El virus atenuado también ha demostrado ser seguro y eficaz en ratones inmunodeprimidos y en la prevención de futuros tumores
Un nuevo estudio demuestra que la terapia con virus atenuados de coriomeningitis linfocítica mejoró el nivel de supervivencia de ratones, incluso de los especímenes inmunodeprimidos, ayudándoles en la prevención de futuros tumores.
La inyección del virus atenuado de la coriomeningitis linfocítica en ratones con neoplasias malignas aminoraba la enfermedad y aumentaba su supervivencia, demuestran investigadores de la Universidad Northwestern.KOTO_FEJA/GETTY IMAGES
Los virus atenuados o debilitados son conocidos sobre todo por ser el componente principal de muchas vacunas y, actualmente, también resultarían útiles en la lucha contra el cáncer.
De hecho, un nuevo estudio de investigadores de la Universidad Northwestern (EE UU), realizado hasta la fecha únicamente en modelos animales, sugiere cómo un virus específico, cuando está debilitado, es capaz de ayudar a eliminar la enfermedad. Y no solo eso, sino que el virus atenuado también ha demostrado ser seguro y eficaz en ratones inmunodeprimidos y en la prevención de futuros tumores. Los resultados preliminares se publicaron en The Journal of Clinical Investigation.
La función de los virus atenuados
También conocidos como virus diluidos, esta clase de cepas atenuadas se emplean como vacunas porque al entrar en el organismo generan una reacción inmunitaria protectora, pero sin el riesgo de provocar alguna enfermedad, o únicamente padecimientos leves, en el receptor.
En este caso concreto, los científicos demostraron en varios modelos tumorales, como el melanoma y el cáncer de colon, que la inyección del virus de la coriomeningitis linfocítica (LCMV, por sus siglas en inglés) atenuado en ratones con neoplasias malignas aminoraba la enfermedad y aumentaba su supervivencia.
“El LCMV induce una respuesta inmunitaria elevada, pero puede causar alguna enfermedad, sobre todo en pacientes con trasplantes”, explicó Pablo Peñaloza-MacMaster, uno de los autores del estudio. “Con la biología molecular, sin embargo, es posible debilitar este virus y convertirlo en [un virus] atenuado para utilizarlo como terapia segura, sin dejar de ser un inmunógeno. La otra ventaja es que parece que el mismo procedimiento con LCMV [debilitado] sirve para [tratar] varios tipos de cáncer”.
La Universidad de California combinó células de alga con fármacos oncológicos para crear biorrobots que van directo a los órganos afectados.
Virus atenuados para los pacientes inmunodeprimidos
Actualmente, los llamados virus oncolíticos, aquellos que aniquilan las células tumorales, solo se utilizan para tratar determinados tipos de cáncer. Por tanto, estas terapias no son eficaces para todos las variantes y su uso no está indicado para pacientes inmunodeprimidos.
En cambio, el virus atenuado de la coriomeningitis linfocítica funcionó y resultó seguro incluso para ratones inmunodeprimidos, un logro clave dado que muchos enfermos de cáncer que son sometidos a quimioterapia y otros tratamientos oncológicos presentan un sistema inmunitario debilitado. “Un aspecto importante de esta terapia basada en virus es que demuestra seguridad y eficacia incluso en un sujeto inmunodeprimido”, comentó el experto. “Los ratones a los que se privó de células T y B respondieron de igual manera a esta terapia”.
¿Cómo combate el cáncer un virus atenuado?
Recordemos, en resumen, que los tumores son expertos en eludir la respuesta inmunitaria desarrollando estrategias para mantenerse a resguardo. Por tanto, la inyección de virus atenuados actúa como una especie de bandera roja que alerta al sistema inmunitario de la presencia de un intruso. Los ratones inmunodeprimidos de este estudio no contaban con células T o B ni macrófagos y, a pesar de la ausencia de estas células inmunitarias esenciales, el virus seguía siendo capaz de activar vías inmunitarias alternativas, como los interferones, para combatirlo.
Los investigadores observaron cómo la terapia con este virus debilitado ayudaba a prevenir el desarrollo de futuros tumores en ratones, al conferirles una mayor resistencia. Este fenómeno podría explicarse por un proceso biológico aún poco comprendido conocido como inmunidad entrenada, que ocurre cuando una infección previa aumenta la capacidad del sistema inmunitario para responder a diversas enfermedades posteriores. Por ejemplo, estudios anteriores han revelado que los niños vacunados contra la tuberculosis manifiestan una mayor protección contra otros microorganismos, no solo contra la tuberculosis.
“Básicamente, esta terapia brindaría una protección inmunitaria más amplia, ayudando al organismo a defenderse frente a otros padecimientos, además de la enfermedad original”, resalta Peñaloza-MacMaster.
El siguiente paso ahora es probar el virus atenuado en otros animales y, si se confirman los resultados, los investigadores esperan iniciar pronto un ensayo clínico, empleando así la terapia con seres humanos.
Artículo publicado originalmente en WIRED Italia. Adaptado por Andrei Osornio.
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