El olfato humano procesa y detecta cambios en los olores a una velocidad semejante a la que la vista responde a los cambios de color, según un nuevo estudio.
Fractal ilustra el sentido del olfato humanoDanylana / Getty Images
Una nueva investigación sugiere que el olfato humano es más rápido de lo que se pensaba y responde a los cambios del entorno con una sensibilidad temporal equiparable a la percepción del color. Encontró que algunas personas pueden discriminar el orden de los olores en intervalos 10 veces más cortos de lo que se creía en el pasado.
El estudio fue dirigido por científicos del Instituto de Psicología de la Academia China de Ciencias. Explica que el sistema de alerta se ha considerado como uno de los sentidos más lentos en los humanos, debido a los complejos procesos involucrados en su funcionamiento. En cada inhalación, que dura entre 3 y 5 segundos, miles de sustancias químicas ingresan por la nariz y entran en contacto con los receptores olfativos. Las moléculas aéreas desencadenan una señal que se envía y se procesa en el cerebro para unificar la información e interpretarla como un solo registro aromático.
Wen Zhou, doctora de la Academia China de Ciencias y coautora del estudio, compara este proceso con el funcionamiento de una cámara que captura fotografías de larga exposición. “Intuitivamente, cada aspiración da la sensación de tomar una instantánea del entorno químico. Las inhalaciones están separadas en el tiempo y ocurren con segundos de diferencia una de otra”, ejemplifica. Agrega que cuando se detecta un aroma en realidad es una mezcla discernible de elementos que llegaron en diferentes momentos.
Un estudio del Departamento de Neurología de la Universidad de Pensilvania demostró que cada fosa nasal envía señales independientes al cerebro para mejorar la localización de la fuente aromática.
¿Cómo se midió la velocidad y precisión del olfato humano?
La especialista asegura que una de las barreras más destacadas para el análisis del olfato ha sido la ausencia de un protocolo experimental que permita la administración secuencial y precisa de diversos estímulos olfativos durante una sola inspiración. Su equipo creó un modelo para conseguir que dos aromas diferentes llegarán a la nariz durante una sola inhalación con una precisión de 18 milisegundos.
El trabajo publicado en la revista Nature Human Behaviour expone que los científicos crearon un dispositivo formado con dos botellas que contenían olores distintos. Los envases se conectaron a una boquilla mediante tubos con diversas longitudes y equipados con válvulas de retención que se abrían con cada respiración. El aparato fue utilizado en una serie de ensayos que evaluaron las capacidades de 229 personas.
Los participantes se expusieron a dos estímulos olfativos, un aroma afrutado y otro floral, con un desfase temporal de entre 120 y 180 milisegundos. Los individuos debían identificar si la serie de los olores se mantenía o invertía en experimentos repetidos y posteriores. Lo lograron en el 63% de las pruebas. En una segunda fase, fueron expuestos a otro par de fragancias (limón y cebolla) con un intervalo reducido de entre 40 y 80 milisegundos. Los resultados demostraron que el nivel de percepción se mantuvo.
Aunque las personas pudieron detectar con facilidad los cambios en la secuencia olfativa, identificar el orden exacto de los componentes resultó más desafiante. Lo consiguieron únicamente cuando la disparidad temporal entre los estímulos era considerablemente mayor y los olores eran más contrastantes. La conclusión sugiere que “en general, la discriminación entre un par de mezclas temporales no depende de reconocer con precisión el orden de los odorantes constituyentes. En cambio, parece estar impulsada por un mecanismo que opera en una escala de tiempo mucho más rápida que la involucrada en el reconocimiento serial de los componentes”, puntualiza Zhou.
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