La perversidad de la propuesta consiste en condenar a los estudiantes a una educación miserable
MIENTRAS QUE EL ESTADO NO ASUMA SU RESPONSABILIDAD EN
GARANTIZAR LOS FACTORES ASOCIADOS AL PROCESO EDUCATIVO, LOS RESULTADOS SERÁN
LOS MISMOS O PEORES
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Las conquistas logradas por el magisterio en la Ley General de Educación vuelven a estar en riesgo con un eventual gobierno de Hernández; no se cumplirían los acuerdos con FECODE y sus filiales en favor de los niños, niñas y jóvenes de educación preescolar a media, peor aún se ejecutarían propuestas regresivas.
Miguel Ángel Pardo Romero
Director Nacional del Centro de Estudios e Investigaciones Docentes – CEID, FECODE
1. El perverso “concepto” de calidad de la educación. Según el programa de Hernández, su punto de referencia son los resultados obtenidos en las pruebas PISA y SABER, sin que medie ningún análisis, siquiera una frase que explique el por qué Colombia ocupa el último lugar entre los países miembros de la OCDE, tal como se observa en su programa de gobierno.
Es sabido en el sector educativo que, técnicamente podrán perfeccionarse estas pruebas, pero mientras que el Estado no asuma su responsabilidad en garantizar los factores asociados al proceso educativo, los resultados serán los mismos o peores, pese a los enormes esfuerzos que los educadores hacemos ante todo tipo de adversidades, empezando por las diversas violencias que tienen azotada a la escuela mientras que el gobierno la abandona a su suerte.
Los sucesivos gobiernos neoliberales han negado la inversión en factores tales como: la materialización del derecho a los tres grados de preescolar; el nombramiento de docentes en educación física y artística, segunda lengua, orientación escolar, tecnología e informática en educación inclusiva, preescolar y primaria; la universalización de la educación media especializada académica o técnica y el acceso a las Tics y a los computadores. Menos se han preocupado por la disminución del número de estudiantes por curso, el transporte, la alimentación e infraestructura dignas y el fortalecimiento de las Escuelas Normales Superiores y la formación permanente docente como política pública.
El Laboratorio de Economía de la Educación de la Universidad Javeriana afirmó que: “En cuanto a recursos de salud, solo el 41% de los colegios participantes no tienen disponibilidad de agua potable para beber o preparar alimentos. Esta cifra es de 57% para colegios oficiales y de 71% para rurales. La evidencia indica que el 30% de escolares en Colombia tienen parásitos intestinales (causados por las condiciones de agua, saneamiento e higiene) y esto puede llevar a tasas del 20 al 40% de ausentismo escolar, y pérdidas de 4 puntos de coeficiente intelectual. Solo el 26% de los colegios del estudio monitorea el peso y la talla, y 42% no tienen estándares para promover la alimentación saludable y prevenir riesgos asociados”1.
Sumado a lo anterior, la política de Estado ha sido sabotear la enseñanza de las áreas fundamentales y obligatorias, como también, los fines de la educación para cada nivel educativo establecidos en la Ley General de Educación, imponiendo lo mínimo en la enseñanza del conocimiento y en solo cuatro competencias básicas.
2. Retroceso en educación preescolar y media. En el último conversatorio de Hernández con su fórmula vicepresidencial, el 5 de junio afirmaron que, suprimirían la educación media académica, es decir, el derecho a los estudiantes a escoger su especialidad en ciencias, artes o humanidades, mientras que, conciben la educación media técnica solo para el empleo y no para el trabajo, lo que significa someter el currículo de los colegios a las necesidades del mercado que pueden ser contrarias a las especializaciones que requiere el desarrollo nacional. En virtud de lo cual, anunciaron la entrega de la educación media al sector empresarial y educativo superior privado en similares términos del proyecto de ley 064 de 2021.
En cuanto a la educación preescolar, pretenden resucitar el proyecto de ley 277 de 2020 que intentó suprimir los tres grados de preescolar en los colegios oficiales y, que en buena hora, FECODE logró archivar en diciembre de ese mismo año con el apoyo de la bancada parlamentaria alternativa.
