acuerdos de paz». 16 de enero de
2025. https://www.publico.es/internacional/dura-paz-todas-veces-israel-hamas-han-saboteado-acuerdos-alto-fuego.html
24
Ciro Hernández Rodríguez: «La guerra siempre es
y será la peor calamidad humana». 24 de enero de 2025.
https://rebelion.org/la-guerra-siempre-es-y-sera-la-peor-calamidad-humana/
25Citado por
T. Derbent: Clausewitz y la guerra
popular. Doscuadrados. Madrid 2024, p. 7.
26Terry
Eagleton: Por qué Marx tenía razón.
Península. Barcelona 2011, p. 177.
9
falsa ilusión que se reforzó también con la moda de
reducir la lucha sociopolítica a un simple juego. Si bien la «teoría de los
juegos» había aparecido en 1944 para el ámbito de la economía burguesa a partir
de mediados de los `90 empezó a extenderse a otras muchas áreas, enfrentándose
totalmente al concepto marxista de lucha de clases y de negociación. La esencia
individualista de esta «teoría» lo determina todo y le protege contra la
crítica radical porque se mueve en el plano del egoísmo como principio valorativo
absoluto. El postmodernismo, etc., más el individualismo del «juego» fueron
negando el valor estratégico y ético a la dialéctica de la lucha de clases en
la que los momentos duros interactúan procesualmente con los blandos de las
conversaciones, negociaciones, etc., con el explotador. Alguien afirmó con
absoluta razón que «luchar no es jugar»27 precisamente cuando el imperialismo estaba lanzado a estrujar a la
humanidad como a un limón.
Los Principios Mitchell surgen precisamente en
estos años, oficialmente en 1996. Fijan la reducidísima tolerancia de la que
entonces era capaz el imperialismo en cualquier negociación con las clases y
naciones explotadas, que deben traicionar sus valores fundacionales. Son, de un
lado, la negación directa de las tesis de Engels y, de otro lado, también son
la última expresión de la doble moral y ética burguesa en el imperialismo
eufórico a finales del siglo XX y comienzos del XXI, antes de que la tercera Gran
Depresión iniciada en 2007 diese un salto en letalidad entre 2019 y 2024.
Fue en la primera parte de esta fase, en 1998 en
los Acuerdos de Viernes Santo, cuando el IRA acepto en la práctica la filosofía
de los Principios Mitchell. La contrainsurgencia se adaptaba rápidamente a las
necesidades del imperialismo de manera que intensificó las técnicas de
manipulación ideológica para «fabricar mayorías» de cualquier tipo, sobre todo
electorales. La fácil manipulación del ambiguo concepto de «mayoría», un
problema crítico para cualquier negociación, beneficia más al explotador que a
la explotada, más al ocupante británico que al IRA en este caso. En poco más de
dos años desde los Acuerdos de Viernes Santo, sectores diversos de izquierda ya
denunciaban la industria que fabricaba mayorías precisamente cuando el Plan
Mitchell insistía en la «mayoría democrática» para exigir el desmantelamiento
de las organizaciones armadas. Un ejemplo, el 6 de enero de 2001 se publicó lo
que sigue:
«Actualmente, entre los "tecnicismos" de
fabricación de mayorías destaca el utilizado por el sistema electoral
mayoritario. En las democracias fósiles (Reino Unido, EEUU, Canadá...) que
siguen utilizando la circunscripción unipersonal, las oligarquías en el poder
manipulan adecuadamente los límites de cada circunscripción. Inflan, contraen o
cambian los límites geográficos de las circunscripciones de diputado único,
hasta lograr reducir al mínimo la representación de importantes minorías políticas
o étnicas. […] En países con menor tradición "democrática", como
España y Portugal, se han desarrollado mecanismos de control adicionales. Se
mantiene prohibido directamente, sin ningún pudor, la libre apertura de
emisoras de TV y radio, requiriéndose una licencia política, ajena a
consideraciones técnicas. Nuestro propio Tribunal Constitucional ha revalidado
tan "democrático" procedimiento. Y es que, en nuestro país, el
proceso de sustitución de la Fuerza por el Engaño todavía no está maduro.»28.
Fijémonos que se hace referencia Gran Bretaña y al
Estado español en donde los Principios Mitchell admitidos por el IRA en 1998,
la represión y la tortura, la guerra cultural y la manipulación de masas eran
aplicados masivamente. En el Estado español la
27Daniel
Bensaïd: Marx intempestivo.
Herramienta. Buenos Aires 2003, pp. 187-245.
28
Lucía Draín: «La fabricación de mayorías» 6 de
enero de 2001. https://www.lahaine.org/espana/fabricacion_mayorias.htm
10
represión especialmente contra el Pueblo Vasco se
intensificó desde 1994 llegando a ser salvaje desde 2003. Un conjunto de
factores externos y del reformismo interno al alza propiciaron que la izquierda
abertzale del momento aceptase los Principios Mitchell en 2009 en la
Declaración de Altsasu, terminando con la rendición de armas por parte de ETA
en 2011. Ofrecemos aquí 29 el link de acceso a una carta de prisioneros políticos de ETA en la que
se valora con lucidez crítica el presente y las perspectivas de futuro desde
aquél 2011.
5.- GUERRA DE LOS DÉBILES
Mientras que los Principios Mitchell sirvieron al imperialismo en su
fugaz euforia, desde la formación de los BRICs en 2010 por poner una fecha, el
nerviosismo empezó a apode-rarse del capital para crecer desde entonces de
forma imparable con acelerones cada vez más bruscos a intervalos menores. Todos
recordamos algunas fechas: 2011 con las inva-siones de Libia, Siria…; 2014 con
el golpe fascista en Ucrania y sus crímenes silenciados por el imperialismo;
2018 con el agravamiento de la crisis económica y el rearme alemán y de otras
potencias imperialistas; 2020/21 con la pandemia y la derrota de EEUU en
Afganistán; 2022 con la guerra defensiva de Rusia contra la OTAN y los
ucronazis; 2023 con la guerra de liberación de Gaza; 2024 con la declaración de
Kazán… hasta la actual «era Trump».
