Los códecs hápticos pueden ser un gran aporte para la realidad aumentada y diversas aplicaciones en el campo de la salud y la robótica
Los investigadores prueban la “Internet táctil”. / Créditos: Andreas Heddergott / TUM.
Pablo Javier Piacente
28 SEPT 2024
Un nuevo estándar para la compresión y transmisión del sentido del tacto mediante Internet sienta las bases para la telecirugía, la teleconducción y nuevas experiencias de juego en línea, entre otras aplicaciones. El flamante estándar HCTI (Haptic Codecs for the Tactile Internet) es para el “tacto digital” lo que son JPEG, MP3 y MPEG para la transmisión y difusión de imágenes, audio y vídeo.
Un consorcio internacional liderado por la Universidad Técnica de Munich (TUM), en Alemania, ha publicado recientemente un nuevo estándar para la transferencia digital de datos táctiles, similar a los utilizados en las transmisiones de imágenes, audio y vídeo. Podría ser el punto de partida para el desarrollo de múltiples aplicaciones orientadas a la “transmisión” del tacto mediante Internet, en campos como los videojuegos, la realidad aumentada, la salud y la robótica, entre otros.
Transmisiones más eficientes de información táctil
Para reducir la cantidad de información a enviar en los intercambios de audio, imágenes o vídeo, los programas conocidos como códecs se utilizan para codificar y decodificar datos para su transmisión: esto permite que la transferencia de información sea más eficiente. "El estándar IEEE 1918.1.1, publicado recientemente por primera vez, define un códec como el estándar para la transferencia de datos táctiles", explicó en una nota de prensa el profesor Eckehard Steinbach, director de tecnología de medios de la TUM.
Llamado HCTI (Haptic Codecs for the Tactile Internet), el nuevo estándar cumple una función similar a la de JPEG, MP3 y MPEG para las imágenes, el audio y el vídeo, respectivamente. El estándar para la transmisión de información háptica o táctil registra las sensaciones de los movimientos, o sea la posición de las extremidades y las fuerzas que actúan sobre ellas, y la sensibilidad de la piel, para poder sentir papel o metal, entre otras posibilidades.
Estos dos códecs hápticos se complementan con un protocolo estandarizado para intercambiar propiedades de dispositivos, conocido como protocolo de enlace, al establecer una conexión. De esta forma, se fija una norma para intercambiar datos táctiles a través de dispositivos preparados con este fin, abriendo un amplia campo de acción para el desarrollo de nuevas aplicaciones.
¿Una nueva ola de innovaciones?
Además, como los sistemas hápticos requieren de un bucle de datos, en el cual la información pasa en ambas direcciones, esto supone una exigencia muy elevada para la red de comunicaciones que transporta los paquetes de datos. Gracias al nuevo estándar, los datos hápticos se comprimen para reducir la velocidad de reloj de la transferencia de información a aproximadamente 100 veces por segundo, un rango que se acerca mucho más al nivel de la percepción humana.
De acuerdo a un artículo publicado en The Engineer, el nuevo códec podría desencadenar una ola de innovaciones en áreas como el manejo a distancia de robots, las cirugías remotas, la teleconducción y conducción autónoma de vehículos, las pruebas “táctiles” a distancia de productos en comercio electrónico y la retroalimentación háptica en juegos y entretenimiento con tecnologías de realidad aumentada, entre muchas otras aplicaciones a futuro.
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(Una primera versión de este artículo se publicó el 26 de junio de 2024)
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