Gustavo Petro, en manos del procurador
La Procuraduría formuló pliego de cargos al alcalde por la improvisación en el esquema de recolección de basuras.
El alcalde Mayor de Bogotá, Gustavo Petro. Foto: SEMANA
La noticia es sin duda una de las más importantes en Bogotá en los últimos tiempos. La Procuraduría General de la Nación le abrió pliego de cargos al alcalde de Bogotá, Gustavo Petro. La drástica decisión fue tomada por las supuestas irregularidades en el cambio de esquema de basuras en la capital, que generó una difícil situación ambiental. En plata blanca, esto significa que el futuro del mandatario está en manos de Alejandro Ordóñez.
“En primer término, la Procuraduría calificó que el alcalde Petro Urrego pudo incurrir en falta disciplinaria al determinar en el segundo semestre del 2012 al director de la UAESP y a los gerentes de la EAAB y Aguas de Bogotá S. A. E. S. P. para que suscribieran los contratos con el objeto de asumir la prestación del servicio público de aseo, sin tener en cuenta que dichas entidades no contaban con la mínima experiencia y la capacidad requerida para dicho fin”, dice el Ministerio Público.
El rumor desde hace días recorría los pasillos de la sede central de la Procuraduría, donde se decía que el alcalde no tendría escapatoria. Era tal la preocupación de Petro por este tema, que hace pocas semanas él mismo había solicitado una versión libre ante el procurador.
En ella Petro juró no haber cometido irregularidad ni falta disciplinaria alguna al poner en marcha el nuevo esquema de recolección, barrido y limpieza en la capital. Lo único que hizo, según explicó, fue darles cumplimiento a una sentencia de la Corte Constitucional y a un auto que ordenaba la inclusión de los recicladores en el esquema.
Por su parte, el exsecretario de Gobierno Guillermo Asprilla señaló en su perfil de Twitter que la "Procuraduría carece de competencia para juzgar legalidad de contratos. Usurpa competencias de justicia administrativa".
Pero el ente de control piensa otra cosa. Su investigación está basada en las más de 100 quejas radicadas allí por parte de ciudadanos, políticos y defensores de los derechos ambientales. Los reclamos motivaron a la Procuraduría a realizar una investigación por la ‘abrupta’ forma como fue cambiado el esquema de recolección, barrido y limpieza de la capital.
Según el auto de cierre, la investigación contra Petro se abrió “por presuntas conductas irregulares relacionadas con la prestación del servicio público de aseo y otras de naturaleza contractual y administrativa”.
Dentro de las pruebas que tiene la Procuraduría, practicadas durante cuatro meses, se destacaron aspectos como la "falta de planeación y un presunto detrimento patrimonial por la cancelación de los contratos a los operadores privados de recolección de basuras y la contratación de volquetas para el esquema de recolección de desechos diseñados por la Administración Distrital”.
Igualmente se resaltan los tres informes realizados por la Procuraduría Delegada en Asuntos Ambientales. En estos se evidenció un aumento en la contaminación ambiental y en la ubicación de residuos sólidos en las calles de la ciudad.
De acuerdo con dichos informes, las localidades más afectadas con el caos de las basuras, en orden de afectación, fueron Suba, Engativá, Usme, Usaquén y Chapinero.
El pasado miércoles, la Procuraduría formuló pliego de cargos también en contra del exgerente de la EAAB Diego Bravo, y de Henry Romero Trujillo, director (e) de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (UAESP), por posibles irregularidades presentadas con la planeación y la ejecución del sistema de recolección de basura y aseo en Bogotá.
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