Negando totalmente los Principios Mitchell, los
Acuerdos puntuales e inciertos entre Ha-más/Gaza y el imperialismo sionazi,
suficientes para demostrar la derrota sionista, son otro ejemplo de libro de la
negociación entre el derecho/necesidad de libertad humana y su antagónico, el
derecho/necesidad de la libertad imperialista. Marx decía con razón en 1867 que
cuando chocan dos derechos, decide la fuerza30, Engels lo repitió siempre y una de ellas la reproducimos arriba. Vemos
la importancia de este Acuerdo y de la derrota sio nazi cuando leemos que,
según el imperialismo, en la sociedad palestina no existe pobla-ción civil
porque «Todo el mundo es terrorista»31. Con razón, alguien ha escrito que: «Para
los imperialistas israelíes y sus aliados estadounidenses, británicos,
canadienses y otros, la violencia es siempre reprensible, inmoral, bárbara, salvaje,
ilegítima, terrorista e injustificada cuando proviene de los oprimidos; y
siempre justa, legal, defensiva y civili-zadora cuando se utiliza para
mantenerlos en la explotación, la humillación y la opresión.
[…] Pero los pacifistas, con sus vacíos llamamientos a la
“paz” entre los pueblos, a menu do no son mucho mejores que los imperialistas
belicosos.»32.
La negociación entre Hamás/Gaza y el
ente sionista no garantiza desde luego la «paz» y menos la kantiana «paz
perpetua». Como se ha explicado muy bien: «Claro que me alegra que haya un
compromiso que pare la matanza en Palestina y que libere a las personas que han
perdido su libertad, pero es que la tregua no significa ni el fin de la
ocupación, ni mu cho menos del sionismo.»33. La tregua es una victoria gazatí que sirve para reforzar
a su pueblo a la espera de otra nueva ofensiva sionazi.
29
Kalaputxi: «Carta de presos de ETA». Nº 225,
diciembre 2025. https://insurgente.org/carta-de-presos-de-eta-con-un-analisis-y-un-mensaje-muy-diferente-al-de-la-izquierda-abertzale/
30Marx: El Capital, FCE, México, 1973 Libro I, p. 180.
31
Yaniv Kubovich: «No hay civiles. Todo el mundo
es terrorista». 14 de enero de 2025 https://vientosur.info/no-hay-civiles-todo-el-mundo-es-un-terrorista/
32
Benoit Tanguay: «La guerra, la paz y la
moralidad burguesa». 09 de noviembre de 2023. https://elporteno.cl/la-guerra-la-paz-y-la-moralidad-burguesa/
11
De hecho, aunque Gaza disfruta de una
«paz» limitada e insegura, el terrorismo sionazi está endureciéndose la masacre
contra otras ciudades palestinas ya que el ente israelí asu me la estrategia
norteamericana del «caos controlado». El imperialismo, o si se quiere eso que llaman Occidente,
impulsa las guerras allí donde puede, mientras que eso que llaman Oriente, es
decir Eurasia y amplias zonas de África y Nuestramérica, impulsan la paz, el
acercamiento entre los pueblos: «no nos equivoquemos, a Estados Unidos lo que
de ver-dad le interesa es fomentar el caos en el mundo. Por ejemplo, en Siria,
Gaza, Ucrania, Li bia e Irak. La filosofía de Washington es que al perturbar
las sociedades que no puede con trolar, mantiene su control sobre la riqueza
del planeta.»34.
Además de otras formas de guerra --terrorista, económica, cultural,
psicológica, científi-ca, sanitaria, etc.-- que condicionan el antes, el
durante y el después de los negociaciones y de los acuerdos a los que pudieran
llegarse, interviene y mucho la guerra del derecho burgués tanto contra el
«sacrosanto derecho a la rebelión contra la injusticia» en general, según el
Preámbulo de la Declaración DD.HH, como y muy en especial contra el derecho
socialista al uso de armas para conquistar y defender el proceso al comunismo,
para, vol-viendo a Marx: asustar a la
burguesía. Los apologetas del imperialismo se desgañitan de-fendiendo el
derecho/necesidad de los sionistas a masacrar a los palestinos en «defensa
propia», mientras niegan el de los palestinos a defenderse desde antes incluso
de la Nakba de 1948, de la que la ofensiva parcial como la del 7 de octubre de
2023 es sólo una conti-nuación de la guerra justa.
De la misma forma que la burguesía alemana exigió a la socialdemocracia
renunciar al de recho/necesidad de la revolución si no se arrodillaba ante el
Káiser, y de la misma forma en el los Principios Mitchell exigían otro tanto al
IRA y a ETA, a Hamás se le quiso obli-gar a arrodillarse ante Netanyahu. Los
palestinos y todas las oprimidas y oprimidos, tene mos prohibido usar armas
porque somos «terroristas». En la represión de lo definitorio de la especie
humana, siempre debemos volver a A. Sastre: «De este modo abordamos, ya en
1949, el tema del “terrorismo” (1949), y luego hemos insistido tanto en él como
en la tor tura; y esto tanto en la literatura como en el teatro; y así mismo en
nuestra vida social y po lítica. Por cierto, que en algún momento de tantos, yo
dije algo que muy bien se puede re cordar hoy, y que siempre viene a cuento
cuando oímos las opiniones bien-pensantes “contra el terrorismo”; y es que se
llama terrorismo a la guerra de los débiles, y guerra --y hasta “guerra
limpia”-- al terrorismo de los fuertes»35.
6. HACERSE RESPETAR
Es el momento, de releer al Engels de las condiciones alemanas de 1884: «Sólo el
poder es respetado, y únicamente mientras seamos un poder seremos
respetados por el filisteo. Quien haga concesiones no podrá seguir siendo una
potencia y será despreciado por él. La mano de hierro puede hacerse sentir en
un guante de terciopelo, pero debe hacerse sentir. El proletariado alemán se ha
convertido en un partido poderoso, que sus representantes sean dignos de él».
