Las campañas para aumentar las defensas psicológicas de los usuarios en internet son una realidad, aunque apenas la ciencia las está probando.
Ilustración sobre una campaña de desinformación.GETTY IMAGES
Los periodos electorales están acompañados de campañas de noticias falsas destinadas a dirigir la intención de voto. Las redes sociales, principal vía de distribución de estos bulos, se han visto superadas por la abrumadora cantidad de recursos empleados para la difusión de contenido manipulado. Mientras se fortalecen los mecanismos de seguridad en cada plataforma digital, algunos investigadores sociales han diseñado una estrategia de contención de emergencia: la inoculación psicológica.
La inoculación psicológica es una estrategia preventiva para combatir la desinformación con fines de manipulación. Con videos cortos informativos o llamadas a la acción en las principales plataformas de contenido viral, se advierte a las personas sobre la naturaleza de las noticias alarmantes y se comparten detalles para identificarlas efectivamente. De esta manera, al igual que con las vacunas tradicionales, la población genera “anticuerpos” contra los agentes dañinos que ahora están en internet.
Ejemplo de video "vacuna"
Aunque las campañas de protección psicológica no son nuevas (en inglés, se les conoce como prebunking), su efectividad no está del todo clara. Hasta ahora, no había evidencia de su impacto en un escenario real. Una reciente investigación de la Universidad Cornell, en conjunto con Google, afirma que la combinación de dos o más campañas de prebunking aumenta el rechazo de información sospechosa en redes sociales. Los resultados presentados en la revista Nature son claros: por sí sola, la inoculación para detectar lenguaje emocional manipulativo no funcionará si no se refuerza con advertencias sobre la probabilidad de leer información falsa.
Alejandro Martín del Campo Huerta, Director de la Iniciativa de Humanidades Digitales en el Tec de Monterrey, habla sobre las campañas de desinformación que se han observado durante este proceso electoral.
Aprender a distinguir contenido manipulado
El equipo responsable de la investigación se basó en cinco pruebas a un total de 7,286 participantes. Las personas debían ver un video "vacuna" tradicional que les informaba sobre el papel del lenguaje en sus emociones y su capacidad de persuasión. Posteriormente, tenían que discernir entre noticias previamente identificadas como falsas y el contenido manipulado.
El informe menciona que los videos vacuna solo funcionaron para que las personas identificaran las noticias que intentaban cambiar su estado psicoemocional. Sin embargo, la inoculación no ayudó a que supieran distinguir entre el contenido verdadero y el falso. La eficacia del experimento aumentó cuando agregaron "recordatorios" sobre la posibilidad de datos falsos en el contenido informativo. Cuando se usaron estas dos campañas de prebunking al mismo tiempo, los participantes estuvieron más protegidos de la desinformación y la manipulación.
Los investigadores esperan que los gobiernos tomen como base su estudio para implementar estrategias contra la desinformación. Mientras no existan políticas más efectivas en redes sociales contra las noticias sensacionalistas, las campañas de vacunación psicológica serán el mejor aliado, consideran.
"La combinación de dos técnicas que se pueden implementar fácilmente a gran escala puede mejorar las habilidades de las personas para evitar ser engañadas", explicó Stephan Lewandowsky, coautor del estudio.
"Si vas a realizar estas intervenciones, probablemente deberías comenzar con un recordatorio básico sobre la precisión. El simple hecho de hacer que la gente piense más sobre si las cosas son ciertas se trasladará, al menos a corto plazo, a lo que están viendo y a las decisiones sobre lo que compartirían en línea", concluyó Gordon Pennycook, principal investigador del estudio.
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