La Guajira sigue en la lucha por sobrevivir
Los niños siguen sin agua y la ración alimenticia es miserable
Por: Nota Ciudadana
Foto: subida por autor
Perico es un pequeño poblado ubicado en la zona rural del municipio de Riohacha. Se encuentra a unos 15 minutos de esta capital. En este pueblo el Alcalde Rafael Ceballos inauguró hace unos días lo que se consideró una notable gesta: Perico tendría agua apta para el consumo humano. El transcurso de los días se encargó de demostrar que esta inauguración no fue más que una falacia. El pueblo de Perico recibe agua 10 minutos al día y la que llega no es apta para el consumo humano, y el carro tanque que surtía de agua al pueblo no llega porque el contrato con la Alcaldía finiquitó y además la zona rural sufre el verano más riguroso de los últimos años. Cuando se escudriña con la mirada el paisaje lo único verde que se alcanza a observar es lo que se conoce como “la finca del Alcalde”… lo demás es resequedad. La zona rural amerita una intervención estatal. Las oportunidades de trabajo escasean, los trabajos en la bananeras a duras penas alcanzan el mínimo, la pesca ha desaparecido, las fincas contratan por días…si no hay lluvia no hay trabajo. Le mencionaron algo al presidente Santos sobre esta crisis…la clase política se silenció y se tragaron el cuento de las cifras de niños wayuu fallecidos por hambre.
Es en este este pueblo donde se encuentra la Sede Educativa de Perico, perteneciente al Centro Educativo del Caribe. Esta sede cuenta con 100 estudiantes del grado preescolar hasta quinto de primaria. Aquí se concentran estudiantes de Laguna Grande, Nabio Quebrado y algunas rancherías. Muchos de estos niños están a distancias considerables, motivo por el cual la administración municipal debió haberles garantizado el transporte escolar. Más aún, cuando algunos niños han fallecido por accidentes automovilísticos en carretera en momentos en que se dirigen a sus sitios de estudio, es un problema de garantizarles la vida y brindarles seguridad. En el colegio no se cuenta con una motobomba que permita llevar agua al tanque elevado para realizar las actividades de aseo. En el pueblo de Perico el servicio de energía fue suspendido y ajusta cerca de 15 días sin luz. Desarrollar actividades académicas en condiciones óptimas es prácticamente imposible, cuando las temperaturas están llegando a los 38° y 40° presentándose deshidratación y desmayos en niños y problemas de salud en los docentes.
La ración alimenticia, estipulada en el Programa de Alimentación Escolar-PAE, en esta sede, es igual que en toda la zona rural del municipio de Riohacha: desastrosa.
La administración municipal no acondiciona el comedor escolar que fue inaugurado por el alcalde Ceballos el pasado mes de mayo y los responsables del PAE en La Guajira no hacen el mínimo esfuerzo por mejorar las “ración alimenticia “de los niños; le temen a los consorcios y a las Ongs. El abandono de las instituciones educativas de la zona rural de Riohacha, violenta los derechos humanos de los niños y jóvenes. Más aun, violentan principios estipulados en convenios internacionales que buscan proteger a los niños de los sectores más vulnerables.
A los niños y adolescentes de la zona rural de Riohacha les toca soportar diariamente el suplicio del abandono estatal, departamental y municipal. Para colmo de males, las “ias” (contraloría, procuraduría, fiscalía y defensoría del pueblo) no funcionan oportunamente en defensa de los derechos de los niños. En más de una ocasión nos toca ser testigos de cómo los intereses de los particulares prevalecen sobre los derechos de los niños. Este viernes, la ministra Gina Parody hará presencia en la ciudad de Riohacha y, como es costumbre, un cúmulo de falsas promesas hará más difícil el implacable verano.
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