33
Víctor de Currea Lugo: «Palestina, una tregua es
tan solo una tregua». 15 de enero de 2025. https://www.resumenlatinoamericano.org/2025/01/15/pensamiento-critico-palestina-una-tregua-es-tan-solo-una-tregua/
34
Eve Ottenberg: «Occidente hace la guerra;
Oriente, la paz». 18 de enero de 2025. https://www.sinpermiso.info/textos/occidente-hace-la-guerra-oriente-la-paz
35Alfonso
Sastre: Los intelectuales y la utopía.
Debate. Madrid 2002, p. 39.
12
Engels se refiere a concesiones que muestran la
debilidad del bando que las hace y su predisposición a claudicar al menos con
un poco de dignidad para no ser tachado traidor y rendido. Hay que tener una
muy sólida conciencia estratégica en las fuerzas propias y una visión
dialéctica de las contradicciones que determinan el contexto de la negociación,
para hacer concesiones graves que no desencadenen la derrota inmediata sino que
al contrario impulsen el avance revolucionario. La historia marxista tiene ejemplos
de ello, la historia reformista ninguno. En 2015 el gobierno griego de Syriza
contaba con el apoyo explícito del 61,31% de la población para negarse a pagar
la deuda injusta que su burguesía había contraído con el euroimperialismo,
dilapidada por la corrupta clase dominante. Syriza se rindió sin combatir, sin
movilizar al pueblo, al «golpe de Estado silencioso»36 organizado por la Unión Europea, la OTAN y los colaboracionistas
internos. Se puede y debe hablar de traición de Syriza a su pueblo obrero
sumiéndolo en la pobreza y facilitando la victoria de la derecha y el
reforzamiento del neofascismo.
Por el contrario, el presidente venezolano N.
Maduro ha dicho que: «Si quieres la paz, prepárate para defenderla»37,
sentencia esencialmente idéntica a la que en el siglo IV escribió el general
romano Vegecio: «Si quieres la paz, prepárate para la guerra». ¿Cómo defender
la paz en una situación extrema? Asustando al opresor para que no nos ataque.
¿Pero cómo le asustamos? Preparándonos para la violencia justa, es decir,
armándonos, armando al pueblo para que con la menor violencia posible, derrote
e l terrorismo de las guarimbas fascistas contra el pueblo venezolano, que es
objeto de «una guerra multiforme de carácter no convencional, que busca rendir
a su pueblo y hacer caer al gobierno revolucionario chavista, con el fin de
apropiarse de las grandes riquezas de su suelo y subsuelo.»38.
La larga experiencia de las y los
oprimidos negociando con los opresores viene aquí de nuevo en nuestra ayuda
mediante la reflexión sobre «Cómo negociar con quien te mata»39 analizando los objetivos de Hamás en Gaza y sus propuestas
negociadoras frente a siona-zismo genocida. El presidente Maduro ha mantenido
negociaciones con quienes
quieren asesinarlo a él y
a decenas de miles de venezolanos, pero siempre desde la posición de fuerza que
le da el apoyo popular enorme y la sólida conciencia bolivariana de sus fuerzas
armadas, de sus milicias, que conocen al dedillo la gravedad de la ocupación
militar de Nuestramérica por EEUU40 y de sus planes a largo plazo sostenidos mediante una ágil
y flexible malla de organismos de control y represión como la Red Atlas:
«Atlas cuenta con 450 fundaciones, ONG y grupos de
reflexión y presión, con presupues-to operativo de millones de dólares,
aportados por sus fundaciones «benéficas,
sin fines
36
Stelios Kouloglou: «Grecia, el golpe de Estado
silencioso», La Monde Diplomatique.
Junio de 2015. https://mondiplo.com/grecia-el-golpe-de-estado-silencioso
37
Nicolás Maduro: «Si quieres la paz, prepárate
para defenderla». 22 de enero de 2025. https://www.resumenlatinoamericano.org/2025/01/22/venezuela-maduro-si-quieres-la-paz-preparate-para-defenderla/
38Raúl
Antonio Capota: «Guarimbas: Los gestores del caos que actúan contra Venezuela».
17 de
noviembre de 2024. https://www.granma.cu/mundo/2024-11-17/guarimbas-los-gestores-del-caos-que-actuan-contra-venezuela
39
María Landi: «Cómo negociar con quien te mata».
Resumen Latinoamericano. Nº 214, Noviembre 2024, pp. 20-21. file:///D:/Dokumentuak/Documents/dokumentuak/sudamerica/RESUMEN
%20LATINOAMERICANO%20No%20214%20-%20NOV%202024%20(1).pdf
40
Luís Britto García: «La ocupación militar de
América Latina y el Caribe». 17 de enero de 2025. https://www.lahaine.org/mundo.php/la-ocupacion-militar-de-america
13
de lucro» asociadas. Entre
sus más importantes aportantes figuran los multimillonarios ultraconservadores
Charles y David Koch, Sheldon Adelson. También las mayores corpo raciones
multinacionales hacen aportes económicos sustanciales para mantenerla: Philip
Morris, Exxon Mobil, el grupo inversor Templeton, Pfizer, Procter & Gamble
y Shell, por ejemplo.»41.
Semejante poder casi omnilateral y
omnipresente quiere trocear Nuestramérica y repartir se los trozos como en un
mercadillo de barrio. Los pueblos de Nuestramérica sólo tienen una salida ante
esto: combatir ese reparto a muerte y si por lo que fuera alguno de ellos o
todos consideraran necesario entablar alguna negociación con los asesinos
tendrán que hacerlo según los consejos de Marx y Engels recogidos en las tres
citas presentadas arriba.
