Expertos señalan un alarmante incremento en la intensidad y frecuencia de los incendios forestales globales, ligados al cambio climático y al abandono del campo.
El cambio climático aumenta el riesgo de incendios forestales. / Unsplash.
En los últimos años, los incendios forestales han adquirido una magnitud y frecuencia preocupantes en diferentes puntos del globo, lo que algunos científicos interpretan como indicativo de una posible transición hacia una nueva era dominada por el fuego, el Piroceno. Según un estudio reciente publicado en las revistas científicas One Earth y Cell Reports Sustainability, el aumento en la intensidad y tamaño de los incendios se atribuye a diversos factores interrelacionados, entre los que destaca el cambio climático.
La profesora Marta Yebra, directora del Centro de Excelencia de Investigación de Incendios Forestales de la Universidad Nacional Australiana, advierte que las condiciones climáticas están experimentando transformaciones significativas, como la reducción de la precipitación y períodos prolongados de sequía en varias regiones del mundo. Estos cambios predisponen a los ecosistemas a condiciones más inflamables, facilitando la propagación rápida de incendios que antes eran excepcionales.
El problema no se limita a una región específica: desde Siberia hasta Canadá, pasando por Australia y América del Sur, los incendios han aumentado en frecuencia y magnitud. En el verano austral de 2019 a 2020, Australia sufrió la quema de 23 millones de hectáreas, mientras que Canadá enfrentó 6.669 incendios en 2023, cuyas cenizas alcanzaron incluso la lejana Galicia, marcando un récord histórico.
El impacto del cambio climático es evidente en regiones tradicionalmente húmedas como la Amazonia, ahora cada vez más vulnerable debido a la deforestación y la disminución de la humedad ambiental. En los bosques boreales de Siberia y Canadá, la combinación de sequedad prolongada y grandes reservas de combustible forestal ha generado megaincendios devastadores, liberando energía equivalente a múltiples bombas atómicas.
ESTRATEGIAS MODERNAS
Frente a esta crisis, los enfoques de gestión del fuego están en debate. Mientras algunas estrategias modernas se centran en la supresión inmediata de incendios, otras, como las prácticas tradicionales de manejo del fuego llevadas a cabo por comunidades indígenas, proponen el uso de quemas controladas para prevenir la acumulación de materia orgánica inflamable y mantener la salud de los ecosistemas.
Sin embargo, no todos los expertos están convencidos de que nos encontramos en una nueva era del fuego. Emilio Chuvieco, director de la cátedra de ética ambiental de la Universidad de Alcalá de Henares, señala que aunque los incendios son alarmantes, no existe evidencia suficiente para afirmar un cambio global en la relación entre humanos y fuegos. La disminución en el área quemada en ciertas regiones se debe en parte a cambios en el uso del suelo, como la reducción de incendios en sabanas africanas convertidas en tierras de cultivo. @mundiario
MARÍA P. MARTÍNEZ
Colaboradora.
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La autora, MARÍA PAULA MARTÍNEZ, colaboradora de MUNDIARIO, es Comunicadora social, especializada en Periodismo Impreso. @mundiario
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