Saramago descalifica “revolución” de las Farc
Entrevista exclusiva con el Premio Nobel de Literatura
Por: Nelson Fredy Padilla
El escritor portugués habló con El Espectador sobre su visión política del conflicto colombiano. Acusa a los guerrilleros de terroristas y los compara con los ejércitos medievales que promovían la tierra arrasada. Explicó lo que significa para él que Sigifredo López, al hablar sobre la guerra, citara su ‘Ensayo sobre la ceguera’.
Foto: EFE
“No creo que pueda aportar nada que los mediadores colombianos no hayan intentado”, respondió ante la posibilidad de mediar en Colombia.
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¿Qué mensaje les envía a quienes siguen secuestrados en Colombia?
Que sientan que no están solos, que nadie en el mundo que se considere humano aprueba el secuestro de personas para alcanzar objetivos políticos. No podemos liberarlos, podemos mandarles nuestra solidaridad y nuestra impotencia. Pero, quién sabe, muchas impotencias juntas tal vez hagan una potencia: está bien que nos manifestemos todos. Para consolar, para presionar, para salvarnos de la humillación que supone que haya gente secuestrada.
¿Y a la guerrilla de las Farc?
Que si el secuestro y la muerte son los métodos para cambiar la sociedad, las Farc no nos ofrecen más que lo que el poder ha venido haciendo siempre, a lo largo de la historia: ejercer fuerza contra los débiles. Actuar como en las guerras medievales, como en todas las guerras, en las que mueren los soldados rasos de un lado y otro y arrasan por donde van pasando, no es ninguna buena señal de futuro. Con esta base, ¿qué garantía de respeto por el ser humano presentan? Si en el futuro tuvieran capacidad para gobernar el Estado, ¿lo harían manteniendo el secuestro y la muerte como línea de actuación? ¿Para eso es necesaria una revolución? ¿No es eso lo que el poder hace en tantos lugares del mundo? ¿No actúan de forma tan criminal como Bush? ¿Qué diferencia hay entre los secuestros de Guantánamo, las guerras preventivas contra Irak, las torturas de las cárceles secretas y lo que ellos hacen? ¿Que unos son estado y otros grupos militarizados? A los muertos, secuestrados y arrasados, ¿cómo se les explica que uno es terrorismo de estado y otro terrorismo revolucionario? Yo no puedo.
¿Cómo cree que Colombia puede alcanzar la paz?
Sólo si la gente se empeña. Si votan a quienes están por la paz y exigen la paz. Si rechazan frontalmente toda violencia, sin distinciones jesuíticas de violencia revolucionaria o represión capitalista.
Si Piedad Córdoba se lo pidiera, ¿José Saramago podría ser mediador para lograr más liberaciones de secuestrados o para el inicio de un proceso de paz?
No creo que pueda aportar nada que los mediadores colombianos no hayan intentado. No hace falta que vaya nadie de afuera, ahí hay gente muy empeñada en alcanzar la paz. Usando el sentido común, que se convierte en el instrumento más revolucionario en este mundo de locos que es el de la violencia.
¿Por qué la literatura es el refugio al que acuden estas víctimas del secuestro? El anterior liberado Óscar Lizcano dijo haber sobrevivido gracias a la poesía del español Miguel Hernández.
La literatura no es el único refugio: la esperanza de recobrar la libertad, la solidaridad de otros, escribir la propia experiencia, la religión para algunos, las familias, y sí, también la literatura, han podido ser espacio de belleza o de compasión o de inteligencia donde estar cuando se ven privados de un bien precioso: la libertad, la que queremos y reclamamos para todos y en todos los países y circunstancias. La que no se puede conculcar bajo ningún argumento. ¿Quitar la libertad ahora para ofrecer libertad en el futuro? No nos tomen el pelo, por favor...
Sigifredo, por José Saramago
“Sigifredo López acaba de recuperar la libertad gracias, entre otros, al valor y la persistencia de la senadora Piedad Córdoba, dirigente del movimiento social y humanitario Colombianos por la Paz. Gracias a una circunstancia que parecía imposible que se produjera, López, quien formaba parte de un grupo de doce diputados secuestrados, de los cuales once fueron asesinados por la organización terrorista, pudo escapar a la masacre. Ahora está libre. En la conferencia de prensa realizada en Cali tras la liberación, manifestó su gratitud a Piedad Córdoba en términos que conmovieron al mundo. Aquí nos llegaron esas palabras y esas imágenes estremecedoras. Nunca he podido alardear de firmeza emocional. Lloro con facilidad, y no por culpa de la edad. Pero esta vez me vi obligado a romper en sollozos cuando Sigifredo, para expresar su infinita gratitud a Piedad, la comparó con la mujer del médico de Ensayo sobre la ceguera. Pónganse en mi lugar, miles de kilómetros me separaban de aquellas imágenes y de aquellas palabras y el pobre de mí, deshecho en lágrimas, no tuvo otro remedio que refugiarse en el hombro de Pilar y dejarlas correr. Toda mi existencia de hombre y de escritor queda justificada por ese momento. Gracias, Sigifredo”.
· Nelson Fredy Padilla | EL ESPECTADOR