El yacimiento, con esqueletos articulados y detalles anatómicos, ofrece una visión única de la vida hace más de 200 millones de años
Restos fósiles seleccionados recuperados en este estudio, que revelan tanto una notable diversidad como una preservación excepcional. / Crédito: Diego Volosky (Universidad de Jena).
Redacción T21.
11 DIC 2025
Los hallazgos fósiles muestran una red alimentaria compleja y en gran parte preservada de un lago de agua dulce. Este descubrimiento ofrece una visión poco común de un paleoecosistema en el hemisferio sur.
Un equipo internacional de paleontólogos liderado por Diego Volosky, de la Universidad Friedrich Schiller de Jena, en Alemania, junto a un grupo de científicos de Chile, Alemania y Argentina, ha descubierto en Atacama, en el norte de Chile, un yacimiento fósil excepcional que preserva, con un detalle inusitado, la herencia biológica de un antiguo lago de agua dulce del Triásico.
La investigación, publicada en la revista Paleogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology, posiciona a la región como un punto clave para el estudio de biotas continentales del hemisferio sur.
Amplia diversidad biológica
De acuerdo a una nota de prensa, los fósiles, recuperados de la Formación El Mono, documentan una sorprendente diversidad taxonómica: plantas ribereñas, insectos preservados de forma casi íntegra, crustáceos de agua dulce como ostrácodos, moluscos bivalvos, peces óseos y tiburones adaptados a ambientes continentales.
La coexistencia de estos organismos en los mismos estratos convierte al yacimiento en uno de los conjuntos triásicos continentales más completos identificados hasta ahora en el margen suroeste del supercontinente Gondwana, una gran masa de tierra que abarcó los territorios actuales de Sudamérica, África, Australia, la Antártida, India y Arabia. Existió hasta hace aproximadamente 270 millones de años, antes de fusionarse con otras regiones para formar Pangea.
Restos de plantas, insectos, peces y tiburones de agua dulce
El estado de conservación es llamativo: muchos ejemplares muestran esqueletos articulados, impresiones de tejidos blandos y detalles anatómicos vegetales preservados a la perfección.
Los autores atribuyen esas características a la sedimentación en capas muy finas y a zonas anóxicas (con escaso oxígeno) en el fondo del lago, que limitaron la acción de carroñeros y ralentizaron la descomposición, condiciones que facilitaron la preservación de organismos frágiles.
El depósito permite reconstruir una red trófica compleja y jerarquizada: productores primarios dominados por algas y plantas ribereñas; consumidores primarios y varios niveles de depredadores representados por peces y tiburones de agua dulce.
Además, la presencia de restos del paisaje terrestre inmediato facilita investigaciones sobre las interacciones entre la cuenca lacustre y su entorno, ofreciendo una visión holística del paleoecosistema.
El desierto de Atacama como ventana a la vida triásica
Los hallazgos indican que el norte de Chile puede entenderse como un registro fundamental para comprender la evolución y dispersión de comunidades continentales en el margen suroeste de Gondwana.
También aporta datos para comparar patrones de recuperación biológica tras perturbaciones ambientales ocurridas durante el Triásico, y para evaluar cómo se reorganizaron las redes alimentarias en ambientes continentales antiguos.
En resumen, los hallazgos muestran que el desierto de Atacama custodia un registro fósil de enorme valor: una red alimentaria lacustre preservada casi por completo, que ofrece una rara fotografía de la vida en Gondwana hace más de doscientos millones de años, y que promete aportar nuevas claves sobre la ecología de los ecosistemas triásicos del hemisferio sur.
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Referencia
A Late Triassic biota from a rift-lake system in southwestern Gondwana (Atacama Desert, Northern Chile). Diego Volosky et al. Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology (2025). DOI:https://doi.org/10.1016/j.palaeo.2025.113328
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Fuente:
