¿Es obvio por qué la administración Trump se mantiene firme en su postura de que “Europa seguirá siendo europea”, a pesar de que las posibilidades de que eso ocurra son prácticamente nulas.
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George Samuelson
strategic-culture.su/10 de diciembre de 2025
Un nuevo documento de seguridad nacional publicado por la administración Trump la semana pasada advirtió que Europa enfrenta un suicidio civilizatorio y será “irreconocible en 20 años o menos” debido a la inmigración ilegal que ha hecho que las potencias europeas sean militarmente vulnerables.
El documento de 33 páginas, titulado Estrategia de Seguridad Nacional , establece la agenda de política exterior “Estados Unidos Primero” del presidente Donald Trump y sostiene que Estados Unidos debería centrar sus esfuerzos en proteger el hemisferio occidental.
La sección del documento sobre Europa comienza con una breve mención de algunos de los problemas perennes más conocidos del continente, incluidos el “gasto militar insuficiente” y el “estancamiento económico”, antes de decir que los problemas reales de Europa “son aún más profundos”.
El declive económico de Europa queda relegado a un segundo plano ante la perspectiva real de lo que los responsables políticos de Washington D. C. llaman “borramiento de la civilización”, causado en parte por “políticas migratorias que están transformando el continente y creando conflictos”, afirma.
El documento también menciona la censura de la libertad de expresión y la supresión de la oposición política, la caída de las tasas de natalidad y la pérdida de identidad nacional y de confianza en sí mismos que están ocurriendo en todo el bloque de 27 miembros.
La semana pasada, la Comisión Europea impuso una multa masiva a X (antes conocida como Twitter) en un torpe intento de censurar la plataforma de redes sociales de Elon Musk, mientras que hace exactamente un año, Rumania, nación de Europa del Este, se vio sumida en el caos después de que el populista prorruso de extrema derecha Călin Georgescu viera anulada su victoria presidencial debido a –sí, lo adivinaste– “interferencia rusa” y otras supuestas irregularidades electorales.
Justo antes de las elecciones rumanas, el cofundador de Telegram, Pavel Durov, hizo una sorprendente afirmación de que el jefe de la agencia de inteligencia exterior de Francia, Nicolas Lerner, le pidió que prohibiera a los conservadores de extrema derecha en su plataforma antes de las elecciones del país, una solicitud a la que dice haberse negado rotundamente.
La conclusión del documento a la luz de estos y otros acontecimientos peligrosos es sencilla: si las tendencias actuales continúan, “el continente será irreconocible en 20 años o menos”.
Esta es, por supuesto, una seria preocupación para Estados Unidos, afectado también por una migración ilegal desenfrenada. ¿Cómo pueden Estados Unidos y la Unión Europea seguir siendo aliados fiables cuando podría abriéndose un abismo enorme entre ambas potencias? Al fin y al cabo, en tan solo unas décadas, la Unión Europea podría estar compuesta mayoritariamente por civiles no europeos que podrían verse tentados a cuestionar si consideran su amistad con Washington de la misma manera que quienes firmaron la Carta de la OTAN.
Visto desde esa perspectiva, es obvio por qué la administración Trump se mantiene firme en su postura de que “Europa seguirá siendo europea”, a pesar de que las posibilidades de que eso ocurra son prácticamente nulas.
Los críticos respondieron a la tesis central del documento diciendo que promueve teorías conspirativas “antisemitas”, como la “Teoría del Gran Reemplazo”, que dice que los blancos están siendo reemplazados deliberadamente en el hemisferio occidental por inmigrantes de naciones mayoritariamente no blancas, particularmente de África y Medio Oriente.
La portavoz de la Casa Blanca, Anna Kelly, criticó la comparación y la calificó de "una tontería total".
Los devastadores efectos de la migración descontrolada y la incapacidad de estos migrantes para integrarse no solo preocupan al presidente Trump, sino también a los propios europeos, quienes han señalado cada vez más la inmigración como una de sus principales preocupaciones. Estas políticas de apertura fronteriza han provocado casos generalizados de violencia, picos de delincuencia y otros, con efectos perjudiciales para la sostenibilidad fiscal de los programas de protección social.
Una realidad tan sombría no sorprende a mucha gente, y menos aún a la ex canciller alemana Angela Merkel, principal arquitecta de la migración masiva en Europa, quien admitió hace una década que el multiculturalismo era una “farsa” que no hace nada para mejorar una sociedad.
“El multiculturalismo conduce a sociedades paralelas y, por lo tanto, sigue siendo una ‘mentira de vida’ o una farsa”, dijo, antes de hacer la promesa vacía de que Alemania “reducirá notablemente el número de refugiados”.
Aunque esas declaraciones pueden parecer poco características de Merkel, ella sólo estaba repitiendo un sentimiento que expresó por primera vez cinco años antes, cuando dijo que el multiculturalismo en Alemania había "fracasado por completo".
“Por supuesto, la tendencia había sido decir: 'Adoptemos el concepto multicultural y vivamos felices unos junto a otros, y seamos felices de vivir juntos'. Pero este concepto ha fracasado, y ha fracasado rotundamente”, declaró en 2010. Por qué Merkel imaginó que las cosas no resultarían exactamente como lo hicieron sigue siendo uno de los grandes misterios de la política europea moderna. O quizás sí lo sabía, pero careció por completo de la voluntad política para resistir la presión insuperable que enfrentaba en ese momento. No sorprende que la élite de la UE estuviera tan a favor de la apertura de fronteras, como muchos siguen haciéndolo hoy en día.
Sea como fuere, hay algo más que vale la pena destacar sobre este documento: Moscú ha expresado su aprobación de sus disposiciones.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo el domingo que los cambios “corresponden en muchos aspectos a nuestra visión”.
También acogió con satisfacción las propuestas para acabar con la percepción y la realidad de la alianza militar de la OTAN como una alianza en constante expansión. Moscú lleva tiempo expresando su oposición a la expansión de la OTAN, alegando preocupaciones de seguridad nacional.
Al mismo tiempo, Peskov advirtió que la postura de lo que denominó el "estado profundo" estadounidense —un término que Donald Trump ha utilizado para acusar a funcionarios que, según él, intentan socavar su agenda política— podría diferir de la nueva estrategia de seguridad de Trump. El tiempo lo dirá.
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