1. Todos el Primero de Mayo a marchar bajo nuestras propias banderas y no bajo las banderas de la burguesía
Ppara los trabajadores debe quedar claro que conmemorar a los mártires de Chicago exige que el movimiento sindical no se deje engañar, por aquellos que no sufren las inclemencias por parte del capital al interior de las empresas, que no se dejen engañar por los que por su condición se han convertido en vividores del movimiento sindical
Se deben revolcar los mártires de Chicago en las tumbas viendo como sus hermanos de clase se dejan engañar por sus verdugos
Si usted cree que ahorcándonos puede eliminar el Movimiento Obrero,
el movimiento del cual millones de pisoteados,
millones que trabajan duramente y pasan necesidades y miserias esperan la salvación,
si esa es su opinión […] ¡entonces ahórquenos!
Así aplastará una chispa, pero allá y acullá,
detrás de usted, frente a usted y a sus costados,
en todas partes, se encienden llamas.
Es un fuego subterráneo. Y usted no podrá apagarlo.
Y ahora, estas son mis ideas. Constituyen parte de mí mismo.
No puedo despojarme de ellas, y si pudiese, no lo haría.
Y si usted cree que puede destruir esas ideas
que están ganando más y más terreno cada día, mandándonos a la horca,
si una vez más usted dicta pena de muerte a la gente por haber osado decir la verdad, entonces, ¡orgullosa y desafiantemente pagaré ese tan caro precio!
¡Llame a su verdugo!
August Spies
En 1886, los mártires de Chicago: August Spies, Michael Schwab, George Engel, Adolf Fischer, Louis Lingg, Samuel Fielden, Oscar W. Neebe y Albert Prsons se levantaron contra las injusticias y las trampas puestas por el Estado burgués, actuaron en oposición al instrumento de dominación con el que las clases dominantes y dueñas de los medios de producción sojuzgan a las clases trabajadoras; lo hicieron para defender una consigna, una exigencia tan sencilla como la lucha por los tres 8: 8 horas de descanso, 8 horas de trabajo y 8 horas “para hacer lo que nos diera la gana”.
La lucha por la jornada laboral de 8 horas, por el descanso dominical remunerado y por el aumento de salarios era una lucha más que justa en aquel tiempo en que el proletariado era superexplotado durante 12, 14 y hasta 16 horas diarias, vivía en condiciones infrahumanas, sin descanso para ver a los hijos y siendo fácilmente despedidos, tal como sucede actualmente.
Pero los mártires de Chicago se pusieron a la cabeza de esa lucha, entregaron su vida para que toda la clase obrera pudiera disfrutar de la rebaja de la jornada laboral a 8 horas; sin embargo, hoy por hoy, este derecho se ha perdido, como consecuencia de la crisis del elemento consciente, de la ausencia del Partido de la clase obrera y su lucha con independencia de clase.
La masacre cometida por el Estado burgués contra los mártires de Chicago es un ejemplo de a quién le sirve ese Estado, a qué clase representa y qué intereses defiende. En aquella época el Estado actuó contra los obreros, de la misma manera como lo hace hoy: lanza las fuerzas militares contra aquellos que se atreven a exigir mejores condiciones de vida; demostrando así que la justicia y toda la maquinaria del Estado burgués es un aparato para salvaguardar los intereses de los capitalistas, y por ello actúo en contra de los obreros de Chicago y en especial contra sus dirigentes.
Hoy, el movimiento sindical es dirigido por la ideología burguesa a través de las burocracias de las centrales sindicales; una burocracia que se le “olvidó” lo realizado por el Estado burgués e imperialista contra los mártires de Chicago, de todas las tramoyas y las trampas que inventaron para judicializarlos, como la del policía en la plaza de Haymarket, a quien sacrificaron a pesar de defender los intereses de los explotadores.
Sin embargo, para los trabajadores debe quedar claro que conmemorar a los mártires de Chicago exige que el movimiento sindical no se deje engañar, por aquellos que no sufren las inclemencias por parte del capital al interior de las empresas, que no se dejen engañar por los que por su condición se han convertido en vividores del movimiento sindical, como esas burocracias de las centrales, quienes ─a cambio de engañar a los obreros─ reciben no solo prebendas económicas, sino puestos en el Estado burgués.
