El trabajo penitenciario forzoso permite que el sistema crezca sin ejercer demasiada presión sobre el dinero de los impuestos, y ayuda a las empresas privadas a maximizar las ganancias a costa de los presos
El trabajo de prisioneros genera ingresos por más de 1 mil millones de dólares cada año (Foto: Getty Images)
En Estados Unidos se promueve una forma de esclavitud y cientos de empresas ayudan a expandir esta forma de negocio. Y es que cientos de miles de estadounidenses encarcelados son obligados a trabajar por centavos la hora y, a veces, sin salario alguno.
Recientemente, en varios estados votaron para prohibir la esclavitud y la servidumbre involuntaria como castigo por los crímenes cometidos. Sin embargo, es posible que los esperados cambios no lleguen tan pronto como se espera debido a que no hay voluntad de abolir el programa de trabajo penitenciario del Departamento Correccional del estado.
A esto hay que añadir que los presos tienen menos derechos gracias a una ley (de 1996) durante la época de Bill Clinton que se mantiene vigente. Una ley que requiere que las personas encarceladas agoten deliberadamente las vías administrativas que terminan en represalias por parte de los funcionarios penitenciarios.
El trabajo penitenciario forzoso permite que el sistema crezca sin ejercer demasiada presión sobre el dinero de los impuestos, y ayuda a las empresas privadas a maximizar las ganancias a costa de los presos.
Algunos datos:
- De los más de 1.2 millones de personas en prisiones estatales y federales, 76% debe trabajar o enfrentar castigos adicionales.
- Los trabajadores encarcelados en el Centro Correccional Great Meadow en Nueva York trabajaban día y noche en turnos de ocho horas por 65 centavos la hora.
- A los trabajadores de Texas no se les pagó nada por su trabajo en la fabricación de mascarillas y batas médicas para los socorristas.
- En Luisiana, los presos se vieron obligados a trabajar en una planta de procesamiento de aves de corral. Si los presos se negaban, se adelantaban las fechas de elegibilidad para la libertad condicional.
- Los principales beneficiarios del trabajo de los encarcelados son los gobiernos federal, estatal y local. Compensan los déficits presupuestarios al obligar a los obreros encarcelados a trabajar para mantener las mismas prisiones que los encierran.
- La actual vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, luchó contra las reducciones de sentencia. El argumento en aquella oportunidad fue que los reclusos eran necesarios durante la temporada de incendios.
- Los programas penitenciarios venden millones en bienes y servicios, así como en productos manufacturados.
- Los presos no solo fabrican, también ingresan datos, reparan vehículos estatales y lavan ropa para hospitales públicos y universidades, incluso atienden llamadas del DMV (servicio de llamadas) del estado por $4 a $6 por día.
- Y el negocio está en auge. Utah Correction Industries vende bienes y servicios de cerca de mil empresas. Muchas marcas que seguro muchos conocemos. American Express, Apple Inc., FedEx, Frito Lay Inc. y Fujifilm North America son algunas de ellas.
- Las empresas que no utilizan mano de obra penitenciaria se encuentran en una gran desventaja.
No es de extrañar que haya habido tal presión en todo el país para encerrar a las personas sin hogar y convertirlas en esclavos.
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