La creatividad va de la mano con el aprovechamiento de los tiempos individuales de ocio
Pablo Javier Piacente
Un equipo de investigadores ha intentado comprender mejor cómo se activa la creatividad cuando no tenemos nada mejor que hacer: luego de analizar el comportamiento de más de 2.000 voluntarios, hallaron que las personas que eran mejores en el pensamiento divergente tenían menos probabilidades de experimentar aburrimiento cuando se les dejaba "solos" con sus pensamientos.
Científicos de distintas universidades estadounidenses, liderados por la Universidad de Arizona, han publicado un nuevo estudio en Creativity Research Journal en el cual analizan en profundidad el papel del ocio y los tiempos de inactividad en las mentes creativas: descubrieron que las personas que gestionan mejor estos momentos y los disfrutan a fondo logran un mayor desarrollo de su potencial creativo.
EL MUNDO INTERNO DE LAS PERSONAS CREATIVAS
"Estamos particularmente interesados en la creatividad porque buscamos saber qué sucede en la mente de las personas creativas, especialmente en situaciones en las que nada limita sus pensamientos", indicó en una nota de prensa el científico Quentin Raffaeli, líder de la nueva investigación.
Raffaeli se refiere a esas situaciones en las que, en el marco de una sociedad que privilegia quizás excesivamente la productividad, nos dedicamos a “no hacer nada”. Pero esta consideración social negativa del ocio parece ir en sentido contrario a la expansión de nuestra creatividad: los investigadores descubrieron, luego de trabajar con más de 2.000 voluntarios y analizar sus comportamientos mediante técnicas de resonancia magnética funcional (fRM), que las personas más creativas son aquellas que manejan y aprovechan mejor estos períodos de inactividad.
Las conclusiones parecen obvias, pero no lo son tanto en el marco de las neurociencias. A pesar de la existencia de un cuerpo de investigación establecido y voluminoso que caracteriza cómo los individuos creativos exploran su mundo externo, se sabe relativamente poco sobre cómo estas personas “navegan” en su vida mental interna, especialmente en contextos no estructurados como los periodos de descanso consciente.
PENSAMIENTO DIVERGENTE Y TIEMPO DE OCIO
Los científicos evaluaron la creatividad de los participantes a través de una "prueba de pensamiento divergente", un examen verbal de laboratorio que mide la capacidad de una persona para pensar “fuera de la caja”, o sea encontrando soluciones diferentes y que salen de lo habitual a problemas comunes. Los participantes que se desempeñaron mejor en la prueba de pensamiento divergente tenían pensamientos que fluían libremente y estaban asociados entre sí: además, eran personas que no manifestaban aburrimiento frente al tiempo libre sino que, por el contrario, lo aprovechaban al máximo.
En el mismo sentido, estos individuos con mayor tendencia hacia la creatividad también indicaron que atravesaron mejor los tiempos de aislamiento durante la pandemia de COVID-19, porque aprovecharon esos momentos de soledad e inactividad para conectar con sus mundos internos y estimular su creatividad, mientras otras personas los sufrían o se aburrían.
"A medida que nos sobrecargamos de trabajo, tenemos más horarios y nos hacemos adictos a nuestros dispositivos digitales, creo que debemos hacer más esfuerzo en nuestros hogares, nuestros lugares de trabajo y nuestras escuelas para cultivar tiempo para simplemente relajarnos con nuestros pensamientos", concluyó en el mismo comunicado Jessica Andrews-Hanna, otra de las autoras principales del estudio.
REFERENCIA
Creative Minds at Rest: Creative Individuals are More Associative and Engaged with Their Idle Thoughts. Quentin Raffaelli, Jessica Andrews-Hanna et al. Creativity Research Journal (2023). DOI:https://doi.org/10.1080/10400419.2023.2227477
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