Debe quedar claro que los intereses de los obreros son totalmente antagónicos a los de los capitalistas y, por lo tanto, a los intereses del Estado que representa precisamente a esa clase: a los dueños de los medios de producción.
Así pues, el Primero de Mayo no es para llevar a los títeres politiqueros a la tarima, como ya sucedió en 1936, cuando se perdió la independencia de clase por cuenta del oportunismo incrustado en el Partico Comunista de Colombia PCC, permitiendo que el Primero de Mayo de ese año se convirtiera en un día de apoyo incondicional al presidente liberal Alfonso López Pumarejo por considerarlo como progresista, desvirtuando el carácter revolucionario de esta fecha.
Se deben revolcar los mártires de Chicago en las tumbas viendo como sus hermanos de clase se dejan engañar por sus verdugos. Hoy se está avizorando que, desde las burocracias de las centrales sindicales, repetirán la historia de 1936. Hoy, a pesar de sus buenas intenciones, el gobierno de turno es el representante de un Estado burgués que, como sea, tendrá que defender los intereses económicos de los capitalistas, de las clases dominantes.
Por eso, las bases de las centrales obreras deberán marchar el Primero de Mayo en honor a los mártires de Chicago y su memoria la honraremos marchando con independencia de clase, explicándole a las bases la verdadera historia de nuestros mártires y la necesidad de luchar por los intereses de los obreros y campesinos, los cuales son incompatibles con los intereses de los capitalistas.
A enarbolar ese día nuestras consignas revolucionarias y a entonar nuestro himno: la Internacional; no queremos el himno de la burguesía, tenemos nuestro propio himno, el himno del proletariado.
Todos el Primero de Mayo a marchar bajo nuestras propias banderas y no bajo las banderas de la burguesía. Es un día para que los sindicatos marchen con independencia de esas burocracias de las centrales sindicales y, en general, del sindicalismo burgués.
¡A conquistar la independencia de clase en el movimiento sindical!
2. ¡A marchar bajo nuestras propias banderas y entonando nuestro himno!
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2. ¡Contra el capitalismo y los preparativos de guerra imperialista! ¡Primero de Mayo Internacionalista y Revolucionario!
Compañeros y camaradas obreros: ¡Alistar fuerzas para preparar y conmemorar el Primero de Mayo en la actual situación de gran desorden mundial! Por la crisis económica del capitalismo que demoledora e inevitablemente quiebra a su paso grandes bancos y empresas multiplicando por miles los despidos y sufrimientos de los trabajadores. Por las guerras genocidas que todos los imperialistas atizan en su pugna por el dominio mundial. Por la inclemente destrucción capitalista de la naturaleza que acelera y acrecienta los desastres naturales donde la desigualdad social los convierte en terribles tragedias para los pueblos del mundo. Por los violentos levantamientos populares que expresan la exacerbación de la lucha de clases en la sociedad, rebelada contra el sistema que la estrangula y encadena a una mísera existencia, en castigo por producir tanta riqueza para los holgazanes grupos monopolistas.
¿Qué significa el Primero de Mayo para los proletarios y pueblos del mundo?
Es el día especial de revista a las fuerzas de la clase obrera mundial colmando calles y plazas de todos los países, como una sola clase internacional movilizada contra la explotación mundial capitalista. Es el día para resaltar el peso del proletariado mundial, sepulturero del sistema capitalista de hambre y opresión. Es el día cuando los obreros tienden lazos y se manifiestan codo a codo con sus mejores aliados, los campesinos y los pueblos oprimidos del mundo. Es un día para reafirmar ante los ojos del mundo que el imperialismo es el ocaso del sistema capitalista, es capitalismo en descomposición después del cual solo sigue el socialismo y el comunismo. Es un día donde la tribuna pertenece a los modernos esclavos asalariados, no a sus esclavistas ni a sus representantes políticos. La tribuna del Primero de Mayo es para denunciar al régimen de la explotación del trabajo ajeno y la voraz dominación imperialista sobre los países oprimidos. Que esa tribuna la usurpen los vende-obreros glorificando la conciliación con los explotadores, o gobernantes como Petro apologistas del capitalismo, de la explotación asalariada y del servilismo a los imperialistas, es un agravio contra la clase obrera que debe ser denunciado y rechazado.
¡Proletarios del mundo, uníos contra el capitalismo!
El sistema capitalista sobrevive de succionar la vitalidad productiva de la sociedad y devastar la naturaleza, amenazando con ello la existencia de la vida misma. Su papel es acumular riqueza en un reducido grupo de parásitos capitalistas, sumiendo a la sociedad que la produce en la más espantosa miseria. Es falso que la existencia de los trabajadores dependa de los empresarios, pues son ellos quienes no pueden vivir sin mano de obra que les produzca, como se demostró en la época de las cuarentenas o se ve en los paros y huelgas obreras. Son los capitalistas quienes sobran e impiden el progreso social. Son ellos los parásitos sociales que deben ser barridos de la faz de la tierra. ¡Proletarios del mundo, uníos contra el capitalismo! Además de resistir a la explotación asalariada, es necesario arrancar de raíz la causa de esa explotación, aboliendo la propiedad privada sobre los medios de producción y el privilegio de adueñarse del producto del trabajo ajeno. Hoy cuando los obreros del mundo se preparan para salir a las calles el Primero de Mayo a denunciar al capitalismo causante de los peores males y sufrimientos de la sociedad, y llamar a la lucha revolucionaria para enterrarlo en el cementerio de la historia, en Colombia el Presidente Petro en nombre “del cambio” añora más capitalismo —léase más explotación de los trabajadores— y como parte de su pacto con los empresarios explotadores y de sus promesas a los explotados, propone bajo el flamante nombre de “reforma” unas muy timoratas medidas laborales que ni siquiera recuperan las conquistas logradas hace décadas por el movimiento obrero. Sin embargo los gremios empresariales manifiestan “preocupación e incertidumbre”, reclaman más facilidades para “rebajar costos” que no es otra cosa que mayor superexplotación para cargar sobre la espalda de las masas trabajadoras el peso de las pérdidas por la crisis de su sistema. Si solo la propuesta de unas migajas laborales crispan a los explotadores capitalistas… que tiemblen y se estremezcan de terror y pánico cuando el proletariado diga ¡basta de explotación, es hora de expropiar a los expropiadores! La consigna en este Primero de Mayo para acercar ese inevitable futuro ha de ser ¡Proletarios del mundo, uníos contra el capitalismo!
¡Contra el imperialismo y sus preparativos de guerra mundial! ¡Lucha revolucionaria del proletariado y los pueblos del mundo!
Impotente ante la crisis económica mundial, la burguesía de los países imperialistas apela a la guerra para enfrentarla, a otra carnicería humana en una guerra de rapiña imperialista por un nuevo reparto del mundo. He ahí a todos los imperialistas, de Estados Unidos, Rusia, China, Europa, Japón preparándose endemoniadamente para la guerra mundial, quemando armas obsoletas y ensayando nuevas en guerras como la de Ucrania, reabasteciendo sus arsenales con armas de última generación donde la industria armamentista acumula gigantescas ganancias. No solo sacrifican a las masas trabajadoras con uniforme, sino que amenazan de conjunto a toda la población del planeta, a la vida y la naturaleza con el uso de armas nucleares. Ante los preparativos y el peligro de una guerra nuclear mundial, las clases dominantes lacayas de los países oprimidos llaman a respaldar a sus respectivos aliados y amos imperialistas, ante lo cual los proletarios y pueblos del mundo no pueden caer en la trampa de la pasividad por miedo al peligro de la guerra, y menos morder el anzuelo de alinearse con alguno de los bandidos imperialistas, pues todos son sus enemigos comunes y antagónicos, y aunque poseen una fuerza armada colosal, sus movimientos son aleteos agónicos incapaces de salvar a su sistema moribundo. El llamado para este Primero de Mayo es a la ¡Unión de los Proletarios y Pueblos del Mundo! porque representan la fuerza social capaz de impedir la guerra imperialista con su movilización y lucha revolucionaria, principalmente en las entrañas de los países imperialistas, bloqueando los movimientos de tropas, de armas y el reclutamiento de trabajadores para ser inmolados en una guerra injusta. Solo la unión y lucha revolucionaria de los proletarios y pueblos del mundo podrán transformar los preparativos de guerra imperialista y la guerra misma, en guerra civil revolucionaria, en guerra de las masas populares que destroce la dominación imperialista sobre los países oprimidos y derrote el poder del capital en todos los países.
