El sentido humano de la presencia de la comunidad educativa en la escuela se concreta en el propósito de recuperar el territorio histórico y natural de la profesión docente y la educación pública
Los maestros y las maestras están en la escuela presencial; ¿por qué y para qué? su presencia en las aulas no ha de ser por obediencia ni obligación, sino por convicción política, ética, social y pedagógica...
Créditos: Twitter - @Educacionbogota
En el contexto de la sindemia y el auge del cuarto pico del covid-19 con la expansión acelerada de la variante ómicron, el presidente Duque mantiene la engañifa de aplicar medidas arbitrarias a la escuela pública relacionadas con la pandemia, la salud, la educación y la economía. El gobierno y los empresarios del capital global han demostrado hasta la saciedad que no les importa la vida de los pobres; por consiguiente, obligan a la comunidad educativa a asistir a la institución escolar, en condiciones sanitarias y de plantas físicas precarias, pero lo hacen por conveniencia instrumental y politiquera para favorecer la macroeconomía –el capital internacional–, aparentar normalidad social, continuar el sustento de sus mentiras, mantener el sofisma de que está haciendo un “buen gobierno”, tapar su ineptitud y maquillar su obsesión y jugadas por la corrupción, la violencia, la guerra y el Estado totalitario.
Es necesario recordar que el magisterio colombiano está asistiendo a la escuela desde el año pasado (2021) y cuando empezó la pandemia (2020) –en sus casas– la gran mayoría de los maestros le han apostado al derecho de los niños y jóvenes, a la formación con pertinencia social, aún corriendo riesgos fatales debido a la mercantilización y al abandono en que el Estado ha tenido a la clase media, las familias de bajos recursos, a la educación y la salud públicas.
Ahora bien, los maestros y las maestras están en la escuela presencial; ¿por qué y para qué? su presencia en las aulas no ha de ser por obediencia ni obligación, sino por convicción política, ética, social y pedagógica, bajo el pleno conocimiento de que el encuentro de los estudiantes, padres de familia y docentes en la institución escolar es un eslabón esencial en la lucha por el derecho fundamental y la justicia en el campo educativo.
El sentido humano de la presencia de la comunidad educativa en la escuela se concreta en el propósito de recuperar el territorio histórico y natural de la profesión docente y la educación pública; los maestros y las maestras asisten a las escuelas con el compromiso de luchar en el campo de la pedagogía por el derecho a la educación digna, democrática, deliberante, dialógica y acogedora de lo diverso; la escuela para formar en los caminos del conocimiento científico, en los saberes sociales y culturales, en las sabidurías de los ancestros y experiencias de la humanidad, en las esperanzas de la niñez y la juventud por los mundos justos y en correspondencia con la vida decente compartida y la recuperación de la naturaleza.
Que la comunidad educativa se haga presente en la institución escolar para defender la vida y hacer conciencia de la escuela pública, digna y territorio paz. ¿De ahora en adelante, los temas y problemas de la vida como la salud pública tendrán cabida en los planes de estudio escolares o éstos seguirán copados y atiborrados por las competencias estandarizadas y los mandatos de la OCDE y el Banco Mundial? La ultraderecha dice que los maestros están ideologizando la educación; pero, la verdad, es la pedagogía del compromiso con la formación de personas ciudadanas en el Estado social de derecho como lo exige los principios democráticos de la Constitución Política de Colombia. La escuela pública para cultivar la vida.
José Hidalgo Restrepo Bermeo
Bogotá D.C. 10 de enero de 2022