7.- DOS LEGALIDADES
Otro tanto les sucede a los de
África. Han transcurrido 147 años desde que se celebrara el Congreso de Berlín
de 1878 en el que algunas burguesías europeas trocearan y se repartie ran
África en una especie de subasta. Si ya antes del mercadillo de Berlín había
luchas so ciales y guerras de liberación anticolonial, desde esa fecha el
colonialismo se lanzó al sa-queo y exterminio mediante una masa «soldados, comerciantes y misioneros» cuya
cruel-dad «provocó fuertes estallidos de guerra y violencia, así como migraciones
de trabajado-res forzados, y los indígenas se vieron expuestos a enfermedades a
las que no eran inmu-nes, de modo que su número disminuyó tal vez en una cuarta
parte»42.
Para la conquista de África los colonialistas,
sobre todo los británicos, utilizaron frecuentemente la vieja y probada
estratagema de sobornar a jefes nativos para que colaboraran con el ocupante a
cambio de mantener parte de su poder y riqueza. Un ejemplo es el zulú: « Las
sucesivas e imparables derrotas militares de los zulúes, tras su primera y
única victoria importante, la batalla de Isandhlwana durante los días 22 y 23
de enero de 1879, determinaron su futuro no sin ofrecer otras resistencias
desesperadas. En efecto, tras esta primera derrota, los británicos dividieron a
la nación zulú en 13 territorios cada uno de ellos mandado por un grupo fiel al
invasor para evitar su unidad, pero respetaron la vida de su rey Cetshwayo,
deportado a Ciudad de El Cabo. Sin embargo, bien pronto surgieron las disputas
entre ellos y los británicos trajeron entonces a Cetshwayo para que les ayudara
a restablecer su dominio a cambio de recuperar una parte de sus dominios. Pero
muchos zulúes se movilizaron bajo la dirección de Zibhebhu kaMapitha que se
convirtió en un enemigo mortal del ex rey ahora colaboracionista británico, al
que venció en batalla y que murió en 1884: “Durante los 20 años siguientes,
hubo dos rebeliones dirigidas a eliminar la influencia de los blancos, pero las
dos fueron cruelmente aplastadas”»43.
Por no extendernos, recordemos el salvajismo
civilizador de la feroz Columna de Pioneros de Rhodes que partieron de El Cabo
en 1890 y, tras apropiarse de los rebaños y tierras de los naturales de los
países que iban ocupando, fundaron lo que luego sería Rhodesia del Sur, pero
para ello tuvieron que aplastar sin compasión dos sublevaciones
41
Aram Aharonian: «Trump, el apoyo a la
ultraderecha latinoamericana, la Red Atlas». 12 de noviembre de 2024. https://rebelion.org/trump-el-apoyo-a-la-ultraderecha-latinoamericana-la-red-atlas/
4242. J. R.
McNeill y William H. McNeill: Las redes
humanas. Crítica. Barcelona 2004, p. 243.
4343 Ian Knight y Ian Castle: Guerra zulú 1879. El crepúsculo de una nación de guerreros. El
Prado. Ejércitos y Batallas. Nº 35. Madrid 1994, p. 89.
14
nativas, primero la de los ndebele en 1893-94 y
luego la de ndebele y los shona en 1896-9744. Fue en la primera de estas guerras de invasión, la de 1893-94 también
denominada como de Matabèle, cuando el imperialismo británico utilizó por
primera vez la ametralladora Maxim de 7,7 mm. 50 soldados de la Rhodesian
Charter Company derrotaron con 4 ametralladoras Maxim a 5000 guerreros nativos45.
Debemos saltarnos una infinidad de resistencias
múltiples al avance destructor del capitalismo en este continente mártir. Hasta
hoy la entera lucha de liberación africana ha confirmado por activa o por
pasiva la corrección de las ideas de Marx y Engels arriba vistas. Lo estamos viendo ahora mismo en la sublevación del
Sahel que supera por su impacto
concienciador al marco continental africano, sino que se presenta una «faro de
esperanza»46 contra el imperialismo. Una de las validaciones más
contundentes de lo dicho por Engels es la de que estos pueblos rechazan
frontalmente la legalidad impuesta por las armas occidentales, como hemos visto
tan rápidamente, y practican su legalidad propia al recuperar sus bienes y
recursos robados por el imperialismo.
Para la concepción marxista de la
negociación esta lucha a muerte entre dos legalidades antagónicas, la
liberadora y la opresora, es básica porque determina los límites insalvables
por cada una de las partes. Como siempre pero ahora en el Sahel, vemos cómo las
clases populares dicen nítidamente lo que necesitan y desean, a dónde se
dirigen y cómo lo hacen. El imperialismo hace justo lo contrario: promesas
incumplibles y mentiras mientras prepara una nueva invasión47. No es casualidad,
por tanto, que treinta y tres
países africanos hayan firmado con Rusia acuerdos de colaboración militar48, lo que supone tanto una mejora radical de sus fuerzas
defensivas como un debilitamiento subsiguiente del imperialismo en esas zonas.
Pero lo peor para el capitalismo es
que una de las fuerzas conscientes que impulsan esta emancipación al alza se
basa en y actualiza el proyecto de socialismo africano de Thomas Sankara49. De modo que si se plantearan alguna vez negociaciones entre
África y el imperialismo, el continente-madre puede estar en mejores
condiciones que antes porque, de seguir esta tendencia, tendrá una fuerza de
masas organizadas apreciable, sabrá que su horizonte es el socialismo africano
y tendrá armas de calidad más baratas50 y duras e igual o más eficaces que las del imperialismo.
Para ir terminando, otro espacio de
negociación es el ucraniano, o mejor dicho, el de los intentos de engañar y
amenazar a Rusia para que vuelva a creerse las promesas imperialis
4444 Anthony
Pagden: Pueblos e imperios.
Mondadori. Barcelona 2002, pp. 184-185.
4545 William
Reid: Histoire de armes. Edit. Gründ.
Paris 1995, p. 231.
4646 Petro Stropasolas: «Las luchas
revolucionarias en el Sahel son un ‘faro de esperanza’ en la confrontación
global con el imperialismo». 23 de noviembre de 2024. https://www.resumenlatinoamericano.org/2024/11/23/africa-las-luchas-revolucionarias-en-el-sahel-son
4747 Guadi Calvo: «Sahel, la contraofensiva
imperial a toda marcha». 9 de octubre de 2023. https://rebelion.org/sahel-la-contraofensiva-imperial-a-toda-marcha/
4848 Diario
Octubre: «Rusia ha firmado acuerdos de cooperación militar con 33 países
africanos». 14 de noviembre de 2024. https://diario-octubre.com/2024/11/14/rusia-ha-firmado-acuerdos-de-cooperacion-militar-con-33-paises-african
4949 Iñurri Gorria: «Un fantasma recorre el
continente africano: el fantasma de Thomas Sankara». 5 de agosto de 2024. https://boltxe.eus/2024/08/un-fantasma-recorre-el-continente-africano-el-fantasma-de-thomas-sankara-y-del-socialismo-africano/
5050 MPR21: «Para una guerra permanente son
necesarias armas más baratas». 21 de enero de 2015.
https://mpr21.info/page/5/
15
tas de la década de 1990 y en Minsk
en 2014-2015, que le garantizaban que la OTAN siempre respetaría las fronteras
de la extinta URSS. En estos años, el mundo veía cómo el imperialismo
presionaba por todas partes acuciado por la crisis desde 2007 y la economía
volvía a estar «en modo pánico»51 debido a la tendencia a la caída de la tasa de beneficio:
«¡Y no es broma!»52. El golpe de Estado fascista en Ucrania en 2014 se había
organizado como mínimo para cuatro objetivos: que la OTAN pudiera destruir la
industria rusa y bielorrusa; que EEUU y Gran Bretaña dominasen definitivamente
a la Unión Europea y saqueasen Ucrania; que el fascismo53 internacional dispusiera de una base estatal firme desde
la que expandirse, y que el imperialismo acumulase fuerzas para derrotar el ya
en-tonces amenazante54 poder de Eurasia.
Diez años después, la OTAN está
derrotada, EEUU dice que quiere «negociar la paz», la UE refuerza su
militarización55, Eurasia y otras asociaciones internacionales se
refuerzan pese a derrotas parciales como la de Siria con sus efectos
devastadores56 y a traiciones al BRICs como la de Brasil contra
Venezuela, etc., en medio del agravamiento del desastre socioecológico
alcanzando temperaturas nunca registradas57. Pero esto no inquieta a la burguesía porque algunas
facciones del capital obtienen sobreganancias inimaginables58 entre otras cosas con la industria de la matanza humana y creen
que van a multiplicarlos cuando se subaste59 los trozos de Ucrania entre las grandes empresas lo que
quede de Ucrania y los saqueen sin piedad.
Una posible negociación entre el
imperialismo y Rusia tendría repercusiones mundiales porque de una manera u
otra saldrían a luz los cuatro objetivos por los que Rusia se lanzó a recuperar
la libertad, garantizar la vida de las Repúblicas Populares del Donbass y
acabar con los crímenes ucronazis: derecho de autodeterminación de las
Repúblicas, desnazifica
5151 Marco Antonio Moreno: «Mercados globales en
modo pánico». 22 de agosto de 2015. https://www.elblogsalmon.com/mercados-financieros/mercados-globales-en-modo-panico
5252 Michael Roberts: «Se trata de la caída a
largo plazo de la tasa de ganancia: ¡y no es broma!». 7 de junio de 2015. file:///D:/Dokumentuak/Documents/dokumentuak/contexto
%20mundiak%201/risis%20y%20caida%20beneficios.pdf
5353 B. Zinevich y M. Artyukhina: «Cómo Canadá y
Estados Unidos “normalizan” y promueven fascistas ucranianos». 6 de octubre de
2023. https://www.liberationnews.org/como-canada-y-estados-unidos-normalizan-y-promueven-fascistas-ucranianos/
5454 Raúl Zibechi: «China y Rusia: Las locomotoras
del nuevo orden mundial». 28 de noviembre de 2014. https://www.alainet.org/es/articulo/165777
55
55 MPR21: «Los países ricos enviarán armas a Ucrania y los pobres serán
la carne de cañón». 25 de enero de 2025. https://mpr21.info/los-paises-ricos-enviaran-armas-a-ucrania-y-los-pobres-seran-la-carne-de-canon/
5656 CC del Partido Comunista del Sur:
«Declaración de los comunistas sirios». 30 de enero de 2025. https://insurgente.org/declaracion-de-los-comunistas-sirios/
5757 Ed Hawkins: «2024 fue el año más cálido jamás
registrado». 10 de enero de 2015. https://wmo.int/es/media/news/la-organizacion-meteorologica-mundial-confirma-que-2024-fue-el-ano-mas-calido-jamas-registrado-al# .
5858 Laura Delle Femmine: «La fortuna de los más
ricos del mundo creció a un ritmo de dos millones de dólares al día». 20 de
enero de 2025. https://elpais.com/economia/2025-01-20/la-fortuna-de-los-mas-ricos-del-mundo-crecio-a-un-ritmo-de-dos-millones-de-dolares-
5959 Maxim Goldarb: «Salió a subasta el lote
“Ucrania”». 6 de diciembre de 2024 https://rebelion.org/salio-a-subasta-el-lote-ucrania/
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ción y desmilitarización de Ucrania,
y un acuerdo internacional normalizar las relaciones entre los pueblos. De
seguir las cosas como hasta ahora, esta posible negociación sancio-naría la
victoria rusa y mostraría la perentoria necesidad del imperialismo para
reorgani-zarse, recuperar fuerzas y contraatacar.
