La erupción del volcán Tonga puede haber anticipado el agujero de ozono sobre la Antártida
Es el décimo más grande para agosto en el conjunto de datos de los últimos 43 años
Algunos investigadores consideran que los patrones ligeramente inusuales de este año podrían estar relacionados con el vapor de agua liberado a la atmósfera por la erupción del volcán Hunga-Tonga-Hunga Ha'apai
Representación gráfica del agujero de ozono sobre el Polo Sur: Los científicos estiman que tendremos que vivir con agujeros de ozono sobre los polos Norte y Sur durante otros 50 años.
Redacción T21
El agujero de ozono sobre la Antártida alcanzó dimensiones inesperadas en agosto: 16 millones de kilómetros cuadrados. Los científicos sospechan que se trata de las consecuencias de la erupción del volcán Hunga Tonga-Hunga Ha'apai, ocurrida a principios de 2022.
El Servicio de Vigilancia de la Atmósfera de Copérnico (CAMS) ha detectado novedades inusuales mientras vigila el agujero de ozono sobre el Polo Sur para 2023, según informa en un comunicado. Las mediciones representan un desarrollo más temprano que el promedio en agosto de 2023, alcanzando rápidamente un área de más de 16 millones de km2 al 29 de agosto.
El agujero de la capa de ozono empezó a crecer rápidamente a principios de agosto, más rápidamente de lo que era habitual en años anteriores. El desarrollo del agujero de ozono en 2023 se sitúa como el décimo más grande para agosto en el conjunto de datos combinado de reanálisis de ERA5/CAMS de 43 años.
El agujero de ozono antártico es un fenómeno atmosférico que ocurre en la estratosfera del hemisferio sur cada año durante la primavera del hemisferio sur. En condiciones normales, el agujero comienza a formarse entre mediados y finales de agosto y se cierra hacia finales de noviembre. Este año, sin embargo, el agujero se abrió aproximadamente un mes antes.
TONGA, ¿CULPABLE?
Algunos investigadores consideran que los patrones ligeramente inusuales de este año podrían estar relacionados con el vapor de agua liberado a la atmósfera por la erupción del volcán Hunga-Tonga-Hunga Ha'apai, ocurrida en diciembre de 2021 y enero de 2022.
Por un lado, el aumento del vapor de agua disponible puede conducir a una mayor formación de nubes estratosféricas polares en las que los CFC pueden reaccionar para acelerar el agotamiento del ozono.
La principal razón de la disminución de la capa de ozono, que protege la Tierra de la radiación ultravioleta del sol, es la acumulación de sustancias que agotan la capa de ozono, como los clorofluorocarbonos (CFC).
Los CFC han sido liberados a la atmósfera desde la década de 1960, principalmente por los humanos. Después de la adopción del Protocolo de Montreal en 1987 y el posterior abandono gradual de dichas sustancias, la concentración de sustancias que agotan la capa de ozono en la estratosfera disminuyó.
Además de los CFC, el vapor de agua podría contribuir a enfriar la estratosfera antártica potenciando la formación de estas nubes estratosféricas polares y dando como resultado un vórtice polar más fuerte.
Erupción del volcán Hunga Tonga. /AFP
NO ES SEGURO
La influencia precisa de la erupción de Hunga Tonga en el agujero de ozono del hemisferio sur aún es materia de investigación, advierte CAMS, ya que no hay precedentes de que tales cantidades de vapor de agua se hayan inyectado en la estratosfera en las observaciones modernas.
Aunque muchos científicos sospechan que existe una conexión directa entre el volcán Hunga-Tonga y el agujero de ozono, todavía no se ha demostrado claramente. Faltan datos comparativos sobre el efecto de erupciones volcánicas anteriores en la capa de ozono.
Un reciente análisis del CAMS mostró cuán inusualmente persistentes fueron los agujeros de ozono entre 2020 y 2022. En estos años, el agujero de ozono comenzó a formarse a mediados de septiembre, algo bastante típico, pero alcanzó su extensión máxima más tarde de lo normal, hacia finales de septiembre, y permaneció "abierto" hasta finales de diciembre, estableciendo 2020 un récord de cierre tardío el 28 de diciembre.
TAMBIÉN EL CALENTAMIENTO GLOBAL
El análisis CAMS mostró una correlación inversa entre las temperaturas en la estratosfera y el déficit de masa de ozono promedio para estos años.
El calentamiento global tiene un efecto de enfriamiento en las capas superiores de la atmósfera y las temperaturas estratosféricas más bajas podrían contribuir a estos grandes y duraderos agujeros de ozono a pesar de la prohibición de las SAO.
El análisis también mostró que algunos agujeros de ozono, como el de 2022, podrían ser grandes y duraderos a pesar de un vórtice polar relativamente débil. Sin embargo, los agujeros de ozono sobre los polos seguirán existiendo durante décadas porque las sustancias tardan mucho en descomponerse.
En cualquier caso, de momento los datos y las previsiones del CAMS para los próximos días muestran que el agujero de ozono se está acercando lentamente de nuevo a su estado normal.
Aún no está claro si volverá a cerrar a principios de este año después de abrir antes, o si permanecerá en el lugar más tiempo de lo habitual.
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