Sin resolver ninguno de las enormes fallas estructurales mencionadas, Hernández acude a la fracasada y mezquina fórmula para lograr la calidad de la educación “…evaluación continua con retroalimentación como aspecto central para garantizar la calidad y remuneración competitiva sujeta a los resultados de las mencionadas evaluaciones.” (Pág., 14 de su programa).
Además de mentir al decir que los educadores no somos evaluados, la perversidad de la propuesta consiste en condenar a los estudiantes a una educación miserable, al no garantizar los referidos factores asociados, mantener las actuales condiciones indignas para realizar la labor pedagógica y, de ñapa, expropiar a los educadores parte de su salario.
3. Educación sin financiación ni materialización del derecho. Pese a que su programa, establece que el presupuesto de educación será el que tenga mayor porcentaje del PIB, sus declaraciones, han sido contundentes al afirmar que, “…para mí la educación es no poner más plata” y… “entréguenme la chequera”.
Hace caso omiso de que, entre 2002 y 2021 le fueron expropiados a la población de todos los municipios de Colombia, en educación 202 billones de pesos y 382 billones de pesos, si se suman los recortes a salud, agua potable y saneamiento básico ambiental2.
En las discusiones de la Comisión de Alto Nivel SGP – Educación, el mismo gobierno reconoce que la actualización y la construcción de la infraestructura que el país necesita requiere 50 billones de pesos.
FECODE en clara movilización y liderazgo social, logró que Duque se comprometiera a consensuar una reforma constitucional que aumentara de manera real y progresiva los recursos para materializar los derechos mencionados. Por supuesto que el actual gobierno no cumplió. Pero Hernández desde ya declara que tampoco piensa satisfacer esta vital reivindicación para sacar de la crisis a los sectores mencionados y, por esa vía seguir negando la materialización de los respectivos derechos, los recursos urgentes para cerrar las brechas y los factores asociados mencionados en el caso de educación.
En cobertura, Hernández hace caso omiso del desplazamiento de la matrícula de los colegios privados hacia los públicos, sin aumento de planta docente, administrativa y de servicios generales y del saboteo del gobierno al concurso para proveer por lo menos 53.000 plazas para cubrir las plazas vacantes. Tampoco menciona los 2.100.000 niños, niñas y jóvenes en edad escolar por fuera del sistema educativo, sin contar la población que requiere educación inclusiva.
4. En educación superior propone suprimir el sistema educativo público con propuestas que aparecen como caritativas y bonachonas, tales como “…con mi sueldo regalaría 30 bequitas” y les pediría a los empresarios que hagan lo mismo, entre tanto, negociaría el presupuesto público con las universidades privadas a ver a como le dejan la carrerita.
Es decir, poco importaría el demostrado alto nivel de calidad de las universidades públicas, porque su presupuesto sería feriado mientras que el derecho de la muchachada a la educación dependería de la dádiva de algún “benefactor” o de la capacidad de endeudamiento de los jóvenes para pagar los “imprevistos” que siempre resultan en las instituciones privadas.
En conclusión, las conquistas logradas por el magisterio en la Ley General de Educación vuelven a estar en riesgo con un eventual gobierno de Hernández; no se cumplirían los acuerdos con FECODE y sus filiales en favor de los niños, niñas y jóvenes de educación preescolar a media, peor aún se ejecutarían propuestas regresivas; mientras que, en educación superior, se debilitaría el sistema educativo público, el derecho y la gratuidad a la educación. Todo en contravía de los planteamientos del Magisterio y la comunidad educativa en el actual debate presidencial3.Edición 781 – Semana del 11 al 17 de junio de 2022
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1 “Salud y bienestar escolar: la mitad de los colegios colombianos están en deuda”. El Espectador, noviembre 21 de 2021.
2 Financiación de la educación y reforma constitucional al SGP. PhD Ilich León Ortiz, Economista. Iván Lozada. Grupo de Investigación en Socioeconomía, Instituciones y Desarrollo – GSEID-. Universidad Nacional del Colombia.
3 Planteamientos en educación y transcendentales elecciones presidenciales. Editorial de la revista Educación y Cultura de FECODE, edición #144. Colombia. 10 de mayo de 2022. Leer en: http://www.renovacionmagisterial.org/portada/planteamientos-en-educaci%C3%B3n-y-trascendentales-elecciones-presidenciales
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