8.- QUINCE LECCIONES
«El esquema de negociación del Gobierno con la
guerrilla es idéntico a como lo ha hecho con las Organizaciones Sociales, acude
al diálogo, dilata soluciones para agotar las protestas, y cuando se ve
obligado a aceptar acuerdos, los firma; pero luego que las protestas se calman
se olvida de lo acordado y no cumple. Así es año tras año y protesta tras
protesta; ya los gobiernos tienen callo en la conciencia y perdieron la
sensibilidad. El Gobierno espera que la guerrilla se desmovilice y entregue las
armas con sólo firmar un acuerdo; pero el cumplimiento de los demás acuerdos
puede dilatarse y no cumplirse; lo lógico sería que hubiese una gradualidad de
cada parte en el cumplimiento de los acuerdos; y si el Gobierno desconfía que
la guerrilla va a cumplir, a la guerrilla debe permitírsele también desconfiar
del Gobierno»60
Estas palabras proceden de la página 13 del séptimo
capítulo titulado «Cobrar deudas pendientes», del libro La Paz con el ELN y los regateos del Gobierno, escrito por Antonio
García, primer comandante del ELN. He titulado esta presentación del libro como
Lecciones de un supuesto fracaso
porque es precisamente de eso de lo que se trata. Un supuesto fracaso que analizado con rigor saca a la luz lecciones
muy necesarias para cualquier forma de resistencia defensiva o de lucha
ofensiva contra la explotación en cualquier parte del mundo.
¿Cómo es posible que una negociación supuestamente
fracasada mantenida entre una organización revolucionaria que se ve en la
necesidad de practicar la violencia defensiva, y un Estado ultraviolento como
el colombiano, armado hasta los dientes por EEUU que ocupa el país con sus
bases militares y su dominación económico-financiera, reforzado además con
grupos narcoparamilitares incrustados en sus entrañas extorsionan, torturan y
asesinan impunemente en defensa del narcocapitalismo, pueda aportar lecciones
esperanzadoras a la humanidad oprimida? O más concretamente ¿cómo definimos si
una negociación de esta categoría es un fracaso o una victoria, y para quienes?
Comenzamos por esta pregunta porque de su respuesta depende todo lo que sigue.
En efecto:
Primero: la guerra para recuperar derechos básicos
en Colombia es parte singular de un largo conflicto particular que se libra en
toda Nuestramérica y especialmente en la región estratégica de lo que el
libertador Bolívar llamó la Gran Colombia. A su vez, esta guerra social
múltiple es parte de la guerra social universal que libra la humanidad contra
el imperialismo. Como se aprecia, empleamos la categoría de lo
universal-particular-singular para descubrir la línea roja que recorre e
identifica este choque esencial en todo el mundo, de modo que lo que se avanza
o retrocede en una de ellas repercute mediante mil y un vericuetos en la
totalidad, aunque nunca automática y directamente sino con ritmos diferentes
que pueden ser incluso contrarios, de tal modo que lo que es victoria parcial
en un sitio en otro es parcial derrota.
Segundo: lo universal viene marcado por el hecho objetivo y por ahora
cada vez más asumido subjetivamente, de que desde hace decenios la
contradicción entre el desarrollo
6060 Antonio
García: La Paz con el ELN y los regateos
del Gobierno. Boltxe Liburuak, Bilbo.
2024. Cptº
7, p. 13.
17
potencialmente liberador de las fuerzas
productivo/reproductivas ha entrado en antagonismo inconciliable y está siendo
frenado deliberadamente con las relaciones sociales de propiedad burguesa.
Desde hace tiempo el potencial económico frenado o destruido por el capital
podría acabar fácilmente con muchos de los grandes problemas que azotan a la
humanidad, a la que se avanzaría rápidamente en la solución de otros y se
planificaría la resolución de los demás: la experiencia actual de China y otros
pueblos así lo demuestra. Esta contradicción determina a todas las demás y es
la base que explica las lecciones positivas que extraemos del supuesto fracaso
de las negociones entre el ELN y el Gobierno de Colombia,
Tercero: En medio de una crisis nunca vista, el
imperialismo hace todo lo posible para impedir que los pueblos recuperen o
amplíen su poder para planificar su desarrollo socioeconómico. La propiedad
burguesa de las fuerzas productivo/reproductivas está protegida por el
imperialismo occidental dirigido por EEUU, por el Pentágono y la OTAN, que
tiene bases en Colombia. Llegamos así a lo particular y a lo singular. La
sobreexplotación imperialista de Nuestramérica, en la que participa también el
ente sionista llamado «Israel», condena al hambre y al empobrecimiento a la
región entera, y en lo singular hace de Colombia una terrible base militar cuyo
único fin es fortalecer la dictadura del dólar en el país, amenazar
directamente a Venezuela y a corta distancia al Caribe y en especial a
Nicaragua y Cuba. Esa amenaza se ha fortalecido por el verdadero y real fracaso
de la negociación entre un sector de las FARC-EP con el Gobierno de Colombia.
Cuarto: en Nuestramérica es obvia y se agrava por
momentos la incompatibilidad entre el desarrollo potencialmente liberador de
las fuerzas productivo/reproductivas y la propiedad burguesa garantizada por el
imperialismo. Los innegables logros sociales de Cuba, Nicaragua y Venezuela,
así como los avances relativos pero palpables de otros países que lograron
implementar políticas reformistas más o menos radicales contrarias a la
burguesía, también son innegables, como lo son pero de signo contrario los desastrosos
retrocesos en la calidad de vida de sus pueblos una vez derrotadas esas
políticas alternativas: la ferocidad irracional de Milei en Argentina es por
ahora el ejemplo más reciente. Por tanto, la existencia de un Estado socialista
es la única garantía de que se apliquen planes que liberen las fuerzas
productivas de las cadenas burguesas y orienten sus enormes potencialidades
hacia la libertad y la justicia. Si por lo que fuera, no se ha podido crear un
Estado socialista sino sólo un gobierno democrático radical, éste tiene que
planificar la economía y debilitar lo máximo posible las cadenas imperialistas
sabiendo que más temprano que tarde EEUU intentará derrocarlo sin reparar en
crímenes.
Quinto: Sobre este fondo objetivo de una constante
histórica que se agrava día a día, cualquier proceso de negociación que entable
la izquierda revolucionaria tiene que partir del criterio de que se trata de un
combate más en la guerra social abierta, un combate con sus reglas concretas
pero insertas a su vez en la lucha de clases mundial. Precisamente este es el
criterio fundamental del imperialismo, para el que toda negociación es un arma
destructiva más o menos efectiva según sea la correlación de fuerzas. Es aquí
donde aparece todo el poder teórico-político de las palabras del comandante
Antonio García reproducidas arriba que, en sí mismas, sirven para toda
negociación, fuere la que se mantiene entre obreras y patronal, vecinos y
ayuntamiento, estudiantes y universidad, u otras cualesquiera, hasta llegar a
las más complejas entre insurgencia armada y Estado e imperialismo. Por tanto,
conviene releer con atención al comandante del ELN.
Sexto: la estrategia del Gobierno es sencilla,
perder tiempo para hacer creer al pueblo que se están conversando cosas muy
importantes que exigen detalle y minuciosidad, aunque
18
de hecho sólo sean circunloquios que buscan
desorientar y cansar. Sin entrar en concreciones que desbordarían este espacio,
lo más frecuente es que mientras el bando popular, el que fuera, pone en la
mesa objetivos precisos y reivindicaciones claras, el bando del poder busca
alargar las horas con cualquier excusa intentando crear la confusión y la
división en el bando popular. El bando del poder recurre a argucias y trucos
esperando encontrar signos de cansancio, nerviosismo y hasta diferencias en el
bando popular, atacando por esa brecha.
Séptimo: como en toda negociación, es vital que el
bando popular asuma y exprese la voluntad de las bases sociales a las que
representa, y a las que no sustituye. Muchas negociaciones han sido derrotas
para el pueblo y victorias para la burguesía porque sus representantes se han
separado de sus representados, los han sustituido y han aceptado cosas que sus
bases rechazarían si lo supieran. Las burocracias político-sindicales son
expertas en estas traiciones. Mientras que el bando del poder tienta al bando popular
para que se separe de su pueblo y actúe por su cuenta en su beneficio, el bando
popular lo rechaza contundentemente, lo que le honra. El bando del poder, el
Gobierno, la CIA y los servicios imperialistas prometen de todo al bando
popular para separarlo de las bases obreras y campesinas, que confían en sus
representantes. Aquí, como en todo, lo decisivo es que el bando popular asuma
conscientemente ser servidor de su pueblo, que es el verdadero agente director
de la lucha sobre todo una vez que los acuerdos negociados en su nombre y con
su confianza deban ser llevados a la práctica.
Octavo: entre otros objetivos y para lograr esta
sustitución a la vez el Gobierno intensifica la propaganda manipuladora en la
calle, mintiendo, haciendo circular rumores difíciles de clarificar y
desmontar, lanzando medias verdades cuando no tiene más remedio que reconocer
algo inocultable que le debilite de tal modo que pueda anular o minimizar el
efecto concienciador que la media verdad tiene en el pueblo luchador. La
eficacia psicológica de la media mentira elaborada por sus técnicos del engaño
de masas, es decisiva en estos momentos. La guerra mediática y psicopolítica es
crucial y, según el desarrollo del conflicto tanto en su generalidad como en la
negociación concreta, el bando del poder intentará movilizar a su gente en las
calles, en la llamada «sociedad civil», no sólo para presionar en ese instante
sino fundamentalmente para acumular fuerzas reaccionarias que activará en un
futuro. Frente a esto, es suicida la pasividad o la débil movilización en la
calle del bando popular porque la represión directa sigue golpeando al pueblo,
o si no es así la represión indirecta y preventiva crece en sus formas de
chantaje, de advertencia, de amenaza e intimidación. Si el bando popular no
demuestra su fuerza y determinación, está perdido.
Noveno: en estas situaciones en las que el bando
del poder, el Gobierno y EEUU en el caso de Colombia, comprende que sus trucos
no han sido efectivos, suele recurrir al rodeo, a buscar otro punto de
negociación menos importante para que el bando popular se embarre en ese charco
y se hunda en el lodo de la palabrería dando tiempo al bando del poder a
reconsiderar sus errores y buscar nuevas trampas. Una de ellas es decir que aún
no tiene el apoyo total de otras facciones del poder, de partes del Gobierno,
del ejército, de la gran banca y del imperialismo, por lo que pide
«comprensión» al bando popular, para que acepte dejar para más tarde los temas
decisivos, los más espinosos que requieren de un apoyo mayoritario del poder.
Mientras éste pide al bando popular que se pase a resolver puntos aparentemente
secundarios, los que por su menor importancia pueden permitirle hacer promesas
de futuras reformas que la prensa ensalza, cuando en realidad son promesas
huecas pata engañar a crédulos e incautos.
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Décimo: llegados a este momento, es casi seguro que
el bando del poder empiece a exigir al bando popular muestras de su buena
voluntad: por ejemplo, que cesen sus movilizaciones en las calles, sus
demostraciones de masas mientras que la patronal en este caso, sigue protegida
por policías, jueces, cárceles, prensa, bancos y ministerios del Estado… Se
trata de que el bando popular acepte que el monopolio de la violencia por parte
del Estado del capital es un dogma incuestionable por la izquierda revolucionaria,
junto con el de la sacrosanta propiedad burguesa. La exigencia del desarme
incondicional de la insurgencia, del bando popular, es presentada por el Estado
como un «deber democrático» que afecta únicamente a la izquierda
revolucionaria. Para mostrar su buena voluntad, el bando popular ha de aceptar
las leyes que sus reivindicaciones esenciales sean decididas por la burocracia
judicial, por los aparatos del Estado «neutral», y hasta debe desarmarse
unilateralmente. Mientras la izquierda no demuestre su «pacifismo» con su
rechazo público del inalienable derecho humano a la rebelión contra la
injusticia, mientras no se arrodille el bando del poder seguirá retrasando la
negociación hasta que decida desencadenar el terrorismo represivo.
Undécimo: pero ya que no puede resolverse todavía
el debate sobre el derecho humano a la rebelión, el bando popular dice con toda
lógica que se negocie la doctrina militar del Estado capitalista, que ni
siquiera del Gobierno. En el capitalismo occidental actual, la doctrina militar
de los Estados «amigos» de EEUU está dictada por Washington, armada por su
industria de la matanza humana y financiada por los préstamos onerosos y
leoninos con los que Walt Street multiplica sus ingentes ganancias. De la misma
forma que la patronal en este caso se niega a debatir con los y las obreras sus
planes de enriquecimiento y explotación, tampoco el Gobierno acepta negociar su
doctrina militar con el bando popular porque la doctrina militar es la que
dirige la contrainsurgencia en todas sus formas, sus etapas, sus métodos y en
especial la cuantía y calidad de sus víctimas. Negociar la doctrina militar es
un derecho/necesidad incuestionable del pueblo obrero, y a ello se negaba una y
otra vez el bando del poder porque la burguesía nunca renunciará a su monopolio
de la violencia, a ser la propietaria única de su ejército. En ello le va la
vida, es decir, su banca y su propiedad de las fuerzas
productivo/reproductivas.
Duodécimo: de la misma forma en que la patronal o
cualquier otro sector de la burguesía, aconseja a los movimientos con los que
negocia que aprendan de otras negociaciones en las que sus compañeros no han
sido tan radicales, no han pedido tanto ni tan importante, han aceptado
acuerdos intermedios, han renunciado a la lucha de calle, en las fábricas,
escuelas y universidades, domicilios, etc., y han aceptado la primacía de la
ley burguesa en sus respectivas áreas; en esa misma medida el bando del poder, el
imperialismo, aconseja y hasta pregunta con suficiencia al bando popular, la
insurgencia del ELN, por qué no se comporta como el sector oficial de las
FARC-EP en las negociaciones en La Habana: ¿si ellos han sido realistas y han
sabido ceder en algunas cuestiones para ganar en otras, como en una partida de
naipes en un garito, por qué no seguís su ejemplo, os desarmáis y confiáis en
la benevolencia del Estado?
Decimotercero: la patronal, el decano de la
universidad, los directores de hospitales, los hoteleros, los transportistas,
etc., han comprendido que no pueden engañar en las negociaciones a sus obreros,
a las trabajadoras domésticas, a los estudiantes, a los y las sanitarias, a
asociaciones de consumidores…, con sus promesas y sus raquíticas concesiones
chantajistas y se levantan de la mesa a la espera de la respuesta obrera. Pero
antes han preparado la represión, los despidos, los juicios y los esquiroles. Por
su parte, las clases y naciones explotadas han aprendido las lecciones de las
derrotas y victorias en esta táctica específica que es la negociación inserta
dentro de la estrategia revolucionaria, una táctica que es parte de la
estrategia superior que la activa, dirige y termina cuando es
20
necesario, con la victoria, antes de una
autoderrota o simplemente dejándola morir según la estrategia revolucionaria,
nunca según la reaccionaria. La independencia política del proletariado es
decisiva en la dirección de las negociaciones, y esta es la síntesis de todas
lecciones positivas extraíbles de tan larga experiencia.
Decimocuarto: ha fracasado la trampa negociadora
con la que el Gobierno quería destrozar al ELN forzando su desarme unilateral,
rechazando sus propuestas y reforzando esa sensación de victoria política
lograda tras la rendición de armas de un sector de las FARC-EP. Este fracaso
del imperialismo refuerza la capacidad de resistencia de las clases y pueblos
oprimidos porque demuestra que la coherencia teórica y ética es un factor
central en la lucha de clases. El aumento de la confianza popular refuerza su
autoorganización en sus reivindicaciones, justo lo contrario de la rendición de
armas de un sector de las FARC-EP. Esta lección es universal y se agrava o
suaviza en lo particular y singular, pero siempre se materializa: franjas de la
militancia que confiaban en el sector que ha entregado las armas al enemigo
sufren bajones de combatividad, de moral y hasta de solidez teórica y política.
Por lo común, son los reformistas quienes entregan las armas según un plan de
giro definitivo a la socialdemocracia, a la «paz», lo que les permite captar
votos por el centro compensando electoralmente la fuerza política real que han
perdido por la izquierda, pero a veces ni eso. Por lo general, la izquierda
necesita años para recuperar su anterior solidez e implantación, un tiempo de
oro para la burguesía.
Decimoquinto: la victoria del ELN consiste
precisamente en que ha demostrado al mundo que el Gobierno y el imperialismo
sólo quieren la guerra, por lo que no hay más remedio que prepararse para ella.
Los sociópatas y sádicos son los únicos a los que les gustan las brutalidades y
la atrocidad. La izquierda sabe que ninguna clase dominante devuelve
pacíficamente al pueblo las riquezas que ha amasado aterrorizándolo durante
generaciones. La devastadora crisis actual así como el grado más alto posible
de antagonismo entre el potencial liberador de la tecnociencia y de la
economía, y la propiedad burguesa, dan alas al imperialismo para provocar
guerras locales y regionales que pueden derivar sinérgicamente en una guerra
apocalíptica. Es urgente que la humanidad trabajadora socialice las fuerzas
productivo/reproductivas y planifique la activación máxima de las ingentes
potencialidades liberadoras que tienen en su seno, logro alcanzable solo con un
poder político basado en el pueblo en armas, nunca postrándose frente al amo:
la historia no miente.
EUSKAL HERRIA, 1 de febrero de 2025.
___________
Fuente:
https://www.lahaine.org/b2-img25/GilNegociar.pdf