Las centrales nucleoeléctricas son una importante solución para las urgentes necesidades de energía eléctrica que la población ha venido demandando en todo el mundo
Antonio Gershenson
Central nuclear de Trillo (Guadalajara). Foto: CSN
La esperanza de avanzar en el uso de la industria nuclear como opción de fuente energética limpia, regresa. La posibilidad de incrementar las centrales nucleoeléctricas y las existentes en Europa y otros países será posible según el compromiso de los más de 30 mandatarios reunidos el pasado 21 de marzo en la ciudad de Bruselas.
Como respuesta a las grandes necesidades de energía eléctrica, paralelamente, se aportarán técnicas nucleares más depuradas que, aunque ya existen, todavía son rechazadas por falta de información y por la manipulación de quienes defienden intereses en contra de la salud ambiental.
Las naciones que asistieron a la Cumbre de Bruselas prometieron aumentar la producción de energía nuclear, también, como una forma de frenar el cambio climático.
Ursula von der Leyen, autoridad ambientalista, dice que en la Unión Europea todavía existen manifestaciones amplias en contra de la energía nuclear. Menciona que los movimientos ambientalistas, catalogan como fantasía la solución que el uranio pueda aportar.
Sin embargo, la opinión contraria está ganando terreno. Emmanuel Macron, presidente de Francia, apuesta totalmente por la energía nuclear como fuente limpia. Ha sido el gran promotor de esta industria.
Con tantas opiniones a favor, en contra, o todo lo contrario, según la situación política de cada país, la opinión pública no termina de formarse ni de servir a la transición energética. Es una tarea urgente informar cuáles son los beneficios de los cambios en el uso de las fuentes de energía.
Las campañas en contra de las plantas nucleoeléctricas han sido bandera de ambientalistas irresponsables, ya que la desinformación ha sido una especie de chip implantado en la población para su rechazo sistemático. El perjuicio ha sido demasiado, ya que, de aumentar el uso del uranio (junto con otros químicos), hace décadas se habrían mejorado los métodos existentes para elevar, aún más, el nivel de seguridad para su uso.
Es evidente que no se repudia a la industria nuclear por ser una fuente de energía limpia, sino por la idea manipulada de que retrasa los pasos hacia la limpieza ambiental. Nada más equivocado.
De acuerdo con el Organismo Internacional de Energía Atómica (IAEA), las propias técnicas nucleares son útiles para conocer con mayor precisión, la composición interna y el entorno de diversos entes biológicos.
A su vez, la información obtenida a través de técnicas nucleares, nos sirve para medir la cantidad y la calidad de las emisiones de gases de efecto invernadero, generadas por el uso indiscriminado de fertilizante. El nivel de estos químicos absorbidos por la vegetación y su entorno terrestre y acuático son la respuesta a la pregunta de por qué ha aumentado con velocidad, el calentamiento global y la emisión de gases tóxicos.
Con la información de mayor calidad, obtenida con las técnicas nucleares, podemos desarrollar programas y políticas públicas más certeras en la lucha contra la destrucción de los nichos ecológicos, debido al cambio climático.
Ya sabemos que el cálculo de la cantidad indicada no lesiva de fertilizante que debe utilizarse es una medida que afecta intereses empresariales, pero es una meta que debe cumplirse ya que, al disminuir su utilización, también baja el volumen del óxido nitroso (N2O). Este gas es el tercero más importante en las emisiones de efecto invernadero, además del dióxido de carbono (CO2) y el gas metano (CH4), que ya conocemos.
Es alentador que la reunión de mandatarios, ahora comprometidos con la transición energética y la disminución del calentamiento global, haya iniciado antes de que el aumento del uso de carbón en varios países; incluso Alemania, un país ambientalista, causará mayor contaminación.
Las centrales nucleoeléctricas son una importante solución para las urgentes necesidades de energía eléctrica que la población ha venido demandando en todo el mundo. Pero, además, debemos resaltar que la opción de la industria nuclear no sólo ha involucrado a los países europeos, sino que ya está, de alguna forma, en la mayoría de las agendas ambientalistas de todas las naciones del mundo.
Esperemos que la industria nuclear esté considerada en el programa energético del próximo gobierno. La 4T tiene mucho que aportar en este rubro.
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