¡Por el internacionalismo! ¡Unión del proletariado mundial!
¡El Primero de Mayo es internacionalista! Día de lucha del proletariado mundial, clase cuya existencia y movimiento son internacionales porque tiene los mismos intereses materiales en todo el mundo, y los objetivos de su lucha son idénticos en todos los países: ¡abolición de la propiedad privada y de las diferencias de clase! El internacionalismo exige que la lucha por la unidad de la clase obrera mundial, esté por encima de cualquier división por razones de nacionalidad, raza, sexo, ideas, políticas, creencias religiosas, costumbres… El nacionalismo y la xenofobia son veneno burgués para dividir a los obreros. Y luchar por la unidad de la clase obrera, significa unir bajo las mismas banderas revolucionarias a las masas cuya existencia depende de vender su fuerza de trabajo a los explotadores, para lo cual es necesario en primer lugar, organizarse en Partido político propio e independiente en cada país, como sección de una única organización política internacional. Dos grandes tareas que hoy retan a los marxistas leninistas maoístas del mundo para cumplir de verdad su papel de contribuir a la unidad y lucha internacional del proletariado, porque la clase obrera siendo la más numerosa de la población mundial, necesita conciencia de clase y organización para vencer a los explotadores capitalistas.
¡Por la revolución proletaria mundial! ¡Seguir el camino de la guerra popular!
¡El Primero de Mayo es revolucionario! Día de lucha mundial de la clase obrera en rechazo a la conciliación de clase que proclaman los jefes vende-obreros, en repudio al pacto social con los explotadores que promueven los reformistas. Un día de lucha revolucionaria contra las leyes y reformas anti-obreras, contra la represión y el terror estatal de los capitalistas, contra la guerra que en Colombia bajo el slogan de la “paz total” sigue confinando, desplazando y masacrando al pueblo. Pero es ante todo un día de lucha revolucionaria para difundir entre las masas trabajadoras la necesidad de derrocar el poder político de los capitalistas con la fuerza del pueblo armado, como condición para la expropiación socialista del capital. Un día de lucha en apoyo a las guerras que las masas populares libran en distintos países contra los opresores, enseñando el camino a seguir para liberar a la sociedad de la dominación imperialista y de la esclavización asalariada del trabajo.
¡Organizar ya las fuerzas internacionalistas y revolucionarias!
¡A preparar fuerzas para conmemorar el Primero de Mayo organizando Comités Pro Primero de Mayo Internacionalista y Revolucionario! En cada ciudad, pueblo o localidad convocar ya por las redes sociales a la instalación de Comités que guiados por los criterios expuestos en este editorial, agrupen a los activistas obreros, desempleados, desplazados, estudiantes, intelectuales, revolucionarios, representantes de organizaciones sindicales y populares… para organizar el trabajo de propaganda, agitación y organización de las manifestaciones del Primero de Mayo, llamando a concentrar las fuerzas, con banderas, pancartas, altavoces en Bloques Internacionalistas y Revolucionarios que agiten las consignas proletarias, entonen el himno de La Internacional y sean la tribuna de las voces contra el capitalismo y los preparativos de guerra imperialista.
¡El capitalismo imperialista está en crisis! ¡Viva el socialismo y el comunismo!
¡O la revolución detiene la guerra o la guerra desata la revolución!
¡Proletarios y pueblos del mundo, uníos contra el imperialismo!
Comité Ejecutivo – Unión Obrera Comunista (mlm)
Colombia – 27 de marzo de 2023
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Fuente:
