“Cuando redujimos la expresión del gen Fhos en las neuronas envejecidas, impedimos la acumulación de F-actina en el cerebro de las moscas de la fruta”
Un nuevo tratamiento para eliminar residuos cerebrales podría extender la vida humana
Los científicos lograron revertir el envejecimiento cerebral en las moscas de la fruta al disminuir la acumulación de una proteína clave
Los especialistas parecen estar cada vez más cerca de revelar el secreto para revertir el envejecimiento cerebral. / Crédito: Maxim Berg/Unsplash.
Pablo Javier Piacente
01 NOV 2024
La prevención de la acumulación de F-actina en el envejecimiento de las moscas de la fruta, a través de la modificación de genes específicos, optimizó el reciclaje celular, disminuyó la acumulación de desechos cerebrales y prolongó su vida útil saludable en aproximadamente un 30 %, según un nuevo estudio. El hallazgo podría propiciar el futuro diseño de herramientas similares a aplicar en seres humanos, que serían capaces de extender nuestra expectativa de vida.
Investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), en Estados Unidos, describen en un estudio publicado recientemente en la revista Nature Communications que la actividad de una proteína estructural celular denominada actina filamentosa, o F-actina, produce la acumulación de residuos en el cerebro inhibiendo un proceso clave para eliminar componentes innecesarios o disfuncionales dentro de las células, como ADN, lípidos, proteínas y orgánulos.
Reversión de procesos de deterioro
Al mismo tiempo, los cientificos pudieron revertir este proceso mediante la modificación genética de la actividad desarrollada por la proteína: los resultados muestran que las moscas de la fruta extienden su ciclo de vida útil hasta en un 30 % gracias a esta nueva técnica. Los especialistas creen que la herramienta podría ser aprovechada en el futuro para revertir parte de los procesos ligados al envejecimiento cerebral en humanos, ampliando la esperanza de vida.
La actina es una familia de proteínas que colabora en la formación de las células, siendo abundante en todo el cuerpo. La f-actina desarrolla filamentos esenciales para preservar la estructura celular y muchas otras funciones. Luego de apreciar la acumulación de F-actina en los cerebros de las moscas de la fruta envejecidas, los científicos se preguntaron qué sucedería si la misma fuera reducida: ajustaron algunos genes específicos en las neuronas del envejecimiento de los insectos y previnieron la acumulación de actina F.
Resultados concretos
Aunque las moscas de la fruta tienen una vida útil en torno a los dos meses, pueden ser un modelo atractivo para comprender el deterioro cognitivo relacionado al envejecimiento: a pesar de sus vidas fugaces, poseen interesantes semejanzas con el ser humano en ese aspecto. Gracias a que el genoma de la mosca de la fruta está completamente mapeado y comprendido, los investigadores lograron individualizar los genes que desempeñan un papel importante en la acumulación de filamentos de actina.
En concreto, hallaron que un gen llamado Fhos, miembro de una familia de proteínas conocidas por alargar y organizar filamentos de actina, cumplía un papel clave. “Cuando redujimos la expresión del gen Fhos en las neuronas envejecidas, impedimos la acumulación de F-actina en el cerebro de las moscas de la fruta”, indicó en una nota de prensa el científico Edward Schmid, autor principal de la investigación.
Hacia futuros tratamientos en humanos
“Esto realmente nos permitió expandir nuestro estudio: ahora teníamos una forma directa de atacar la acumulación de F-actina en el cerebro y estudiar cómo afecta el proceso de envejecimiento”, agregó Schmid. La intervención genética estaba dirigida solo a las neuronas, pero igualmente mejoró la salud general de las moscas: vivieron más tiempo y mostraron signos de una mejor función cerebral, así como marcadores de salud óptimos en otros sistemas de órganos.
“Nuestro estudio mejoró la función cognitiva e intestinal, el nivel de actividad y la salud general de las moscas de la fruta, ofreciendo una nueva esperanza sobre aquello que podríamos lograr en humanos”, destacó en el comunicado David Walker, otro de los autores de la investigación. Aunque prevenir la acumulación de F-actina podría resultar más desafiante en humanos, el descubrimiento abre nuevas esperanzas para avanzar en la reducción de los factores del envejecimiento cerebral.
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Referencia
Accumulation of F-actin drives brain aging and limits healthspan in Drosophila. Edward T. Schmid et al. Nature Communications (2024). DOI:https://doi.org/10.1038/s41467-024-53389-w
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Fuente: